Entrevista a Félix Gómez: «A estas alturas, ya he aprendido a vivir en la cuerda floja y en este estilo de vida, que es un tobogán que sube y baja»

Actor Félix Gómez

Si está a gusto con alguien se le nota enseguida, y si se siente incómodo, se le nota más aún. Félix Gómez reconoce que es un hombre altamente sensible, incapaz de disimular en su rostro las emociones que le provocan aquellos que le rodean. Así es por dentro el actor sevillano que celebra con Rísbel sus dos próximos estrenos: “Fuerza de Paz” (TVE) y “Señor, dame paciencia” (Antena 3).

¿Cómo estás?

Muy tranquilo. Creo que los cuarenta me están gustando. Estoy en un momento de “aquí y ahora” y de disfrutar todo lo que me está pasando. Estoy empezando a entender de qué trataba ese mensaje de “estar presente en el presente”. Antes me pasaba el día pensando “voy a ser feliz cuando consiga esto o lo otro”. Ya no estoy tanto en el futuro. Ahora he aprendido a estar feliz y tranquilo en el presente.

Viajemos cuarenta años atrás, de Madrid a Carmona, Sevilla… cuéntame, ¿Cómo era Feliciano Gómez cuando era un niño?

Yo nací en Sevilla y no llegué a Carmona hasta los diez años, porque mis padres cambiaron de trabajo. Los primeros años en Carmona fueron difíciles porque tuve que aclimatarme. Dejé a mis amigos de Sevilla y llegué a un colegio nuevo en un pueblo nuevo. Ahí fue cuando me di cuenta de que los cambios no me gustan. Feliciano era un niño muy tímido. Tenía un mundo interior muy grande y me gustaba pasar mucho tiempo en ese mundo tan personal. Pasaba tanto tiempo en “mi mundo” que un día mis padres me llevaron al médico porque pensaban que estaba sordo. El médico me hizo una prueba de audición y cuando terminó, le dijo a mi madre: “Señora, su hijo está perfectamente. Lo único que pasa es que le está ignorando”.

¿Cómo era ese mundo interior?

A mí siempre me ha gustado leer y la naturaleza. Cuando era un niño estaba convencido de que podía comunicarme con las plantas y los animales. Me gustaba imaginarme aventuras en las que era un indio y me subía a los árboles.

¿Te sentiste acogido cuando cambiaste de colegio por tus nuevos compañeros?

Primero fui a un colegio en el que mis dos hermanos pequeños no terminaron de adaptarse, y mis padres nos cambiaron de colegio a los tres. El recibimiento en el segundo colegio fue más cálido y acogedor. Recuerdo que, nada más llegar, se me acercó un chico –de nombre David- y me preguntó “¿Quién eres? ¿Te vienes a jugar?” Y hasta hoy. Sigue siendo mi mejor amigo.

¿Cómo era la vida en el pueblo?

Era una vida muy tranquila y apacible. Carmona es un pueblo grande, tiene casi treinta mil habitantes, y es mi casa, el lugar al que acudo para desconectar y reencontrarme con mi familia. Yo siempre dije que si algún día tenía hijos, los quería criar en un pueblo. La gran ciudad me fascina, pero creo que criar a los niños en los pueblos es mucho más constructivo.

Jersey rojo jaspeado de SANDRO

¿Te gustaría ser padre?

Ya lo he descartado, por edad. Soy tío, mis sobrinos tienen ahora entre tres y cinco años. He vivido la paternidad a través de mis hermanos y mis cuñadas, y al ver lo agotados que están no sé si tendría fuerza suficiente para estar a la altura. Sí que es cierto que en un momento me gustó la idea de ser padre, pero ahora mismo he renunciado. Me conformo con ser tío.

¿Qué podemos esperar de Félix Gómez en “Fuerza de paz”?

Es un personaje que va a sorprender. Lo que más me gustó de este papel es que encarna los valores del honor, la honradez y de creer de verdad en una misión y en un propósito de vida. El Teniente Cuesta, mi personaje, me ha enseñado a cómo sostener a un amigo hasta el final, incluso hasta después de la muerte. Hay una pequeña sorpresa, que la tendréis que ver y que va a sorprender mucho por las características del personaje dentro del ejército. Ver a un personaje con esa ternura y dentro del ejército va a sorprender a los espectadores.

¿Qué hay de Carlos, tu personaje en “Señor dame paciencia” (Antena 3), en Félix Gómez?

¡El TOC! (risas). Es una persona que tiene un TOC con el orden y la limpieza. Cuando leí al personaje me hizo mucha gracia, porque, si bien es cierto que esas características en Carlos están muy exageradas, hubo una parte de mí que se sintió muy identificada. Para mí, el orden es una religión, ¡no me cuesta! Si cojo una taza, luego la dejo en su sitio, y si estoy bebiendo, no me cuesta ningún trabajo dejar el vaso en el posavasos ¡no lo fuerzo! Me sale de forma natural. También es cierto que gracias a este papel he aprendido a relajarme un poco con el orden.

Ahora que parece que todo se acaba… ¿Qué conclusiones has sacado de estos dos años de incertidumbre y pandemia?

Creo que esto todavía no se ha acabado, por lo que me resulta difícil sacar conclusiones en este momento. Pero sí que es cierto que me he dado cuenta de la fugacidad de la vida y que todo puede acabarse de un momento a otro como consecuencia de algo tan “insignificante” como un bicho microscópico. Hay que aprovechar el tiempo de verdad. Con la ilusión del primer día.

Total look blanco roto de EMIDIO TUCCI

Si tuvieras que hacer un balance del 2021, este año ha sido…

(Respira hondo y se toma unos segundos para responder). A ver… en lo profesional, ha sido un buen año. En ese aspecto no puedo quejarme. He tenido la suerte de que todos mis proyectos y rodajes se han podido reanudar, por lo que me siento muy afortunado. A nivel familiar, igual. La pandemia no nos ha tocado en mi familia. Solo a mí, y me tocó de refilón. Cogí el bicho y apenas me enteré de que lo tenía. No sufrí ningún tipo de síntoma. Así que a pesar de todo, creo que el angelito que debe estar trabajando en mi protección y en la de los míos se lo ha currado y está trabajando a tope.

¿Y sentimentalmente, cómo te encuentras?

¿Sabes lo que pasa? Que de mi vida privada no me gusta hablar…

¡Cambiemos de tema, entonces! Comenzaste tu carrera como actor hace más de veinte años ¿Qué valoración le das a esta trayectoria delante de las cámaras?

Me siento muy agradecido. Creo que he tenido suerte. Han llegado oportunidades bonitas, papeles que me han conmovido y con los que he disfrutado. Evidentemente, uno siempre puede pedir más. Siempre pienso “me hubiera gustado hacer aquel papel que no me dieron…”. Pero si te soy sincero, a estas alturas ya he aprendido a vivir en la cuerda floja y en este estilo de vida, que es un tobogán que sube y baja. Lo mismo estás arriba y tienes éxito, que estás abajo y tienes que saber vivir ahí.

Jersey verde de cuello vuelto de GUESS
Americana de EMIDIO TUCCI
Pantalón verde de micropana de MIRTO

¿Cómo se gestiona la estabilidad y la tranquilidad en una profesión tan inestable?

Lo primero que tienes que hacer es amar esta profesión. En lo bueno y en lo malo. Igual que cuando dice el cura “en la salud y en la enfermedad”, pues con esta profesión ocurre en lo mismo. Yo he tenido la suerte de que mis agentes y mis padres pusieron los pies en la tierra desde el primer momento, me inculcaron el ahorro y me enseñaron a administrarme y a crearme un colchón financiero. Eso me dio mucha tranquilidad para gestionar bien los momentos en los que no tenía trabajo, porque la despensa la tenía siempre llena. Ahorrar también me ha permitido tener claro que proyectos quería hacer y cuáles no.

Cuando se apagan los focos ¿Cómo es Félix Gómez? ¿Qué aficiones te hacen feliz?

Me he aficionado mucho al crossfit y me encanta la naturaleza, escribir, el teatro… empecé a escribir en Los Ángeles. Escribí dos proyectos de series de televisión y cine. No escribo para dirigir. Me gustaría protagonizar las series que he escrito, evidentemente, pero por ahora solo he pedido estar de show runner en una de ellas… si finalmente sale. A dirigir todavía no me atrevo. Soy muy inseguro.

La inseguridad es un patrón de conducta muy habitual en los actores… esa fortaleza y esa seguridad que proyectáis delante de las cámaras… ¿luego se desvanece?

Bueno, es una manera de ser. Yo llegué a esta profesión casi de rebote. En COU era muy tímido y uno de mis tutores, JJ, el profesor de Latín, me aconsejó apuntarme en el curso de teatro del colegio para trabajar mi seguridad. Al principio me dio miedo, pero el consejo terminó por cambiarme la vida. Sin embargo, ese niño introvertido sigue existiendo. Cuando estoy interpretando, ensayando un papel o preparándome un personaje, siempre aflora mi inseguridad. Pero cuando termino de conocer a mis personajes, me vuelvo muy seguro. Siempre he dicho que el set de rodaje es uno de los sitios donde más seguro me siento. En aquel grupo de teatro del colegio, yo volví a nacer. El escenario ha sido un segundo útero para mí.

¿Cómo cuida Félix Gómez su alma?

¡Uy, chacho! Soy una persona… muy espiritual. Me crie en una escuela católica y fui durante muchos años católico. Pero cuando crecí, aquella religión se me cayó. El catolicismo es algo que respeto, pero que no comparto. Después de mi etapa cristiana he ido dando bandazos de una religión a otra: pasé por encima del budismo y me asomé al judaísmo. Pero lo cierto es que ninguna de ellas me dio la paz que estaba buscando. Creo que ahora estoy en una etapa más pagana. Me gusta más creer en “La madre tierra”, me siento mucho más en paz paseando por el monte y meditando al lado de un río que rezando. Creo que ahora mismo no necesito saber mucho más. Prefiero coger una azada e irme al campo a trabajar la tierra y estar en contacto con la naturaleza que encontrar una explicación en las religiones. Mi abuelo me enseñó la agricultura y mi abuela la jardinería. Cuando tengo las manos clavadas en la tierra y estoy sembrando, establezco una conexión mucho más potente con mi espíritu que con cualquier otra historia que me hayan contado las religiones.

A la derecha, Félix viste blazer de cuadros y vivo negro de GANT
Polo azul marino de EMIDIO TUCCI

En la imagen de la izquierda, traje verde con chaqueta de doble botonadura de The Kooples. Camisa verde de Dsquared2.

¿Y cómo te cuidas por fuera? A parte del crossfit….

Llevo una vida bastante sana desde que soy un niño. Como comida de verdad. No como procesados, ¡excepto la cerveza, que me encanta! No tomo azúcar ¡no me interesa! Pero si algún día me tomo un pastel, pues tampoco pasa nada. No me obsesiono, me lo tomo con tranquilidad.

¿Cuál dirías que es tu mayor virtud como persona y tu peor defecto como actor?

No me considero especialmente bueno en nada, pero gracias a mi mejor virtud, la constancia y la exigencia, puedo conseguir todo aquello que me proponga. Tardé en descubrir que la constancia era mi virtud. Me pasa, por ejemplo, en el crossfit: no soy el mejor en nada, sin embargo, sé hacer todos los ejercicios. Tal vez no sea el que más peso levante, pero puedo hacer cualquier prueba. Esa misma virtud como persona, se convierte en un defecto como actor. Hasta que no termino de florecer con mis personajes, soy muy inseguro y eso me hace estar muy irascible, tanto con el director como con mis compañeros. Me enfado porque no me sale. No soy un mal compañero, pero soy hipersensible e inconformista. Ese nivel de exigencia, como actor debería de relajarlo. El día que consiga eso, voy a disfrutar mucho más de mi profesión.

¿Cómo ves a España en la actualidad? ¿Qué te gustaría mejorar de nuestro país si tuvieras la capacidad de hacerlo?

¡Cambiaría un montón de cosas si pudiera! En primer lugar creo que hay que bajar el volumen a un montón de gente, o “mutearlas”. El nivel de crispación que hay ahora mismo es intolerable y, sobre todo, en ciertos aspectos políticos. Por otro lado, hay algo que también me desagrada enormemente y es ver cómo la gente juzga demasiado a la ligera. Los juicios en las redes sociales me enfadan.

Actor Félix Gómez

Jersey rojo de Sandro

¿Y cómo lleva esos juicios alguien que tiene más de doscientos mil seguidores en las redes sociales?

Para mí, las redes sociales tiene un propósito interesante, pero una vez más, el ser humano ha vuelto a hacer de algo útil un invento odioso. Yo prohibiría el avatar en las redes sociales. Si quieres crearte un perfil con el que vas a opinar, deberías poner tu nombre y apellido. Creo que opinar escondido detrás de un avatar es bastante cobarde. Afortunadamente, yo no he tenido muchos episodios desagradables, tengo unos seguidores muy buenos. Pero veo como atacan a otros compañeros y me parece muy injusto.

Para terminar, háblame de tus sueños… ¿Con qué sueña Félix Gómez?

¡Con algo muy verde! Ahora mismo sueño con una casa en la montaña y un huerto de frutales. Si puede ser cerca de un río… ¡mejor! Me gustaría que fuera en el norte. Necesito que haya bosque, mucha agua y tierra fértil con olor a humedad.

Parece el lugar idílico para criar a una familia…

¡Podría ser! Aunque, como te he comentado antes, creo que ya voy un poco tarde (risas) ¡Se me ha pasado el arroz!.


Producción y texto: Mateo Carrasco
Fotógrafo: Eneko Ingunza
Estilismo: Jesús Cicero
Maquillaje y peluquería: Joel Briand
(Nuria Sáenz Management)
Asistente de estilismo: Andrea Condés.
Agradecimientos especiales a
Gran Hotel Inglés de Madrid y The Life
Crew Comunicación


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