La corbata, ese accesorio exclusivamente masculino, símbolo de elegancia y de respeto a las normas del protocolo o incluso a uno mismo. Aquí te dejamos las claves que debes conocer para el correcto uso de la corbata
Cuántas veces los diseñadores han intentado extender el uso de esta prenda al vestuario femenino? Infinidad, más sin éxito. En una mujer esta prenda puede resultar tan ajena como resultaría un vestido en un hombre. Si bien es cierto que desde hace algunos años se ha observado la tendencia a dejar de lado esta prenda (hasta en el mismo Parlamento…), la corbata siempre ha terminado por completar la imagen del traje de ceremonia, negocios o cuando sencillamente, quieres distinguirte por cuidar tu imagen hasta el más mínimo detalle. Así pues, para el correcto uso de la corbata, debemos tener en cuenta:
EL TEJIDO
La regla básica es que las corbatas deben ser de pura seda y jamás, es decir, NUNCA, de fibra sintética. Se pueden admitir otros materiales naturales, como el cachemir, la lana, el lino o las mezclas de seda y lino. Sin embargo, para el día a día de los negocios estas alternativas no son recomendables, ya que, por ejemplo, si una corbata de lana puede parecer exquisitamente italiana, cualquier compañero de “a pie de calle” la puede considerar extravagante y fuera de lugar.
EL NUDO
El mejor nudo es el llamado “simple”. Todas las variantes del Windsor producen un nudo demasiado voluminoso y cuya forma en V no suele combinar del todo bien con el cuello de ninguna camisa. La gran variedad de nudos existentes es innecesaria, “salvo por los nudos pequeños” que son la solución perfecta para los hombres muy altos ya que requieren poca tela.
EL MOMENTO
La corbata es un accesorio pensado y diseñado para lucir con el traje. Si bien es cierto que la tendencia es usar camisas con americana y sin corbata para los looks desenfadados, el efecto puede resultar tan incompleto como el de un jarrón con agua y sin flores.
Tipos de nudos de corbata:
Nudo simple:
El nudo simple o four in hand es el nudo más socorrido de todos. Este nudo es el más adecuado para cualquier tipo de corbata, ocasión, cuello de camisa o incluso estilo. Se trata de un nudo alargado cuyo volumen viene determinado por la anchura de la corbata en su parte central.
Nudo doble:
los hombres que no pueden presumir de mucha altura por cuestiones de genética suelen tener dificultades con las corbatas largas, pero pueden contrarrestar su longitud enrollando el lado ancho varias veces a la hora de hacer el nudo. Esta variante recibe también el nombre de “Albert” o “Príncipe Albert”.
Quien desee un nudo especialmente grande pero alargado (el favorito de los italianos) debería aprender a hacer este nudo, que en su mayor parte es prácticamente igual que el del nudo simple.
Nudo pequeño:
como podíais imaginar, el nudo pequeño es “pequeño” porque se hace con menos vueltas. Así de simple. Al hacerse con menos vueltas, se necesita menos tejido, por lo que la corbata quedará al final algo más larga, por lo que esta variante resultará más adecuada para hombres muy altos o corbatas más cortas de lo habitual.
El nudo pequeño es también muy útil para corbatas con el tejido muy grueso, por ejemplo, de lana o cachemir, ya que el hecho de necesitar menos vueltas evita que el nudo quede demasiado grande.
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