¿Puede ayudar el test de Kinsey a descubrir nuestra verdadera orientación sexual? 

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Escena de la película "The talented Mr. Ripley" (1999)

Si estás en un momento de dudas respecto a tu sexualidad, las preguntas inspiradas en el test de la Escala de Kinsey pueden servir de guía para saber en qué espectro del continuo te encuentras.  

Lo cierto es que todos sabemos que un test no determina si eres bisexual o dejas de serlo y por eso es clave no tomarse estas dinámicas al pie de la letra. A veces es mejor no darle demasiadas vueltas, ni liarse con términos, etiquetas y categorías, que más que describir, sirven para encasillar y no todo el mundo se siente cómodo con ellas. Según un estudio de la Universidad de Notre Dame en Estados Unidos, “la sexualidad es algo fluido y asociado a momentos vitales, experiencias y factores que pueden cambiar con el tiempo”. Así que, lo mejor que puedes hacer si estás dudoso, es intentar disfrutar del propio proceso de conocerte mejor y no intentar ponerte a prueba continuamente. La atracción no es un “todo o nada” ni tampoco un fifty-fifty y estas sexólogas te explican por qué. 

¿Qué dice la psicología de la bisexualidad?

Irene Luceño, Psicóloga General Sanitaria y Sexóloga, empieza diciendo que cuando pensamos en el término “bisexual”, sabemos que, en origen, “bi” significa dos. “Y esto puede dar lugar a malentendidos”. ¿Acaso tiene que ser un 50-50 de atracción hacia hombres y mujeres? “En nuestra sociedad el término parece haberse quedado un poco obsoleto pero entendemos que quiere decir que puedes sentir atracción por personas y géneros diferentes al tuyo y también hacia el mismo”, dice la experta. “Pero es algo que varía, es fluido. Además, puede ser una atracción más física o más emocional, lo que para ti signifique la atracción”. 

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Luceño argumenta que realmente la orientación es una parte de la sexualidad humana y es algo único: “no tienes que compararte con nadie ni tampoco tiene que validarlo ninguna persona (y menos un test). Tú te vas conociendo a ti mismo, qué te gusta, con qué te sientes cómodo, vas reconociendo si tienes algunos tabúes, miedos, y esto es un proceso propio”. Se ha estudiado que la sexualidad no es estática. Puede cambiar a lo largo de la vida. “A veces podemos querer definirnos o utilizar una etiqueta, pero otras personas puede que no se sientan cómodas con esto. Y no te tienes que obligar a poner ningún nombre con el que no te sientas a gusto. Lo importante es que te permitas ser quien eres”. 

¿Cómo darse cuenta que eres bisexual?

En cuanto a la bisexualidad, “es algo que por prejuicios, se ha hablado de una forma diferente cuando se trataba de hombres y de mujeres. Muchas veces los hombres bisexuales han sido invisibilizados. Se les ha metido en el saco de ‘solo le gustan los hombres’ cuando no siempre es el caso”. Luceño cuenta que hay grandes presiones sociales hacia las personas bisexuales. De hecho, incluso hay investigaciones sobre los niveles de estrés y ansiedad que pueden tener a nivel psicológico estas vivencias negativas en relación con la sexualidad. Además, en las encuestas, hay menos hombres que se identifican como bisexuales frente a las mujeres, pero eso no significa que no existan todo tipo de personas que lo sean.

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“Hay personas que cuando comienzan a tener dudas, dicen ‘voy a buscar tener algo con una persona de mi mismo sexo o del contrario para ver qué orientación tengo’. Pero evidentemente no te tiene que gustar todo el mundo y una persona no es representativa de todo un género o un sexo”. Luceño añade que este tipo de conductas, también pueden ser una manera de cosificar a la persona, meterla en una categoría y utilizarla para conocer lo que uno mismo siente. Por eso, ojo con estas formas de “experimentar”. La psicóloga lo tiene claro y uno de los consejos que da a todas las personas que quieren saber si son bisexuales (con o sin ningún test), es “no te pongas a prueba. Es importante que trabajes en conocerte y en saber quién es esa persona única que hay dentro de ti”. 

¿Cómo saber mi verdadera orientación sexual? 

Tania García, pedagoga y sexóloga, hace referencia a Alfred Kinsey, uno de los pioneros de la investigación sexual humana en Estados Unidos que en los años 50, definió la orientación sexual como un continuo. Kinsey estableció que en un extremo de este continuo estaría la homosexualidad y en el otro la heterosexualidad. Y de uno de dichos extremos al otro de esta escala o test, se visibilizan las distintas maneras de vivir la bisexualidad. “Lo que demostró es que la mayoría de las personas se sitúan en un punto intermedio, siendo poco habitual situarse al 100% en uno de los dos extremos”. Además, hay que dejar claro que “la bisexualidad no es un ‘me gustan todos los géneros en la misma intensidad’. Puedes sentir más atracción por uno u otro y no eres menos bisexual por eso”, añade García.

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Lo más importante es entender que la orientación sexual no es fija y puede cambiar a lo largo de la vida, por eso hacer el típico test puede no tener tanto sentido. “Que siempre te hayan atraído las mujeres no quiere decir que ahora no pueden atraerte los hombres o al revés. Y por supuesto no significa que hayas estado confundido todo ese tiempo. Simplemente tu orientación ha cambiado”, explica García. “Por tener pareja del género opuesto, no te conviertes automáticamente en heterosexual. Y lo mismo si, por ejemplo, eres hombre y ahora quieres estar con hombres. El haber estado antes con mujeres no era ‘una tapadera’ ni una forma de encajar’, simplemente has decidido empezar una relación sentimental con esa persona”. 

¿Cómo se determina la orientación sexual?

García también hace referencia a que uno de los datos más llamativos según los estudios es que son precisamente las personas bisexuales las que más tardan en identificarse como tales. “Es en la adolescencia cuando se va descubriendo la orientación sexual”. Y se trata del resultado de factores tanto biológicos, como sociales y cognitivos. “Hay que tener en cuenta que durante esos 12 o 15 años que llevamos viviendo, todo el mundo que nos rodea nos ha estado diciendo (de una manera o de otra) qué género nos tiene que gustar según nuestro género”. 

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¿Qué diferencia hay entre las personas bisexuales y las homosexuales para darse cuenta de que lo son? “Si empiezan a sentir atracción sexual o romántica hacia personas del género opuesto, (que es lo que te han dicho que te tiene que gustar y te gusta), pues ya no hay nada más que puedas cuestionarte. De ahí que las personas bisexuales pueden pasarse años manteniendo relaciones con personas del género opuesto sin plantearse que también les pueden gustar personas del mismo género”.

¿Qué establece la escala de Kinsey?

Los doctores Alfred Kinsey, Wardell Pomeroy y Clyde Martin publicaron en 1948 el archiconocido “test” de la Escala Kinsey, que mostraba que las personas no tenemos una orientación sexual 100% exclusiva. “Es una característica de la mente humana intentar dicotomizar la clasificación de fenómenos y muchas personas no quieren creer que hay gradaciones en estos asuntos”, decía el experto. En cuanto a la escala en sí, va desde los 0 a los 6 puntos. “Las personas con una puntuación de “0” declaran tener una conducta o atracción exclusivamente heterosexual. Las personas con una puntuación de “6” declaran tener una conducta o atracción exclusivamente homosexual”, explican desde el Kinsey Institute de la Universidad de Indiana. “Y las puntuaciones del 1 al 5 corresponden a quienes declaran tener distintos niveles de atracción o actividad sexual con cualquiera de los dos sexos”. 

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Escala original de Kinsey

Eso sí, hay que dejar claro que no existe un test oficial para saber si eres bisexual, heterosexual u homosexual, ya que la mayoría son muy genéricos. Lo que hacía el equipo de investigación de Kinsey era asignar un número en función del historial sexual de la persona, pero sin abordar todas las identidades posibles. Por eso, más adelante, Fritz Klein (que analizó también los deseos, fantasías y afectos) y Michael Storms (que incluyó a las personas asexuales) intervinieron para aportar más precisión sobre el asunto. Al final, estas escalas son más bien una herramienta para fomentar estudios más amplios al respecto y no tanto una verdad absoluta.

Test para saber si eres bisexual inspirado en la Escala de Kinsey 

¿Hacia quién te sientes más atraído?

  • Todos los géneros.
  • Mayoritariamente hombres. 
  • Mayoritariamente mujeres. 
  • Solo hombres. 
  • Solo mujeres. 

¿Con quién has mantenido relaciones sexuales?

  • Todos los géneros.
  • Hombres y mujeres, pero prefiero hombres. 
  • Hombres y mujeres, pero prefiero mujeres. 
  • Solo hombres. 
  • Solo mujeres. 

Has tenido fantasías sexuales con…

  • Todos los géneros.
  • Mayoritariamente hombres. 
  • Mayoritariamente mujeres. 
  • Solo hombres. 
  • Solo mujeres. 

¿Con quién estableces fuertes vínculos emocionales?

  • Todos los géneros.
  • Mayoritariamente hombres. 
  • Mayoritariamente mujeres. 
  • Solo hombres. 
  • Solo mujeres. 

Pensar en tener sexo con un hombre es…

  • Deseable.
  • Interesante. 
  • Tolerable. 
  • Inconveniente. 
  • Desagradable. 

Pensar en tener sexo con una mujer es… 

  • Deseable.
  • Interesante. 
  • Tolerable. 
  • Inconveniente. 
  • Desagradable. 

Respuestas

  • Mayoría de respuestas con preferencia por el género contrario: estarías en un 1 o 2 en la escala de Kinsey. 
  • Si las respuestas tienen una preferencia equilibrada por ambos géneros: estarías en un 3 en la escala de Kinsey. 
  • Mayoría de respuestas con preferencia hacia tu mismo género: estarías en un 4 o 5 en la escala de Kinsey.

Algo que diría Kinsey al terminar el test es si realmente estás de acuerdo con tu resultado, porque, al final, “la bisexualidad es una orientación y no algo que podamos elegir ni cambiar. Simplemente se siente y se sabe. Y por supuesto nadie más que tú puede decir qué sientes o qué es lo que te atrae, ya sea sexualmente o afectivamente”, concluye García.