Fagofobia: qué es, causas, consecuencias y cómo superar el miedo a tragar y morir atragantado

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¿Miedo a tragar alimentos sólidos? Te contamos cómo tratar este trastorno alimenticio y las técnicas para superar esta fobia

En la actualidad, existe un gran número de personas que padecen trastornos relacionados con la alimentación. En muchas ocasiones, estos trastornos son difíciles de detectar y pueden evolucionar hasta convertirse en un problema grave, especialmente cuando se desarrolla un trastorno de ansiedad, que puede manifestarse en forma de fobias específicas, como es el caso de la fagofobia.

Lo que para la mayoría de las personas es un momento de disfrute, para otras supone verdadero suplicio, ya que cada vez que llega el momento de sentarse a la mesa creen que se van a atragantar o incluso ahogarse mientras comen. Esto se conoce como fagofobia y, aunque no lo parezca es más común de lo que la gente cree, ya que un 6% de la población sufre esta enfermedad.

¿Qué es la fagofobia?

La fagofobia es el miedo irremediable a atragantarse o ahogarse mientras se están ingiriendo alimentos sólidos o bebidas. La persona que sufre esta enfermedad siente que su garganta se ha hecho cada vez más pequeña y estrecha, por lo que piensa que cuando la comida pase por ella no va a ser capar de tragarla. Esto lleva a que personas que padezcan este trastorno alimenticio mastiquen la comida de manera exagerada y durante largos periodos de tiempo porque creen que así serán capaces de tragarlos.

Esta patología muestra un trastorno por ansiedad y las personas que lo padecen evitan tomar alimentos sólidos por miedo al atragantamiento. En los casos más graves y extremos, los pacientes solo se alimentan de líquidos o derivados, ya que consideran que otro tipo de alimentos podría poner en peligro su vida. Uno de los efectos que padecen estas personas son ataques de ansiedad en el momento en que se enfrentan a los alimentos sólidos.

Causas que provocan este trastorno alimenticio

Sara Navarrete, psicóloga experta en autoestima y dependencia emocional, explica que las principales causas que provocan este trastorno alimenticio “se relacionan con el estrés postraumático, normalmente se ve que en este tipo de pacientes encontramos que o bien por aprendizaje directo o vicario, es decir, por observación ha podido sufrir un atragantamiento o ha visto cómo alguien se ha atragantado. A partir de aquí es cuando se empieza a generar la fobia, el miedo o el estrés”. Partiendo de ese acontecimiento traumático, cada vez que la persona intenta comer o simplemente acercarse a un alimento sólido, recuerda lo ocurrido y muestra sensación de ahogo, ansiedad y síntomas de falta de aire, y por tanto no poder respirar.

¿Qué consecuencias provoca la fagofobia?

Esta enfermedad provoca graves consecuencias negativas para la salud de quien la padece. El resultado más visible que aprecia el paciente son los síntomas físicos que desembocan en la pérdida de peso de manera significativa. Esto se debe a la falta de nutrientes, vitaminas, proteínas y minerales que contienen los alimentos que debido a la fobia el enfermo ha dejado de consumir, provocando problemas en el organismo que ocasionan náuseas, vómitos o pérdida de masa muscular, entre otros. Esta rápida pérdida de peso provoca que aparezcan signos de desnutrición.

En el aspecto cognitivo, esta enfermedad afecta al paciente a través de pensamientos, reflexiones y razonamientos que pueden llegar a desembocar en depresión. Cuando se acerca la hora de comer, la persona con fagofobia está pensando constantemente que no va a poder ingerir los alimentos, provocando estrés y ansiedad en ellos. La persona enferma relaciona el hecho de comer con algo negativo que le ocurre, por lo que poco a poco rechaza este hecho hasta sentir pánico hacia la conducta de ingerir cualquier alimento. Si estos síntomas aumentan día tras días pueden desembocar en una depresión a largo plazo.

Además, la persona que padece esta enfermedad se encuentra ante un trastorno psicológico severo, ya que existen situaciones a nivel social a las que no pueden acudir y que no pueden controlar debido a su miedo a tragar alimentos. Este hecho provoca aislamiento social y que los enfermos se aparten y eviten acudir a reuniones familiares, cenas de empresa o comidas entre amigos.

Técnicas para superar la enfermedad

Lo primero que tiene que hacer una persona que padece este tipo de trastornos alimenticios es ponerse en manos de profesionales que le ayuden a superar su fobia. La meditación es una de las técnicas utilizadas, ya que el paciente usa la mente y el cuerpo para entrar en un estado de relajación profunda y a su vez mantiene la mente tranquila. Durante la meditación los expertos intentan que el enfermo se evada de los pensamientos negativos y elimine el estrés que le provoca pensar en comer. Tanto la parte cognitiva como la parte de exposición son fundamentales en el tratamiento de esta enfermedad. “Se ha visto que la terapia de aceptación y compromiso, la cognitivo conductual y la de exposición está comprobada como un tratamiento eficaz ante este tipo de intervención. Sin embargo, también hay datos a favor de la hipnosis y la relajación”, asegura Sara Navarrete.

Por otra parte, algunos expertos en la materia aseguran que, si la fagofobia procede de un acontecimiento traumático sucedido al paciente o lo ha presenciado en primera persona, una de las técnicas utilizadas para tratar esta enfermedad es EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocessing, en español desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares). ¿En qué consiste? Se trata de una técnica que utiliza los movimientos oculares para superar las experiencias traumáticas. David Lanzas, Psicólogo especialista en ansiedad y traumas, explica que “se ha comprobado que esos movimientos rápidos estimulan ambos hemisferios del cerebro y ayudan a procesar mejor la información”. Por tanto, mediante la terapia de EMDR se pretende disminuir el miedo o la fobia a través de acciones cognitivas.

Además, un aspecto muy importante a la hora de la recuperación de cualquier paciente es la colaboración que muestra su entorno más cercano. Ya que gracias a la ayuda de amigos y familiares el paciente puede progresar hacia la eliminación del miedo a tragar en público. Para ello, es importante que sus allegados no ejerzan presión al paciente durante las comidas, evitando de esta forma que se cree ansiedad por disgustar a los demás.

¿Cómo se detecta que una persona padece fagofobia?

Largos periodos para comer, masticar durante bastante tiempo y partir los alimentos en muchos trozos y a la vez muy pequeños, son algunos de los síntomas para detectar si una persona padece esta enfermedad. Además, esto también puede venir acompañado de sequedad en la boca, mareos, dificultad a la hora de respirar o sudar en exceso.

En definitiva, la fagofobia es una enfermedad que parece poco común pero que está más presente de lo que se cree. La fagofobia es una enfermedad catalogada como trastorno alimenticio y es de tipo psicológico, ya que la persona que la padece tiene la sensación de que se le estrecha la garganta y va a ahogarse cuando trague un alimento.

Sin embargo, realmente no le está sucediendo eso. Esto desemboca en pérdida de peso de manera excesiva y malnutrición, alterando su salud. En casos extremos los únicos alimentos que quieren ingerir son líquidos o comida que no tengan que masticar. Lo más importante cuando crees que padeces esta enfermedad es acudir a un especialista para que te ofrezca sus servicios y que te ayuden a superar la fobia a tragar.

Artículo publicado por Nuria Santos

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