Para la gran mayoría, comer es uno de los mayores placeres de la vida, sin embargo, si no se hace adecuadamente, puede ser uno de los hábitos más dañinos para la salud del organismo. El alto consumo de alimentos con calorías vacías o procesados puede desembocar en enfermedades cardiovasculares, diabetes u obesidad. Por ello, aparte de seguir una dieta sana y rica en nutrientes y vitaminas hay que apartarse del sedentarismo y practicar deporte de manera diaria. Nada nuevo… ¿cierto? Pero, ¿Qué pasaría si te dijéramos que, a pesar de llevar «un ritmo de vida saludable», hay infinidad de alimentos que consumes a diario que contienen las denominadas «calorías vacías»?
¿Qué son las calorías vacías?
Las calorías vacías son aquellas que se encuentran en alimentos que por su forma de hacerlos o su composición no nos aportan nada a nivel nutricional. Son calorías puras y duras, sin ninguna vitamina, mineral o cualquier nutriente que aporten energía a nuestro cuerpo. Además, estas calorías no te ayudan a sentirte saciado, por lo que siempre quieres más, perjudicando tu salud y estado físico. Uno de los prejuicios del continuo abuso de alimentos que contengan estas calorías es el aumento de peso.
¿Cuáles son los alimentos que contienen calorías vacías?
Existen multitud de alimentos que contienen calorías vacías, y por tanto aportan una cantidad mínima de fibra a nuestro organismo. Sin embargo, son fáciles de identificar y también de sustituir, consiguiendo una dieta equilibrada y alta en vitaminas. Adrián Hoyo, entrenador personal de Beonfit, asegura que “la clave está en sustituir esos alimentos pobres nutricionalmente por opciones más sanas: refrescos por refrescos cero, infusiones o agua. La bollería por porridge casero a base de harinas, copos de avena o fruta. Y las salsas por especias”. Los alimentos más señalados como los más perjudiciales son:
Los refrescos.
Son una bebida que contiene una gran cantidad de agua con azúcar y gas, como, por ejemplo, la Coca Cola, la Fanta o el Sprite entre otros. La lista es muy grande y debemos evitar cualquier bebida que sea semejante a estas, para ello simplemente hay que sustituirlos por otras consumiciones más saludables, como el agua, el café, las infusiones o la limonada, que también se toma fría y aporta un gran sabor.
Bollería.
El desayuno y la merienda es el momento del día en el que el consumo de estos alimentos es mayor. Con sus harinas refinas, grasas poco saludables y azúcares, la bollería es un alimento con un alto nivel de calorías vacías. Sin embargo, se puede sustituir por productos más saludables y de similar forma, como son aquellos formados por harina integral. Otras opciones pueden ser la fruta, los frutos secos o el chocolate negro, ya que por la mañana y por la tarde pueden aportar nutrientes y vitaminas.
Las chucherías o caramelos.
Se trata de ese pequeño alimento dulce y azucarado que todo el mundo compraba de pequeño (y de no tan pequeño). A pesar de las multitudes formas, colores, sabores y demás aditivos que se le añaden, es simplemente azúcar, solo aporta hidratos de carbono y aumenta la posibilidad de padecer caries. Una alternativa más saludable es el consumo de fruta o chocolate negro, que también son dulces, pero en una medida más beneficiosa para la salud.
Bebidas estimulantes o energéticas.
Son bebidas sin alcohol que contienen estimulantes (como su nombre indica), cafeína, carbohidratos y sustancias naturales orgánicas como la taurina, para disminuir el cansancio. La mayoría de las personas que utilizan esta bebida, lo hacen por la energía que aportan y la sensación de agotamiento que disminuyen. Sin embargo, existen alternativas con las que te puedes beneficiar del poder antioxidante que están presentes en ellas, estamos hablando del té. Aunque el café también es una buena opción, el té negro contiene menos cafeína y a su vez, el té verde tiene menos cantidad de teína.
Snacks o aperitivos.
Son alimentos ligeros que se comen antes de algunas comidas, entre horas o en reuniones de amigos y familiares. Sirven para saciar el hambre momentáneamente y no aportan ningún nutriente al cuerpo. Las patatas fritas, galletitas saladas, kikos o pelotazos, son algunos de los alimentos que hay que evitar, para ello se pueden desarrollar aperitivos saludables y que no sean comida basura, como las tostadas integrales con aguacate, macedonia de frutas, nueces…
Alcohol.
El gran amigo de las fiestas y a su vez un gran enemigo para nuestro cuerpo. Aporta muchas calorías vacías y ningún punto positivo. Las mejores opciones para sustituirlo (aunque no las más populares en una discoteca) son el agua, los zumos o los batidos de frutas naturales.
¿Principales problemas de consumir calorías vacías?
El alto consumo de calorías vacías mediante la ingesta de azúcares y grasas saturadas supone un problema para la salud. Su uso y consumo abusivo puede desembocar en problemas de corazón y vasos sanguíneos, aumento en los niveles perjudiciales del colesterol y enfermedades como la diabetes o la obesidad. Estos son algunos ejemplos de enfermedades crónicas o de larga duración y que a partir de su detección afectan al cuerpo y a la rutina diaria de quien la padece.
¿Cómo debemos comer de forma más saludable y evitar las calorías vacías?
Tanto nuestro aspecto físico como nuestra salud se ve afectada por el consumo que hagamos de las calorías vacías, desembocando en aspectos muy negativos para nuestro cuerpo. Aunque no hay que alarmarse, ya que todo depende de nosotros y del régimen de comida que sigamos. Para ello hay que comer de forma saludable y seguir una dieta equilibrada. Esto no quiere decir que se tenga que alterar de forma significativa nuestro ritmo de vida, sino acoplarnos a nuevas opciones y alternativas a estos alimentos, como se ha mencionado anteriormente.
Lo más importante para evitar las calorías vacías es controlar el consumo del azúcar y, por tanto, de los alimentos que la contienen. Existen multitud de opciones y alternativas, solo hay que cambiar el chip. La forma en la que se cocina también influye, por eso, es recomendable olvidarse de los fritos y pasarse a la comida al vapor, las verduras hervidas, o los alimentos bajos en grasa. Otro aspecto que hay que eliminar de la dieta son los precocinados. Por su parte, las bebidas que debemos incluir en nuestro día a día son aquellas que no contengan gas.
Conclusión
El límite de consumo de colorías vacías depende de cada persona, de su metabolismo y de los hábitos que tenga (no es lo mismo una persona que consuma de vez en cuando algo de bollería, pero que haga deporte a diario, que alguien que consuma algo de bollería pero no se mueva…). Sin embargo, “hay que tener especial cuidado en momentos de ocio, ya que puede que sin darte cuenta estés metiendo muchas calorías a tu cuerpo que no te están aportando nada”, explica Adrián Hoyo.
Por tanto, la receta perfecta para mantener un estilo de vida saludable y acorde a nuestro cuerpo, es la mezcla de una dieta equilibrada, baja en calorías vacías y alta en nutrientes y vitaminas, junto a una rutina deportiva que se acople a nuestro día a día y por tanto se complemente con nosotros.
Artículo publicado por Nuria Santos
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