6 cosas que debes de saber sobre el arroz blanco, si es un habitual en tu dieta

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El arroz es uno de los cereales más consumidos en todo el mundo. Es muy versátil y puede adaptarse a una amplia gama de sabores y platos. Además, hay muchas variedades entre las que elegir (más de 120.000 tipos de granos de arroz). Según la publicación Food & Wine, el arroz representa una asombrosa quinta parte del total de calorías que se consumen en el mundo.

El arroz blanco (también conocido como arroz enriquecido) es uno de los tipos más populares. El arroz blanco es un arroz refinado, lo que significa que se ha molido para eliminar la cáscara exterior, las capas de salvado y el germen. A pesar de su prevalencia, el arroz blanco tiende a tener una mala reputación debido a su procesamiento, especialmente en comparación con su primo de grano entero más nutritivo, el arroz integral.

Ya sea una ración abundante de fragante arroz blanco basmati con un curry indio, un delicioso pilaf de Oriente Medio o un plato perfectamente elaborado de risotto a la milanesa con aroma a azafrán, es difícil resistirse a un plato de arroz bien hecho. Este versátil grano es fácil de preparar y combina bien con la mayoría de las verduras y la carne. Y para muchas culturas, especialmente en Asia, es un alimento básico. Si es usted un consumidor habitual de arroz y siente curiosidad por su valor nutritivo, aquí tiene un análisis más detallado que le ayudará a planificar sus comidas y su consumo de calorías.

Es posible que hayas oído describir el arroz blanco como un «carbohidrato malo» o una fuente de calorías vacías. Sin embargo, ¿merece la pena prescindir de él por completo?

Te da más energía

El arroz blanco es una fuente de carbohidratos, que es la principal fuente de energía para el cuerpo. Como el arroz blanco es abundante en carbohidratos, actúa como «gasolina» para nuestro organismo y ayuda en el correcto funcionamiento del cerebro.

Los carbohidratos son metabolizados por el cuerpo y convertidos en energía funcional y utilizable. Las vitaminas, minerales y componentes orgánicos que se encuentran en él aumentan el funcionamiento y la actividad metabólica de todos los órganos, lo que aumenta aún más los niveles de energía.

Tiene menos arsénico que otros arroces

El arroz es un alimento básico de la dieta global, y también es una de las principales fuentes alimenticias de arsénico inorgánico, tanto debido a la forma en que comúnmente se consume y porque a medida que las plantas de arroz crecen, la planta y el grano tienden a absorber el arsénico más fácilmente que otros cultivos alimentarios.

En 2013, la FDA publicó los datos de pruebas realizadas para los niveles de arsénico inorgánico en la mayoría de los tipos de granos de arroz y los alimentos y bebidas a base de arroz que se consumen en Estados Unidos. La agencia realizó pruebas a unas 1,300 muestras de arroz y productos de arroz.

Aunque el arroz blanco es más bajo en arsénico que el arroz integral (ya que las capas externas se eliminan en la fabricación), sigue siendo importante evitar su consumo excesivo y variar los granos. Algunas opciones con menor contenido de arsénico que vale la pena probar son el amaranto, la quinoa, el bulgur y el farro.

También debes fijarte en si los niveles de arsénico son más bajos o más altos dependiendo de la región en la que se cultivó el arroz. Por ejemplo, el arroz blanco basmati de California, India y Pakistán puede contener menos arsénico que otros tipos de arroz.

Una ración de arroz blanco tiene 205 calorías

El arroz blanco no es un alimento dietético, por lo menos, no para perder peso. Con algo más de 200 calorías (1 taza) por ración de arroz cocido, ya estás consumiendo calorías más que suficientes. Si añades a esta ración de arroz las calorías de una ración de carne, pescado, judías o tofu, además de una ensalada o una ración de verduras y condimentos, tendrá una comida considerable.

Ayuda a fortalecer los huesos

El arroz blanco tiene altas cantidades de fósforo, que ayuda a mantener la salud de los huesos, interviniendo de forma positiva en su formación así como en la de los tejidos musculares y en la división de las células. Además, el arroz blanco contiene manganeso, que es uno de los principales componentes para poder tener una buena salud ósea.

Tiene bajos niveles de fibra

El arroz blanco tiene cierta cantidad de fibra, pero muy poca para que sea significativa. Una porción de arroz blanco contiene sólo 0,6 gm de fibra, lo que apenas hace mella en los 25 a 30 gm al día que debería aspirar a consumir. En comparación, una porción similar de arroz integral tiene 3,2 gm de fibra, lo que le permite obtener entre el 10 y el 13% de su ingesta diaria recomendada.

Puedes ser más propenso a desarrollar el síndrome metabólico

Aunque actualmente se necesitan más datos, algunos estudios sugieren una relación directa entre el consumo de arroz blanco y el riesgo de síndrome metabólico.

Según la Clínica Mayo, «el síndrome metabólico es un conjunto de afecciones que se dan juntas y que aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y diabetes de tipo 2».

Entre estas afecciones se encuentran un nivel elevado de azúcar en sangre, exceso de grasa corporal alrededor de la cintura, aumento de la presión arterial y los niveles anormales de colesterol o triglicéridos.

Un estudio publicado en la revista Heart Asia afirmó que quienes consumían más arroz blanco estaban expuestos a padecer el síndrome metabólico hasta un 30% más que quien no lo consumían. Aunque no es grave, sigue siendo bastante significativo. Así que si tienes riesgo de padecer alguna de estas enfermedades, considera cambiar el arroz blanco por otro tipo de cereal.

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