Descubre por qué cuando estamos en grupo, parecemos más atractivos. Estas son las claves y los secretos del llamado «Efecto animadora» según la ciencia
Todos los fans de las ‘sitcom’ recordamos el episodio de Cómo conocí a vuestra madre en el que Barney Stinson les explica a sus amigos lo que es el “efecto animadora”. Si no te acuerdas bien o no lo has visto, te lo resumimos: los amigos están en un bar y ven a un grupo de chicas muy guapas. Todos están de acuerdo en que es un grupo muy atractivo, menos Barney. El personaje interpretado por Neil Patrick Harris trata de explicarle a sus amigos que, si miran detenidamente a cada una de las chicas, pero de forma individual, verán que no son tan guapas como parecen en grupo. Eso hacen. Y su amigo Barney parece tener razón.
Nos haga gracia el chiste o no, ¿existe realmente el “efecto animadora”? La realidad es que sí. Además, cuenta con diversos estudios realizados por investigadores que demuestran que es cierto que parecemos más atractivos cuando estamos en grupo.
¿Qué es el “efecto animadora”?
La definición técnica de este fenómeno es que se trata de una desviación cognitiva que se presenta en un sujeto cuando este observa a un grupo de personas, y les resulta más atractivas en grupo que de forma individual.
Le debe su nombre (como era de esperar) a los equipos de animadoras de los deportes profesionales. Algunos de los más conocidos son del baloncesto, como los Lakers, o del fútbol americano, como los New York Jets. De hecho, se considera que en los equipos de animadoras están las mujeres más atractivas. Esto se produce porque las percibimos como un conjunto, ese sesgo cognitivo del que hablamos.
Por lo tanto, el “efecto animadora” provoca que una persona concreta nos parezca más atractiva cuando está en grupo que cuando está sola.
¿Por qué percibimos a las personas como grupo?
Hay dos leyes de la Gestalt que explican por qué esta percepción de grupo. En primer lugar, la segunda ley de la Gestalt, la ley de semejanza, explica que las figuras que son parecidas tendemos a agruparlas en unidad. Las animadoras visten la misma ropa con los mismos colores y, por ejemplo, suelen llevar peinados similares. De ahí que nuestro sistema cognitivo las agrupe en vez de verlas por unidades.
En segundo lugar, la ley de proximidad, dice que los elementos que se encuentran próximos unos de otros se suelen percibir como un mismo grupo o como un único objeto individual. Por eso, cuando vemos, por ejemplo, a un grupo de chicas en un bar, las percibimos como un grupo en vez de como personas individuales, porque se encuentran próximas las unas de las otras.
¿Qué es lo que hace que seamos más atractivos en grupo?
Los investigadores Drew Walker y Edward Vul realizaron una investigación en la Universidad de California sobre este fenómeno.
Entre los resultados de sus investigaciones, llegaron a la conclusión de que las caras medias nos parecen mucho más atractivas. Estas “caras medias” se forman al percibir las caras individuales como conjunto. Por eso, Walker y Vul establecieron que, si al ver una cara individual nos resulta más parecida a la “cara media”, esa persona nos va a resultar más atractiva.
Llegaron a este resultado mostrando a un grupo de voluntarios unas fotografías de grupo de tres hombres, por un lado, y de tres mujeres, por el otro. Los participantes calificaron el atractivo de cada cara dos veces, de manera aleatoria: en la foto grupal y en una foto individual de cada persona. Tanto en la fotografía grupal de los hombres como en la de las mujeres, calificaron a cada persona como más atractiva al aparecer en la foto grupal que en la foto individual.
¿Cómo usarlo a nuestro favor?
Es muy común utilizar aplicaciones para encontrar pareja, o utilizar redes sociales para conocer gente. Por eso, podemos utilizar el “efecto animadora” para que resultemos más atractivos a aquellos que visiten nuestro perfil.
Ahora es el momento para que añadas, por lo menos, una foto grupal en tus perfiles.
Sobre el tamaño del grupo, los investigadores Vul y Walker establecieron que, cuanto más grande fuese el grupo, más atractivas resultarían las personas que aparecen en la foto. Sin embargo, en su investigación descubrieron que no hay apenas diferencia entre los grupos pequeños y los grupos grandes. Esto se debe a que la calificación de atractivo de cada persona no distaba mucho entre los grupos de cuatro personas, de nueve personas o de dieciséis. Así que, basta con que te hagas una foto grupal ‘chula’ con tus tres amigos más fieles para que parezcas más atractivo.
Ten en cuenta que, como han determinado los investigadores de la Universidad de California, los rasgos comunes resultan mas atractivos que los que son distintos. Por lo que no intentes destacar en la foto, ya que tendrá efectos contraproducentes sobre tu atractivo. El efecto se ve favorecido si en la foto nos rodeamos de personas que sean, aunque sea, ligeramente menos atractivas que nosotros. Aunque esto último suele tener un carácter subjetivo.
La posición que ocupes en la fotografía no importa. Aunque te coloques en el medio o en un extremo, tu cara saldrá igual de beneficiada que la de los demás, por lo que ponte en el lugar que más te guste: donde te veas más guapo, donde se vea tu perfil bueno…
Dónde se utiliza el “efecto animadora”
Vemos el uso de este efecto en el marketing digital. Por ejemplo, al mostrar opiniones de un producto o de un lugar, parece que es más eficiente ocultar las opiniones negativas para generar más ventas o visitas. Sin embargo, mostrar las opiniones negativas hará que las mejores opiniones creen una compensación perceptual frente a las negativas. Así, los comentarios negativos no desalentarán a los posibles compradores, además de proporcionar transparencia y confianza a los clientes.
También se utiliza en la venta de un producto, ya sea en una tienda online o en una tienda física. Lo que se hace es colocar el artículo dentro de una colección. De esta manera, cuando observamos el producto, vamos a combinar sus cualidades positivas frente a la de los artículos que les rodean. Eso hará que nos parezca una mejor opción y acabemos por comprarlo.
Artículo publicado por Laura Martínez
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