Aquí van unos trucos para conseguir las combinaciones estrella de tus looks más informales que nunca fallan.
A todos nos encanta vestir informal, pero hay veces que simplemente no estamos dispuestos a renunciar a esa elegancia que nos hace sentir un poquito más 007 y menos El príncipe de Bel-Air. Lo de ir underdressed no es del todo lo nuestro y aunque ponernos lo más casual del guardarropa nos encanta, siempre hay una vocecilla que nos dice «¿y si todo el mundo va mucho más arreglado que yo?». Ahí es cuando toca replantearse el asunto. Pues tranquilo, porque a los jeans también se les puede dar una vuelta. Y a las Converse. Y al polo. ¡Incluso a tu chándal! Hay ciertos trucos para hacer un poquito de “bibidi-babidi-bu” y que tu outfit tenga muchísima mejor pinta.
Oversize pero bien combinado ¡sí se puede!
¿Se puede ir elegante con sandalias y ropa oversize? Pues es como todo. Depende de cómo combines las prendas conseguirás un efecto o el contrario. Aquí, desde Adolfo Domínguez proponen un combo muy sencillo y minimal pero que da totalmente en el clavo. Tienes tu polo ancho y por supuesto nada de ponértelo con unos jeans ceñidos. Eso bórralo de tu mente. Lo mejor que puedes hacer es apostar por unos pantalones anchos de tiro medio que estilizan la figura. En cuanto a colores, claros arriba y oscuros abajo queda fenomenal. No te olvides del cinturón, que en los detalles está toda la potencia. Y en cuanto a colores, si son neutros, mejor. Ya te sabes el cuento.
Mantén tu elegancia a raya
Otra opción que puedes barajar si no te mola la estética oversize es optar por un corte regular en tus pantalones (pueden ser jeans oscuros o chinos) y una camisa estampada. Aquí, el quid de la cuestión si quieres ser un hombre que viste bien en cualquier ocasión, es elegir una camisa medianamente elegante aunque en el resto del outfit vayas informal. Ya sabes que las rayas verticales estilizan el torso, o sea que pueden ser una alternativa ideal si te apetece jugar con las proporciones.
Con aires semiformales
Las camisas Oxford (la reconocerás por sus botones en el cuello) son una opción súper informal pero aún así se pueden llevar con elegancia. Para ir hecho un pincel, enfúndate en unos pantalones de pinzas de tiro alto. Y si quieres ponerle el broche final, mocasines y nada de olvidarse de adornar la muñeca. A nivel colores: los tierra, neutros y acromáticos (blanco y negro) son los más formales y elegantes. Al menos por lo general. Si te vas a estampados estrafalarios y colores saturados o “poco combinables” te verás en un jardín del que puede ser complicado salir. Para aumentar o rebajar la formalidad, añade capas o cambia el calzado. Por ejemplo, si te pones un suéter y unas zapatillas, irás mucho más casual. Si añades americana y zapato de vestir, estarás ready para ir a la ofi.
Bastante hipster pero muy chic
Los vaqueros rectos por encima del tobillo son el toque informal. Pero tanto la camisa como los mocasines están a mitad camino de una estética más elegante. Por eso, es la combinación perfecta para esos momentos en los que no sabes qué ponerte y tienes que ir ni muy peripuesto ni demasiado desarreglado. Un punto medio está fenomenal. Además, como es un look versátil, puedes añadir complementos como gorras o gorros más informales sin ningún reparo.
El combo por excelencia
Cuando te veas en la tesitura de crear este tipo de outfits, ten en cuenta que cuanto más informal vayas de base, más complementos o prendas formales tendrás que añadir para contrarrestarlo. Y viceversa. Te sabes de memoria el combo de camisa, chinos y americana azul (que es súper versátil y te la puedes poner más allá del traje). Pero aquí estaríamos ante un look que roza lo semiformal o incluso el office outfit. Por eso, añadir unas Converse es la forma de convertirlo en smart casual en un pispás.
Informal pero sexy-elegant
¿Ves? Con tus vaqueros favoritos, sean los Levi’s 501 de hombre o similares, también puedes vestir informal pero con un toque mucho más elegante de lo que piensas. Para empezar, haz que la camisa combine en colores. Añade un cinturón para aportar horizontalidad y crear un contraste entre el top y el bottom. Y, por último, nunca viene mal tener a mano un jersey sofisticado (incluso con un punto naif) como contrapunto para los jeans y las zapatillas casual. Y un detalle que nunca falla: el dobladillo de los pantalones. ¡Elegancia al poder!
Con el color negro no hay pérdida
Algo que también puedes hacer para conseguir este look casual pero con mucha presencia es cambiar los vaqueros por unos pantalones (oscuros o blancos) y las sneakers por unas Chelsea boots o un zapato Derby. En la parte de arriba, ponte un suéter de cuello alto con cremallera (a juego con el pantalón) y lo bordas. No hay nada más sencillo pero a la vez práctico que llevar un look monocromático con el que simplemente haces check en todas las casillas de estilo.
Más chulo que un ocho
Ya sabes que en esto de vestir informal pero elegante, el truco del almendruco está en el equilibrio y si eres un hombre que siempre va en vaqueros y sudadera, aquí tendrás que poner un pelín de tu parte. Solo un pelín. En los vaqueros, cuanto más minimalista sea el fit, mejor. Y en cuanto a la parte de arriba, prueba con un jersey de ochos. Es elegante, muy irish y nunca decepciona en estas ocasiones. Además, en otoño-invierno es una de las prendas por excelencia que puedes añadir a tu guardarropa. Resulta súper atractivo.
Sporty pero resultón
Esta opción es arriesgada pero sabemos que hay muchísimos hombres que aman vestir informal, con chándal 24/7, pero tampoco quieren renunciar a ir elegantes. Por lo general, no se puede tener todo, pero en este caso, estamos muy cerca. Para empezar, debemos partir de la base de que es un look peliagudo de sacar adelante, pero en temas de moda, nada es imposible. ¿La clave? Un chándal más ajustado. Que sea cuidado, con raya vertical para estilizar. Con una caída que se vaya pegando poco a poco al tobillo y una sudadera sin capucha a modo de suéter. Y como layer (y toque) final, una gabardina o abrigo largo para compensar visualmente.
Preppy y listo para despegar
Aquí diríamos que el diablo está en los detalles, pero para bien. Sin duda, los pantalones estilo workwear y la cazadora con vibes de aviador pueden parecer informales. Y, de hecho, lo son. Pero ¿qué me dices de la camisa a cuadros y la corbata de estética preppy? Consigue compensar súper bien todo el look, incluso chocando un poco. Aunque termina de completarse con los zapatos de vestir. Es un combo raro pero si te atreves con él, puedes ser literalmente el hombre “informal pero elegante” mejor vestido del lugar.