«Recuerdo perfectamente cuando escuché por primera vez en las noticias que a un español lo iban a condenar a muerte por un asesinato del que no tenían pruebas»
Miguel Ángel Silvestre.
Es 16 de octubre y después de tres intentos fallidos, he conseguido cerrar la producción con Miguel Ángel Silvestre que servirá para ilustrar nuestro reportaje de Chico de la Temporada de nuestro próximo número de invierno. No ha sido fácil. En dos ocasiones anteriores nos confirmaron las fechas para fotografiar y entrevistar a Miguel Ángel, las mismas que, pocos días antes de la producción, tuvimos que cancelar debido a los contratiempos consecuentes de intentar cuadrar la ingobernable agenda de un distinguido actor.
Actualmente, Miguel Ángel Silvestre es uno de los personajes más demandados de nuestro país. Hace casi un año que regresó de Los Ángeles, la ciudad donde todo es posible, tras ser fichado por las hermanas Lana y Lilly Wachowski para la serie de televisión Sense8 donde celebró, de la mano de estas hermanas –madres de Matrix- sus diez años en el mundo de la interpretación. Su papel de El Duque en Sin Tetas No Hay Paraíso lo catapultó a una fama desmedida que le abrió las puertas a trabajar con directores de la talla de Pedro Almodóvar y una sucesión de papeles que han hecho de Miguel Ángel un sello de nuestra patria, querido y admirado a partes iguales.
Y es que el actor en cuestión está en un buen momento de su vida. Tras su experiencia americana, Miguel Ángel aterrizó en Madrid para grabar el último capítulo de la serie Velvet Colección y para meterse en la piel del preso español Pablo Ibar para la serie En el corredor de la muerte, una súper producción de Bambú para Movistar +.
Las circunstancias acompañan al ritmo de nuestra cita: cuando hemos terminado una producción de fotos más que sublime con el fotógrafo Valero Rioja, suena el móvil de Miguel Ángel. Es su agente. Miguel Ángel acaba de ganar un Premio Ondas, otro más –y ya van dos- gracias a su interpretación de Pablo Ibar, el preso de origen vasco condenado a pena de muerte en Miami por triple asesinato en 1994. Miguel Ángel da un salto de alegría dentro del estudio y grita entusiasmado “¡No me lo puedo creer! Acabo de ganar un premio Ondas! ¡¡¡AY, QUE NO SE PUEDE SABER!!!” – la expresión de su cara cambia de sonrisa completa a ojos de plato- “Pues ya lo he dicho…” Todos lo felicitamos. La verdad es que nos ha ganado. Desde que Miguel Ángel llegó al estudio de fotografía con la sonrisa puesta, no ha hecho más que conquistarnos con su buena actitud. A todo se ha mostrado predispuesto y agradecido.
Y eso que no ha sido un año fácil para Miguel Ángel, a pesar de haber desatado un huracán de éxitos, el actor tuvo que hacer frente a la pérdida de su padre, a quien se encontraba muy unido: “han pasado unos cuantos años desde que gané mi primer premio Ondas, pero la verdad es que me hace mucha ilusión recibir este premio por muchos motivos. Acabo de llamar a mi madre para contárselo, porque ha sido un año muy complicado para la familia por la pérdida de mi padre… – La voz de Miguel Ángel se quiebra. “Mi padre ha sido un apoyo incondicional para mí. En una ocasión, me enamoré. Tenía 30 años, estaba en pleno rodaje de mi segunda película y no podía dormir. Lo llamé por teléfono, le dije que llevaba tres días sin dormir y sin pensárselo, cogió el coche y tras más de cuatro horas de viaje, se plantó en el rodaje para acompañarme. Recuerdo que me trajo melatonina y a la mañana siguiente, nos tomamos un café, yo me fui a grabar y él se volvió en coche para Castellón.”
Cuando estábamos disparando el primer look de este reportaje, Valero le indicó que ya teníamos la foto y que se podía ir a cambiar de ropa, pero Miguel Ángel no estaba conforme consigo mismo. Su minuciosidad por el trabajo salió a relucir. Quiso darnos una foto todavía mejor de la que ya teníamos y con las cejas arqueadas y levantando un poco las manos le decía al fotógrafo “si no os importa, me gustaría seguir un poco más con este look. Creo que puedo hacerlo mejor”. Claro que sí, Miguel Ángel, esa es la actitud que nos gusta y con la que todo el equipo de producción disfruta trabajando. Cuando la estrella deja de ser una estrella y se convierte en uno más, empatizando con todos los que allí estamos y sabiéndose que forma parte de un equipo que hace que todo funcione.
Silvestre se siente cómodo en set, Valero lo dirige con asombrosa diligencia y él se deja llevar. Las fotografías saltan en la pantalla del ordenador al ritmo de un click por segundo. Jesús Cicero, el estilista a cargo de la producción me mira preocupado y me dice: “Mateo, esto no es normal… va a ser un follón… todas las fotos son buenas. No vamos a saber cuál elegir”. La tarde se nos echa encima. La luz natural exterior se va apagando, pero Miguel Ángel controla el ambiente. Cambia de pose y termina la faena saliendo al encuentro del fotógrafo.
La suerte está echada y la talla del actor se pone de manifiesto con la foto de portada.
El equipo está encantado con él y a las 17:00h de la tarde del miércoles 16 de octubre, la sesión de fotos ya está terminada. Miguel Ángel tiene hambre -como el resto del equipo- así que hemos preparado un catering improvisado. Glovo nos ha dejado tirados 12 poke bowls para los doce currantes que allí nos encontrábamos con toda la intención de comer un poco más sano, pero cosas del directo, nuestro pedido ha sido anulado.
Como por arte de magia, sobre la mesa del comedor del estudio han aparecido varios platos de ensaladilla rusa, una empana de atún, ventresca con tomate y pinchitos morunos. Miguel Ángel lo tiene claro: se queda con la ventresca y el tomate. Los demás agradecemos su decisión y atacamos la ensaladilla rusa y los pinchitos morunos con miradas de complicidad.
Rísbel: Miguel Ángel, mientras me preparaba esta entrevista leí el libro de Nacho Carretero, vi tu serie, busqué información en internet… me documenté, y durante todo el proceso tuve una sensación muy extraña en el estómago: el vello se me erizaba y era inevitable no sentir una profunda sensación de frustración y pena… ¿Cómo te ha afectado a ti la historia de Pablo Ibar y cómo ha sido la experiencia de ponerse en su piel?
Miguel Ángel: Recuerdo perfectamente cuando escuché por primera vez en las noticias que a un español lo iban a condenar a muerte por un asesinato del que no tenían pruebas. Lo que más me llamó la atención en aquel entonces (porque era un niño y la información que tenía era muy superficial), fue que el sistema pudiera llegar a castigar a alguien con su propia vida por un crimen del que carecían de pruebas. Por eso, cuando me ofrecieron este papel, tras hacer dos castings, me di cuenta de que si el director quería que yo hiciese el papel de Pablo Ibar, iba a necesitar un tiempo para darme cuenta si realmente quería contar esta historia o no. En ese momento yo tenía una sensación, pero no una opinión acerca de la historia de Pablo y mi sensación sobre el caso se convirtió en una opinión sobre su inocencia gracias a toda la información que recabé. Creí en su inocencia y me posicioné totalmente en contra de la cadena perpetua y ahí fue cuando me di cuenta que sí que quería contar esta historia y que estaba realmente preparado para contarla, creyendo firmemente en lo que estaba contando. Meterme en la piel de Pablo me ha ayudado a trasladar a mi vida la importancia de lo que significa la libertad.
Por otro lado, la experiencia ha sido muy buena. El equipo de producción de la serie era muy profesional y no edulcoró las emociones en ningún momento, lo que le permitió al director contar la dura y agria realidad.
Rísbel: ¿Hacia dónde te han llevado tus emociones al interpretar el personaje de Pablo Ibar?
M.A.S: Mis emociones fueron muy contradictorias porque, por un lado estábamos rodando escenas muy complicadas y dolorosas, que el hecho de que salieran bien, nos daba mucha alegría, pero lo complicado era la sensación de celebración del buen trabajo, mientras que Pablo continúa en la cárcel. No estaba claro si era pertinente celebrar.
Rísbel: ¿Qué fue lo que te hizo creer en la inocencia de Pablo?
M.A.S: No me gusta ser muy determinante en mis opiniones, porque siempre le dejo espacio a la evolución de la vida y sus circunstancias. Pero sí es cierto que cada vez iba teniendo una opinión mejor formada acerca del caso. Cuando vi la manipulación de la que Pablo fue víctima y la enorme injusticia que se estaba cometiendo me hizo creer en su inocencia. Hay varias pruebas que para mí son del todo determinantes. Cuanto más he ido profundizando en el caso, más me he convencido. Tuve una conversación con Nacho Carretero en la que me enseñó un documento. Una forense facial le contactó por Twitter y le dijo que todo el mundo hablaba de las diferencias
de la cara de Pablo y el asesino, pero nadie comentaba nada de una imagen que para mí es mucho más determinante: una foto de la nuca en la que se ve perfectamente la diferencia entre las orejas: el asesino las tiene separadas y Pablo las tiene juntas. También borraron un vídeo determinante la noche anterior, ¿Quién lo ha borrado? Nadie lo sabe… ¿Por qué después de tantísimos años aparece ADN suyo cuando han hecho como ocho análisis y siempre salía negativo? ¿Por qué le hacen pasar por todo esto? La suma de todas las pruebas que señalan su inocencia tienen el peso suficiente para mí.
Rísbel: ¿Cómo fue recibir la noticia de su sentencia mientras rodabais la serie?
M.A.S: Tuvimos que parar de rodar durante dos días. Todos allí nos sorprendimos de lo involucrados que estábamos con la historia de Pablo. Llevábamos muy poco tiempo ensayando, como tres semanas, y ya empezábamos a rodar y sin embargo la historia del personaje nos había calado hasta los huesos. Todo el equipo creía firmemente en su inocencia, por eso cuando recibimos la noticia de su sentencia nos quedamos todos helados. Sin embargo, todavía albergábamos la esperanza de que todo se resolviera. Recuerdo que el director de fotografía un día nos dijo que había leído en Twitter que uno de los miembros del jurado se retractaba de su declaración y confesó que había sufrido presión para testificar en contra de Pablo Ibar. Cuando nos lo contó nos llenamos de esperanza y ahí fue cuando todos nos dimos cuenta de cómo nos había afectado esta historia.
Rísbel: ¿Este tipo de personajes te dejan una huella para toda la vida?
M.A.S: No sé si para toda la vida, pero sí que es cierto que me acompañará durante mucho más tiempo del que creo. Es inevitable no empatizar con esa fuerza tan mayúscula que tiene el protagonista para aguantar todos los contratiempos que ha sufrido y al final no puedo evitar que algo de él se quede conmigo y perdure en mí.
Rísbel: ¿Cómo ha sido el proceso de elaboración de tu personaje?
M.A.S: Lo primero que hice fue leerme el libro de Nacho Carretero y los artículos que había publicados en la prensa sobre la historia de Pablo. En lo que a mi personaje respecta, los aspectos que tuve que trabajar fueron más técnicos: la expresión de Pablo, su voz, su aspecto… tuve que ver muchos videos de él para poder entender su personalidad y su psicología. Pero sin duda, lo más importante fue trabajar su acento. Viajé a Cuba y conocí a la actriz que iba a interpretar a la madre de Pablo (Laura de la Uz). Ella me abrió las puertas de su casa y ahí empezó la preparación de mi acento junto a Geo, el coach que tenía. Era un actor cubano con el que he trabajado codo con codo. Es una de las cosas que me llevo también de haber participado en esta serie. El trabajo en equipo fue muy bonito.
Rísbel: ¿Qué momento del rodaje quedará para el recuerdo?
M.A.S: El primer día del rodaje grabamos la escena de la conversación “tipo facetime” que tuvo mi personaje con sus padres a través del móvil, cuando estaba en prisión preventiva. Recuerdo que el director no quería que nos viéramos entre los actores así que tenía dos sets de rodaje preparados y en los dos se rodaba al mismo tiempo. Antes de empezar a rodar me hicieron una fotografía que para mí es muy especial. Yo estaba en un rincón escuchando música con un calefactor que desprendía una luz roja muy potente. Estábamos en una nave industrial y hacía mucho frío.
En la fotografía se ve como tengo al director detrás de mí, mirándome con las sombras proyectadas en la pared de la nave. Una de mis películas preferidas es “Cielo sobre Berlín”, en la que se ve como los ángeles están cuidando de las personas y de repente, ese día recuerdo a Carlos aconsejándome entre toma y toma como uno de los ángeles custodios de la película “Cielo sobre Berlín”. Me daba las indicaciones desde un lugar interior con mucha luz, mucho cariño y queriéndome acompañar en el camino. Cada vez que veo esa foto recuerdo ese primer día, el tacto de Carlos para dirigirme, como confié en él desde el principio y cómo me dejé guiar en todo lo que me pidió.
Recuerdo también cuando Tania, la mujer de Pablo Ibar, después de ver la serie, se puso en contacto con Nacho Carretero y le dijo que estaba sorprendida de cómo habíamos acertado a la hora de proyectar la personalidad de Pablo de joven, y qué cómo sabíamos que Pablo realmente era así… ya que no teníamos ningún video ni ningún documento para saberlo. Todo el material que hay es de cuando ya lo condenaron, por lo que el director y yo tuvimos que hacer el trabajo de imaginarnos cómo podía ser el protagonista antes de que ocurriera el crimen, y resulta que acertamos. Este hecho ha sido, sin duda, una de las cosas más bonitas que nos han podido decir sobre la serie.
Rísbel: Si tuvieras la oportunidad de mirar a Pablo a los ojos, ¿Qué le dirías?
M.A.S: Que creo en él y que creo en su inocencia, pero por encima de todo, más que decirle yo a él, me quedaría sentado a su lado a escucharle. Creo que hacerle preguntas en este momento de su vida sería muy invasivo y sensacionalista. De hecho, lo voy a conocer en los próximos meses. Su mujer le dijo que yo quería conocerlo y estoy esperando a que ellos lo crean conveniente para ir a encontrarme con él en Miami. No quisiera robarle mucho tiempo, ya que los presos allí solo disponen de dos días para ver a sus familiares, así que espero ir con su mujer y estar un rato con él para saludarlo y acompañarlo un rato.
Rísbel: ¿Qué fue lo que más te llamó la atención cuando conociste a su padre?
M.A.S: Yo le pedí a la familia conocer a Pablo cuando él estaba en prisión preventiva, pero me dijeron que no le podía conocer en aquel momento, pero sí que podía conocer a su padre. Cuando lo conocí, algo se movió dentro de mí. Fue muy generoso con sus palabras de agradecimiento por la serie. Se mostró muy agradecido de que estuviéramos contando la historia de su hijo en España. También estuvimos ha blando de la situación de Pablo, pero fue una conversación bastante delicada, por lo que prefiero reservarme ese tema para mí. El padre de Pablo es un hombre al que yo había visto en muchos videos y de repente vi en él una enorme fuente de inspiración de ver lo que es capaz de hacer un padre por su hijo.
Rísbel: ¿Cómo describirías la energía de un rodaje junto con Carlos Marques-Marcet?
M.A.S: Muy relajada. Este ha sido uno de los rodajes dónde he sentido más cercana la amistad porque ha llegado en un momento en el que yo estaba preparado para esa amistad. Si tuviera que hablar de otros directores, debo decir que ellos siempre me han ofrecido su amistad, pero creo que en esas ocasiones yo no he estado tan abierto, tal vez por el momento vital en el que me encontraba. En este rodaje hemos hecho una camaradería muy buena con el director de fotografía y con el propio Carlos… ha sido como un encuentro de caminos. En un rodaje surge una energía muy bonita, pero a la vez muy intensa porque … ¡es tan complicado que un plano salga bien! Al final es el resultado de un trabajo en equipo que parece ser un milagro, pero un milagro que sucede muchas veces porque hay mucha gente poniendo la energía para que ocurra. Es un trabajo muy bonito donde hay mucho compañerismo y es precisamente ese compañerismo el que hace que tengan lugar las cosas que más tarde hay que celebrar.
Esta era la primera vez que trabajábamos juntos y me siento muy afortunado porque él trabaja siempre con uno de los mejores actores que yo he visto en mi vida que es David Verdaguer, que es una pasada, así que cuando me dijeron que tenía el papel no me lo podía creer. Yo pensaba: “Cuando un director tiene la oportunidad de trabajar con un actor tan bueno como David Verdaguer ¿para qué va a querer trabajar con otro actor? ¡Si ya tiene al mejor! Fue sin duda un gran privilegio poder trabajar con él.
Rísbel: El 20 de diciembre se emitirá en Movistar + el capítulo final de Velvet Colección ¿Cómo ha sido despedirte de un personaje que te ha acompañado durante estos 5 años (2014-2019)?
M.A.S: Honestamente, nos hemos despedido muchas veces de los personajes de Velvet, porque hemos cerrado cuatro veces la serie y ahora hay “como un último final”, con lo cual los propios actores nos decíamos “¡pero si es que nos hemos despedido
ya cuatro veces!”. Para mí no ha sido un adiós, sino un hasta luego. De hecho el equipo quería hacer una macro fiesta y sacaron flores y a mí, que no me gustan las despedidas dije ¿para qué? ¡Si nos vamos a volver a ver seguro! Lo bueno de esta serie es que Bambú Producciones, la productora encargada de la serie, consiguió hacer un sello muy peculiar y lo ha conseguido de alguna manera porque la gente lo ha visto y lo ha disfrutado durante mucho tiempo. Es una serie que nos ha dado muchas alegrías a los actores porque nos ha abierto grandes puertas gracias al buen gusto de la productora por contar una comedia romántica.
Rísbel: ¿Qué te has traído en la maleta de tu experiencia durante estos años en Los Ángeles?
M.A.S: La suerte de trabajar con las hermanas Wachowski, que son un amor. Tienen mucho cariño y amor para dar.
Rísbel: El streaming de series y películas goza de una muy buena salud: Netflix, HBO, Movistar+, Prime Video, Disney ¿Cómo ves la evolución del mundo de la ficción en plena eclosión de las plataformas VOD (Video On Demand)?
M.A.S: Creo que nuestro país está en un gran momento porque aquí siempre se ha hablado de todas esas historias que tenemos por contar y ahora, hay una gran demanda de esas historias. Gracias a la oportunidad que te ofrecen estas plataformas VOD nos podemos exportar contando nuestras propias historias. En este momento se están produciendo unos productos tan buenos que creo que España está preparada para ser, si no la primera, posiblemente la segunda potencia en el mundo de producción de ficción de calidad. Creo que los actores españoles tenemos una enorme suerte de estar en este país ahora mismo y poder tener al alcance la posibilidad de los Networks (Netflix, HBO, Movistar +…). Sin embargo también es cierto que los actores tenemos una gran responsabilidad, un compromiso muy fuerte por demostrar todo el talento que tenemos, ya que cada vez van a hacer falta más caras nuevas para poder cubrir la gran demanda en producción que hay. Nuestro compromiso está en demostrar todo el talento que tenemos y que somos capaces de contar nuestras historias. Si lo conseguimos, los números reflejarán los resultados y posiblemente nos coloquemos en un lugar privilegiado de una industria que se exporta a todo el mundo.
Rísbel: ¿Qué sueños tiene por cumplir Miguel Ángel?
M.A.S: Creo que los sueños por cumplir tienen que ver con una parte más adolescente de mi vida. Ahora mismo disfruto mucho más de lo que tengo y creo que eso, en su momento, fue un sueño por cumplir. Soy capaz de disfrutar de mi familia, de mis amigos, de los deportes que me gustan y disfrutar con mis amigos de esos deportes… ¿Qué más le puedo pedir a la vida?
Rísbel: Estamos acostumbrados a leer en las entrevistas cuando te preguntan por el amor (¿Miguel Ángel, ¿tienes novia? Miguel Ángel, ¿estás enamorado? ) ¿es que acaso hemos convertido el hecho de estar solteros como algo que tiene que ser pasajero, convirtiendo la soltería en un fracaso?
M.A.S: Yo creo que la soltería no es un fracaso, pero sí que es verdad que cuando estás soltero echas de menos el amor. Cuando he estado enamorado he sido súper feliz y era imparable. Pero creo que … ¡me gusta mucho tu pregunta! muchas gracias, nunca me la habían hecho y es muy bonito que hablemos de esto, pero honestamente, para mí, la soltería no es un
fracaso aunque sí es cierto que la sociedad lo percibe como tal.
En mi caso, cuando estoy soltero tengo muchísimo tiempo para estar con mis amigos, con mi familia, mi gente, para la espontaneidad que me brinda la vida… Por ejemplo, yo encuentro muy excitante ir a cenar solo a un restaurante y que me puedan pasar cosas. Disfruto mucho cenando solo en los restaurantes, de la comida y deleitairme del placer de los sabores en silencio. De hecho, hoy posiblemente, para celebrar el premio Ondas que me acaban de dar, ¡me vaya a un restaurante a cenar solo!.
Entrevista publicada en el número impreso de Rísbel Magazine 13, Invierno 2019
Producción y coordinación: Mateo Carrasco
Texto: Mateo Carrasco
Fotógrafo: Valero Rioja (Mr. Pérez Management)
Estilismo: Jesús Cicero
Peluquería: Belén Ros para I.C.O.N. Spain
Maquillaje: Pedro Cedeño (NS Management)
Asistente de fotografía: Pedro Melo y
Andrés de Barbosa.
Asistentes de estilismo: Ada Bjorg y Fran Odonell
Agradecimientos especiales: Espacio Harley
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