Presentadas como el sistema definitivo de entretenimiento, las supergafas Apple Vision Pro y su sistema operativo, VisionOS han llegado para transformar –o al menos intentarlo– el mercado de la realidad virtual y aumentada por completo. Su lanzamiento en Estados Unidos ha provocado que las colas vuelvan a Apple.
La escena tecnológica global ha sido testigo de un momento definitorio de la innovación con el lanzamiento de las gafas de realidad mixta Apple Vision Pro. Estas permiten ver lo que hay a nuestro alrededor, pero no a través del cristal, sino a través de las múltiples cámaras integradas en el aparato. En eso consiste precisamente la realidad mixta: contenido digital proyectado en el entorno.
El visor de realidad mixta Vision Pro, introducido en el mercado estadounidense con un coste inicial de 3.499 dólares, no solo redefine el concepto de interactividad digital, sino que también sitúa a la firma de la manzana mordida como un actor a tener muy en cuenta en el campo de la realidad aumentada y virtual.
Con una visión clara de futuro —y nunca mejor dicho— las gafas Vision Pro están diseñadas para ofrecer a quien se las pone una experiencia revolucionaria y multifacética, que promete fusionar la realidad con el mundo virtual de maneras que antes solo eran posibles en el territorio de la ciencia ficción.
Las gafas de realidad mixta de Apple compiten con las de otros, como Meta y OPPO.
La última Conferencia Mundial de Desarrolladores (WWDC) fue el escenario donde Apple presentó sus audaces gafas. Tim Cook, CEO de Apple, no escondió su intención de posicionarlas como un producto estrella en el arsenal tecnológico de la compañía con sede en Cupertino (California) y rivalizar a cara de perro con dispositivos competidores, como las gafas de realidad virtual Quest Pro (499 dólares en Estados Unidos), de Meta; o las de realidad mixta de la multinacional china OPPO.
Las gafas Vision Pro no solo simbolizan la innovación y el ingenio de los desarrolladores Apple, que no se sonrojan al afirmar que son «el dispositivo personal más avanzado» de la historia, sino que también marcan una nueva dirección en la evolución de la compañía creadora del Macintosh, el iPod, el iPhone y el iPad.
De hecho, el nuevo ingenio ofrece total compatibilidad con el ecosistema Apple y cuenta con una función de continuidad que permite enlazar tareas entre dispositivos. Además, puede ejecutar aplicaciones nativas como Fotos, iMessages y Apple TV+.
El visor cuenta con unos altavoces únicos que proporcionan un audio envolvente, especial y espacial
El diseño de las Apple Vision Pro se centra en la comodidad y la funcionalidad. Cuenta con un visor de cristal pulido y un cuerpo de aluminio que prometen durabilidad y una visión clara del exterior, respectivamente. La correa, fabricada en materia textil y que recuerda a la del Apple Watch, no solo es un logro estético, sino una maravilla de la ingeniería. En efecto, unas pastillas, situadas a la altura de los oídos del usuario, integran unos altavoces únicos que proporcionan un audio envolvente, especial y espacial.
Quedémonos con el adjetivo espacial: al igual que los auriculares inalámbricos AirPods, los altavoces de las Apple Vision analizan el entorno para adaptarse a él. Cuentan con un sistema de trazado de audio que mapea en 3D y en tiempo real el entorno con el fin de proporcionar el mejor audio posible.
Además, la flexibilidad para alimentar las gafas directamente de la corriente o a través de una batería externa, con una duración de uso de hasta dos horas, ofrece a los usuarios una experiencia sin interrupciones, ya sea en casa o a la intemperie.
La tecnología más jugosa está en las tripas de las gafas
Si el vistoso diseño de estas gafas de realidad mixta no deja indiferente a nadie, más atractivo resulta echarle un ojo a la tecnología que esconde en su interior. En lo que respecta a los visores, las Vision Pro están equipadas con lentes Zeiss que prometen una resolución superior a los 4K para cada ojo y utilizan la tecnología micro-OLED para ofrecer imágenes claras y nítidas.
La innovación continúa con un sistema de seguimiento ocular de alto rendimiento, basado en cámaras infrarrojas y ledes, que permite una interacción fluida y natural con la interfaz, controlada simplemente con la mirada. El visor rastrea hacia dónde está mirando el usuario: cuando dirige su mirada, por ejemplo, hacia el icono de una aplicación y pellizca el pulgar y el índice, esta se activa.
Esto, junto con el mencionado sistema de trazado de audio, las gafas de Apple crean una experiencia inmersiva que es personal y profundamente atractiva. Para diferenciarse de sus competidores, fuentes de Apple insisten en afirmar que la experiencia que ofrecen sus gafas no puede —ni debe— encuadrarse ni dentro de la realidad aumentada (AR), ni de la realidad virtual (VR), ni de la realidad extendida (XR) ni de la realidad mixta.
Su sistema operativo VisionOS gestiona de forma eficiente las más de doce cámaras integradas en las Vision Pro
El potente chip Apple M2 y el nuevo chip Apple R1 son el corazón de las gafas. Gestionan la entrada de datos de las cámaras, los sensores y los micrófonos para una experiencia de usuario sin retardos. La disipación térmica, un aspecto crítico para cualquier dispositivo electrónico portátil, ha sido meticulosamente diseñada para mantener las gafas a una temperatura cómoda, incluso durante periodos prolongados de uso.
Toda una tecnología puntera al servicio de su sistema operativo, el VisionOS, capaz de gestionar de forma eficiente las más de doce cámaras integradas en las gafas de Vision Pro y su campo de visión de 180 grados. El software, que combina realidad aumentada y virtual de manera orgánica, ofrece interfaces que se adaptan intuitivamente a distintos entornos y aplicaciones. Y hace posible que los usuarios, entre otras cosas, capten y revivan vídeos en 180° mediante la cámara 3D que viene integrada.
Pero este es solo el principio. Así es, la tienda de aplicaciones para VisionOS ha sido rediseñada desde cero, y Apple ha animado a los desarrolladores a crear nuevas apps y experiencias especialmente diseñadas para aprovechar las capacidades únicas de las gafas. Esto abre un nuevo mundo de posibilidades para videojuegos, educación, trabajo y entretenimiento, ya que los usuarios pueden sumergirse en entornos virtuales o mejorar su mundo real con información y gráficos aumentados.
Graba y reproduce contenidos en 3D, en 8K y a 180 grados
Como no podía ser de otra manera, Apple ha puesto el ojo en la industria del entretenimiento, donde las Vision Pro tiene un futuro prometedor. Las gafas son capaces de grabar y reproducir contenidos en 3D, en 8K y a 180 grados, lo que hace posible no solo consumir contenido multimedia, sino también crearlo; y ofrece una nueva dimensión en la captura y el disfrute de recuerdos. Por otro lado, tiene la opción de proyectar una pantalla de hasta 100 pulgadas, independientemente de dónde se encuentre quien las lleva puestas.
Además, la compatibilidad del visor con accesorios Bluetooth, como el mando de la PlayStation 5, abre las puertas a una vasta biblioteca de juegos a través de Apple Arcade, así como algunos de los títulos de las tiendas de apps de iOS y iPadOS. Todo esto permite a los usuarios llevar su experiencia de juego a un nivel completamente nuevo.
De momento, aún no existe una aplicación de Netflix o YouTube, a pesar que una de las mejores apps de Vision Pro es precisamente el visionado de películas y series. De momento, Apple ha llegado a acuerdos con Disney y ha producido documentales y vídeos de deportes y conciertos en 3D y 180 grados de visión para mostrar cómo podría ser el futuro de este tipo de retransmisiones. No cabe duda de que la firma de Cupertino tiene un gran reto por delante para convencer a los desarrolladores de que generen aplicaciones capaces de sacar provecho al dispositivo.
Las gafas Vision Pro podrían cambiar la naturaleza del teletrabajo y la colaboración remota.
Las gafas también tratan de hacerse hueco en las reuniones. La aplicación de telefonía con vídeo FaceTime tiene su versión para las Vision Pro, y ofrece encuentros tridimensionales y avatares virtuales que pueden transmitir movimientos faciales y de manos. Esto aumenta la sensación de presencia y cercanía en las videollamadas.
Desde Apple insisten en que su nuevo visor no solo altera la forma en que las personas se comunican, sino que también cambian la naturaleza del teletrabajo y la colaboración remota.
Mientras las Apple Vision Pro empiezan a integrarse en la vida cotidiana de los usuarios, no solo se plantean preguntas sobre la interacción entre la tecnología y la vida personal, sino también sobre la privacidad y la seguridad. El sistema Optic ID, por ejemplo, ofrece una capa de seguridad al analizar el iris del usuario para desbloquear las gafas, autocompletar contraseñas y realizar pagos con Apple Pay. En este sentido Apple ha insistido en su compromiso con la privacidad del usuario.
Las Vision Pro ha levantado debates sobre las implicaciones éticas y sociales de la tecnología wearable o vestible.
Además de sus muchas innovaciones, las Vision Pro también han suscitado debates sobre las implicaciones éticas y sociales de la tecnología wearable o vestible. Las experiencias inmersivas que ofrecen las gafas pueden cambiar fundamentalmente la forma en que las personas interactúan entre ellas y con el mundo, lo que plantea preguntas sobre la naturaleza de la realidad y cómo la percibimos.
En última instancia, las Apple Vision Pro representan más que un nuevo producto; son un manifiesto de Apple, una visión del futuro de la interacción humana con la tecnología. A medida que las fronteras entre lo digital y lo físico se desdibujan, las Vision Pro se posicionan como un catalizador para la próxima generación de experiencias digitales, y alienta a usuarios y desarrolladores a imaginar y crear el futuro de la realidad mixta.
Los usuarios las llevan puestas por la calle, en los restaurantes, en el gimnasio, en el avión… incluso al volante
Con cada nuevo usuario, las posibilidades de las Vision Pro se expanden hacia una nueva forma de concebir nuestro entorno y nuestras conexiones con los demás.
De momento, su elevado precio ayuda bien poco a su popularización y a estimular a un mercado que no termina de despegar. Las gafas de Meta, más económicas, también han sufrido dificultades para alcanzar las ventas deseadas. Según algunos expertos, uno de los obstáculos que parece que están enfrentando el despegue de este tipo de gafas es la incomodidad que causa su uso prolongado.
Para algunos expertos optimistas, estas barreras acabarán siendo franqueadas. A medida que avanzamos hacia este futuro emocionante, es evidente, aseguran aquellos, que las Vision Pro no son solo un producto de su tiempo, sino un preludio de la tecnología del mañana.
Entretanto, las Vision Pro han hecho furor en Estados Unidos; más de 200.000 unidades podrían haberse vendido en la primera semana del lanzamiento. Los pioneros de las nuevas gafas de computación espacial se han lanzado a experimentar con ellas en todo tipo de circunstancias.
Basta con asomarse a las redes sociales para comprobar cómo algunos usuarios, desafiando al ridículo de ir por la calle con una suerte de gafas de buzo, prueban el dispositivo en entornos ajenos al hogar o la oficina. En el restaurante, en el avión, en el parque, en el gimnasio, en los partidos de la NBA… Incluso conduciendo el coche. Ver para creer.