Estas películas para ser más sociable te ayudarán a ver la comunicación desde una nueva perspectiva que podrás aplicar a tus relaciones personales.
Igual que hay series para ser más culto, también existen películas para ser más sociable y comunicativo. ¡O al menos para querer intentarlo! Algunas consiguen que quieras salir de tu caparazón de introversión y timidez. Otras te invitan a ser más seguro de ti mismo y a conocer gente. Hay películas que hablan sobre entablar conversaciones y desarrollar ciertas skills. Sobre personajes que quizás sean solitarios y quieren dejar de serlo. O aquellos que, por el contrario, son súper extrovertidos, hablan por los codos y simplemente son divertidos de observar porque en parte tú también quieres tener un poquito de ese desparpajo. Sea como sea, esta recopilación de películas puede enseñarnos algo interesante sobre inteligencia emocional y comunicación interpersonal. Despiertan nuestra curiosidad, creatividad y nuestras ganas de ser mucho más espontáneos en la vida.
Amélie (2001)
Empezamos nuestra lista de películas para ser más sociable con un clásico que no podía faltar. La joven Amélie Poulain es una chica muy especial, diferente al resto. Cuando cumple 23 años descubre su propósito en la vida: ayudar a las personas a encontrar la verdadera felicidad. En este filme francés, la imaginación, la positividad, el optimismo y el entusiasmo con el que la protagonista afronta la vida, también se contraponen con sus inseguridades y miedos. Esta combinación de emociones y el mundo que construye son muestras de cómo hay ciertos rasgos (más allá de la obvia extroversión), que nos pueden ayudar a desarrollar nuestras habilidades comunicativas sin dejar de ser nosotros mismos.
Her (2013)
Esta película distópica es probablemente una referencia no tan difícil de imaginar en un futuro cercano. Theodore es un hombre solitario y empático que trabaja como escritor de cartas para otras personas. Algo que resulta interesante, puesto que aunque tenga una personalidad muy tímida, consigue expresarse y transmitir muy bien los sentimientos por escrito. Un día decide comprarse un asistente por voz y termina por entablar una relación romántica con esta inteligencia artificial. Her es una película que muestra el significado de las relaciones personales reales y verdaderas. Esas que son de carne y hueso y que a veces nos perdemos por estar sumergidos en un mundo virtual.
Proyecto X (2012)
Como ves, en esta lista tienes un batiburrillo de géneros cinematográficos porque de todas las películas para ser más sociable se puede aprender algo diferente. Aquí nos vamos a la adolescencia pura y dura. La época en la que realmente empezamos a crear nuestra personalidad y en la que es crítico intentar desarrollar al máximo nuestras social skills. Y qué mejor para hacerlo que organizando el fiestón del año. Sí, todo gira en torno a una fiesta de instituto que se va de las manos, pero lo interesante es que el film consigue que incluso los más introvertidos y tímidos quieran experimentar esa diversión.
Mejor… imposible (1997)
Melvin es un escritor odioso y gruñón con un trastorno obsesivo compulsivo. Siempre está amargado y lo paga con los demás, sin sentir la más mínima empatía por nadie. Un día tiene que cuidar al perro de su vecino (aunque detesta a los animales) y a partir de ahí todo empieza a cambiar en su vida y en sus relaciones con la gente que le rodea. Esta película es muy interesante desde el punto de vista de la simpatía y la empatía hacia las personas. Y cómo nuestro carácter y manera de comportarnos puede influir (para bien y para mal) en las emociones del resto y en cómo nos perciben.
El discurso del rey (2010)
Su padre muere y su hermano abdica. El duque de York, de la noche a la mañana, se convierte en rey de Inglaterra con el nombre de Jorge VI. ¿El problema? Su tartamudez le impide hablar en público, ya que ha desarrollado una gran fobia a esta práctica social. Esto le lleva a buscar la ayuda de un experto logopeda que intenta prepararle para uno de los discursos más importantes de su reinado, tratando de eliminar este defecto en el habla. Es una de esas películas para ser más sociable pero sobre todo más comunicativo. Es motivadora e intenta animar a perder estos miedos que a veces nos pueden impedir relacionarnos con normalidad. ¡Y todo con una trama basada en hechos reales!
10 razones para odiarte (1999)
Es el turno de esta comedia romántica adolescente que muestra la desastrosa vida social de Kat. Una joven arisca, que siempre está de mal humor. No se interesa por relacionarse y está especialmente centrada en rechazar a cualquier chico que se le acerque. Por supuesto, además de todo lo que esconde el argumento, la película trata el tema de la confianza. De abrir la mente, quitarse esa coraza que muchas veces nos ponemos y simplemente dejarse llevar por las personas que pueden aportarnos muchas cosas buenas.
Atrápame si puedes (2002)
Esta película que enseña el arte de socializar también se basa en una historia real. ¡Y eso la hace todavía más asombrosa! Cuenta cómo un joven delincuente se hace pasar por distintas personas (usurpando diferentes identidades) con el objetivo de robar millones de dólares. La moraleja no es que haya que estafar y falsificar cheques para conseguir lo que quieras, sino aprender de las habilidades sociales que tenía este personaje y todo lo que estas (aunque fuese por la vía ilegal) le ayudaron a conseguir. La seguridad en uno mismo, la simpatía y el tener claras las metas en tu vida, son solo algunas de las claves que ya puedes ir aplicando a tu día a día.
Crazy stupid love (2011)
Cal Weaver tiene una vida aparentemente perfecta cuando se entera de que su mujer le ha traicionado. En un bar conoce a Jacob, todo un experto en ligues. Empiezan una amistad y también un ejercicio de autoconocimiento sobre cómo es cada uno en las relaciones interpersonales. Cal aprende a socializar con las mujeres, a comunicarse con ellas y a mejorar su autoestima. Mientras que Jacob descubre que Cal también tiene mucho que enseñarle sobre relaciones más profundas y duraderas. Una película que esconde herramientas sobre las destrezas comunicativas y también sobre cómo es socializar a diferentes edades.
El lobo de Wall Street (2013)
Obviando la trama en sí y cómo los excesos nunca son buenos, esta es una de esas películas para ser más sociable de la que se puede aprender sobre diferentes prácticas de interacción. Para empezar, el liderazgo del protagonista. Su seguridad, sus estrategias para persuadir al resto y su capacidad para argumentar son excepcionales. Y eso mismo es lo que lo lleva a la cima. Además, también se trata mucho el tema de la toma de decisiones. La inconsciencia, los sesgos cognitivos y en general cómo puede afectar a nuestras relaciones la forma que tenemos de comportarnos con los demás.
Tres anuncios en las afueras (2017)
Mildred Hayes es una mujer de 50 años que decide encararse con la policía de su pueblo porque considera que no están haciendo todo lo posible para resolver el caso de su hija asesinada. Necesita justicia y por eso empieza por su cuenta una guerra contra ellos. Pero aquí lo interesante y lo que convierte este film en una de las películas para ser más sociable preferidas para aquellos a los que les gusta un buen drama, es el personaje del oficial Jason Dixon. Un hombre que sin duda tiene problemas para relacionarse y sobre todo para comunicarse adecuadamente. Pero que a lo largo de la historia descubre la empatía por la protagonista y empieza su propio viaje de desarrollo y crecimiento como persona.
Parásitos (2019)
Ser más sociable a veces te puede ayudar a conseguir lo que quieres. Que se lo digan a los protagonistas de esta historia intrigante y macabra. Está claro que hay ciertos límites que no hay que sobrepasar en esto de la comunicación, como por ejemplo los fraudes y las mentiras que llevan a esta familia a un desenlace inesperado. Pero aún así, esta película es interesante abordarla desde la actitud de tomar las riendas de tu vida y exponerte a nuevas relaciones interpersonales para conseguir tus metas (aunque aquí hubiese sido mejor quedarse en casa).
El Gran Hotel Budapest (2014)
Esta obra maestra de la dirección de fotografía, la colorimetría y el estilo tan característico de Wes Anderson, es otra de las películas para ser más sociable de las que se puede aprender mucho. En este caso, vamos a centrarnos en el personaje de Gustave, interpretado por Ralph Fiennes. El conserje de nuestro famoso hotel es un maestro de las relaciones. Cae bien a la gente, sabe hablar, argumentar, escuchar y adaptarse a su público en todo momento. Además consigue ese punto intermedio entre lo atractivo y divertido que resulta tan magnético y que hace que quieras quedarte a oír sus historias. Gustave sabe cómo llegar a buen puerto con todo el mundo y cómo quedar bien. Y esto en un contexto de robos y familiares enfrentados, sin duda no viene para nada mal.
Forrest Gump (1994)
Otro clásico del cine de los 90 que es pura superación personal. Gump es la muestra clara de alguien que aprende a ser comunicativo y sociable a pesar de tener dificultades en la vida. Esto le acaba abriendo muchísimas puertas, tanto que resulta incluso un actor fundamental en momentos clave de la historia de los Estados Unidos. Una película para aprender sobre persistencia, empatía y determinación y aplicar todas estas claves a tu vida tanto personal como profesional.
Medianoche en París (2011)
A veces ser sociable te puede llevar a París. O, mejor dicho, al París de los años 20. ¿Cómo no hablar con Picasso, Dalí o Hemingway? Si pudieras conocer a tus personajes favoritos, ¿acaso no pasarías con ellos una noche de copas debatiendo sobre literatura y arte? Pues esto mismo es lo que le ocurre a nuestro protagonista, que en un abrir y cerrar de ojos viaja a tiempos pasados. Una historia sobre la comunicación entre épocas distintas que ayuda a tomar mejores decisiones en el futuro.
El talento de Mr. Ripley (1999)
Si te gustó Saltburn (2023), esta película de 1999 protagonizada por Matt Damon y Jude Law te va a encantar. Aquí un joven también se hace pasar por alguien que no es para conseguir lo que quiere (vamos, un clásico en este tipo de thrillers). Pero se puede aprender mucho tanto del personaje de Tom como de Dickie. Del primero, el arte camaleónico de adaptarse a cada situación y a cada interlocutor. Del segundo, esa facilidad para entablar conversaciones, resultar interesante y divertir a los demás. Por supuesto la trama esconde mucho más. Pero sin duda es una película para ser más sociable que anima a mostrar nuestro lado más extrovertido, pues nunca se sabe si esto nos llevará a dar paseos en Vespa por la Costa Amalfitana (estaría bien, ¿no?).
