El maravilloso arte de saber organizar la maleta cuando te vas de vacaciones para ahorrar espacio y evitar olvidos puede parecer complicado, pero solo es cuestión de que conozcas estos trucos.
Conseguir guardar todo un vestuario de verano en un espacio reducido no es en absoluto una tarea fácil, y lo es menos aún si tus días de vacaciones van de norte a sur y de climas frescos a muy calurosos. “¡¿Qué me llevo?!” La eterna pregunta en torno a la que gira el maravilloso arte de saber hacer una maleta.
A la clásica cuestión de qué echar en la maleta, le acompañan otras como ¿maleta grande o pequeña? ¿equipaje de mano o maleta grande a ruedas? ¿Facturo o me ahorro la cola y la espera y me llevo todo en una mini-maleta? Y es que, planear unas vacaciones para evitar imprevistos empieza por saber qué maleta nos acompañará durante nuestros días de descanso.
1. Haz una lista con tiempo
Escribe en el móvil o en un papel que no vayas a perder, todo lo que creas que vas a necesitar. No es lo mismo irse de safari por Kenia que irse a un resort de lujo en Lanzarte o alquilarte una villa en Formentera.
Sea cual sea tu plan, tus necesidades van a ser muy diferentes, por lo que es bueno que te programes con tiempo y vayas escribiendo en la lista todo lo que se te vaya ocurriendo que vas a necesitar. Así evitarás el clásico pensamiento de «Oh shit! se me ha olvidado…»
Lista de cosas que nunca se deben de olvidar:
- Los cables: cargadores del móvil, de la cámara de fotos, de la tablet, etc…
- Dinero en efectivo y tarjetas
- Pasaporte y DNI
- Adaptador para el enchufe
- ¡Ropa interior!
- Pastillas: el clásico ibuprofeno, paracetamol, etc…
2. Viaja con lo justo y necesario
De verdad, esto es una lección que se aprende con la experiencia. No tiene ningún sentido meter cosas en la maleta que no vayas a utilizar. Los «por si acaso» son totalmente prescindibles. Te ahorrarás ir tirando de más peso del necesario, que te roben cosas que encima ni has usado (seamos sinceros, los turistas somos blanco de cañón) o que te las dejes olvidadas.
3. Lo primero: el calzado
Los zapatos, zapatillas, chanclas, alpargatas… deben ir al fondo y crear la base sobre la que vamos a ir colocando la ropa. Un buen truco es aprovechar el calzado para rellenarlo con calcetines o prendas de pequeño tamaño enrolladas. Después, colócalos cerca de las ruedas en posición enfrentada y completa los huecos libres que quedan entre ellos.
4. El gran bloque de los pantalones
Para conseguirlo hay que centrar los pantalones y dejar que sobresalgan de la maleta los extremos. Una vez esté todo colocado, se van doblando los bordes en capas, unos sobre otros y quedando unas prendas dentro de otras. En este video podrás ver un ejemplo.
5. ¡Enrolla todo lo enrollable!
La ropa es lo que más espacio va a ocupar en la maleta (a no ser que te dediques al contrabando, en cuyo caso, puedes dejar de leer este post). Enrollar las camisetas no solo nos ayudará a que estas tengan menos arrugas sino que además, obtendremos un pequeño bloque compacto que podremos apilar dentro de la maleta.Tu maleta estará más organizada, y en teoría aguantará más organizada durante mucho más tiempo y evitarás desparramar toda la maleta cuando saques la primera prenda.
6. La ropa interior te servirá para rellenar huecos
Así de simple. Ten los calcetines emparejados y hechos una bola uno dentro del otro, y los calzoncillos bien doblados y te servirán para ir cubriendo los huecos que haya en la maleta. Y muy importante, los cinturones bien estirados y en los bordes de la maleta. Nada de enrollados.
7. Las cosas de aseo a mano y los gadgets tecnológicos en el equipaje de mano
Ojo con este punto final, porque no se refiere a lo mismo. La bolsa de aseo debe ir en la maleta, tanto si la facturas como si no, y colocada sobre toda la ropa, de tal manera que cuando abras la maleta, lo primero en aparecer es la bolsa de aseo.
Esto te ahorrará sorpresas de que algún bote de crema no haya podido aguantar la presión y sobre todo, si necesitas echar mano de la bolsa de aseo en una parada técnica, te resulte más cómodo encontrarla. Por otro lado, la tecnología debe de ir siempre en tu equipaje de mano. Así tendrás más cuidado y le evitarás golpes innecesarios.
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