A las puertas de una de las ediciones de los premios Goya más inusuales de todos los tiempos, nos vemos las caras (¡y qué cara…!) con Fernando Valdivieso, el joven actor nominado a mejor Actor Revelación, para conocer de cerca al nuevo bellaco del cine español.
Fernando Valdivieso (Madrid, 1984) tiene un sueño: interpretar a un arquitecto, a un psicólogo, o tal vez a un profesor de colegio, para darle así una alegría a su madre, Josefa, una mujer que desde que su hijo le dijo que quería ser actor está acostumbrada a verlo interpretar papeles de malo.
Su imponente físico y sus facciones duras le han servido para ganarse todos los personajes de malo-malísimo y él no puede más que estar agradecido a su genética, ya que ha sido precisamente esa apariencia de tipo duro la que le ha valido para interpretar a Ray, el antagonista de No Matarás –cinta en la que comparte metraje con Mario Casas y Milena Smit-, y que le ha llevado a estar nominado al Premio Goya como mejor actor revelación en la 35ª edición de los premios. Y es que sólo un actor de la categoría de Fernando Valdivielso era capaz de reducir al omnipresente perdonavidas de Mario Casas a la categoría de nerd para alzarse así con el status de nuevo chuleta del cine español.
Fernando es plenamente consciente de la importancia que tiene saber interpretar a un buen villano. La responsabilidad de sus interpretaciones es absoluta, pues son esas líneas de guión las que crean a los grandes aristas y hacen interesantes las historias. Historias como “La Verdad”, “Cuéntame cómo pasó”, “El accidente”, “Las Chicas de Cable” o “Vis a Vis”, gracias a las cuales el joven madrileño ha ido perfilando con asombrosa maestría sus personajes, ganándose así un reconocido hueco en la pantalla española.
A siete días de que se celebre la primera gala telemática de la historia de los Premios de la Academia del Cine Español, nosotros nos hemos propuesto conocer de cerca a la persona que hay detrás de Ray, y que a pesar de estar nominado a Mejor Actor Revelación, tendrá que ver la gala desde su casa como medida frente a la covid, pero no por eso los nervios amainan…
¿Cómo estás?
Feliz y nervioso, no nominan a uno todos los días a un Goya ¡y menos a revelación!, es una oportunidad y un reconocimiento al esfuerzo y al trabajo de muchos años. La verdad es que estoy muy agradecido y siento que el premio ya me lo he llevado estando nominado.
El próximo 6 de marzo es la gala de los premios Goya, ¿Qué esperas de un día como ese?
No quiero esperar nada, no me gusta crearme expectativas, así no me llevo decepciones; he decidido ponerme un “NO” mental para no entrar en quinielas, ni preocupaciones. Quiero disfrutar de este momento al máximo y vivir la experiencia dentro de las posibilidades que la situación nos permita.
¿Cómo fue el momento en el que te dieron la noticia de que estabas nominado a actor revelación?
Estaba junto al equipo de mi agencia Cram Talent que me representa tanto a mí como a Milena Smit y con David Victori en un bar en Malasaña, habíamos quedado para ver la lectura de los nominados. Por mi aparición tan reducida en la película no tenía ninguna expectativa de que dijeran mi nombre, y cuando salió, todos se echaron encima de mí; hubo risas, lloros, sorpresa.
Además, mi nombre fue el tercero de los cuatro nominados y el de Milena el primero de su categoría, cuando a los pocos segundos salió Milena, pusimos el bar entero patas arriba, la camarera no daba crédito con lo que estaba sucediendo allí a las 11:00 de la mañana.
«Siempre que amas algo y te importa, cualquier opinión que se destile sobre tu trabajo en esa actividad te afecta. Hay críticas constructivas y destructivas, hay críticas que sirven para corregir y crecer y otras que simplemente buscan desestabilizar y dañar»
¿Te afectan las críticas?
Obviamente, siempre que amas algo y te importa, cualquier opinión que se destile sobre tu trabajo en esa actividad te afecta. Hay críticas constructivas y destructivas, hay críticas que sirven para corregir y crecer y otras que simplemente buscan desestabilizar y dañar. Es bueno antes de escucharlas y o leerlas saber desde que lugar proceden para darles o no importancia o darles la que se merezcan, pero sobre todo aceptar que nuestro trabajo no va a gustar a todos por igual y que siempre habrá seguidores y detractores.
¿Qué ha aportado Fernando Valdivieso a su personaje, Ray, y qué ha aportado Ray a Fernando Valdivieso?
Ray me ha aportado cosas maravillosas, el estar en este momento profesional, por ejemplo, el compartir proyecto con David, Milena y Mario, un dream team que se ha dejado la piel y se ha entregado en cuerpo y alma a este proyecto.
El hacerme visible a los ojos de la profesión, darme ese lugar de satisfacción profesional que te hace reafirmarte ante la decisión de apostar por esta vocación.
Pero sobre todo lo que rescato de Ray es el lugar desde el que nació, la forma tan particular con la que nos condujeron David y Gerad Ohms hacia su propósito. Con Ray me quitaron el control de la situación, me llevaron a un lugar no seguro desde el que salieron una fuerza y una veracidad más potentes de las habituales, esa forma de trabajar me hizo estar más al pie del cañón que de costumbre.
¿Qué aspecto de Ray te ha resultado más interesante de explorar?
El vacío de no saber por dónde me iban a salir ni Milena, ni Mario Casas. No teníamos marcas, no teníamos por qué decir el texto, no teníamos límites y eso nos puso en un lugar muy jugoso interpretativamente. Tenías que estar ahí cada segundo o te quedabas fuera del juego. Rodábamos en plano secuencia escenas de más de cincuenta minutos donde nos dejábamos llevar por lo que sucedía, improvisando, como lo haría Ray en mi caso.
¿Cómo te aconsejó David Victori aproximarte a tu personaje?
David no me aconsejo nada, David me subió al borde de un precipicio y me tiró. Él se puso unas gomas en la cintura y grabó magistralmente nuestra caída al vacío. Es un genio, va a dar mucho que hablar. Nos hizo trabajar desde un sitio en el que nuestras emociones y recorrido emocional eran partícipes en el presente para construir al personaje y mimetizarnos con él.
De todos tus compañeros, ¿con quién te gustaría volver a trabajar?
Me gustaría que volviéramos a currar los cuatro; David, Mile y Mario, hacemos un gran equipo. De hecho, siempre que nos reunimos lo hablamos. Quizás la precuela de “No matarás” o algo completamente diferente, pero por supuesto, me encantaría que pudiésemos volver a trabajar de la mano.
Dicen que todas las películas imprimen una huella indeleble en sus actores… ¿qué huella ha dejado en ti No Matarás?
No Matarás ha dejado un poso muy bonito en nosotros, creo que el símil sería el de las personas que han sobrevivido juntos a una catástrofe natural, en el buen sentido, (jajaja). Esa forma de trabajar, el trabajo tan físico que tuvimos que realizar ha creado un vínculo muy especial entre nosotros.
A pesar de que Ray irrumpiese en escena sin que lo esperasen y sin que Mario y yo nos hubiésemos visto antes, entré a matar, como un miura, conseguimos crear algo increíble e improvisar a pesar de lo inesperado. De hecho, yo entré, tiré la puerta abajo, lancé el móvil de Mario por lo aires, que cría era el de atrezo, pero no y comenzó todo. De hecho, hay escenas de ese primer momento en la película.
¿Dónde te veremos próximamente?
Acabo de terminar de rodar un proyecto con el Terrat, Maricón perdido, la adaptación de la vida de Bob Pop a serie y a partir de la nominación han surgido algunas cosillas que iréis sabiendo según vayan formalizándose. Soy muy supersticioso y no me gusta comentar nada sobre futuros proyectos a no ser que esté ya con un pie en el plató.
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