La escalada es un deporte que activa muchos músculos debido a todos los movimientos y ángulos que te ves obligado hacer para superar el reto de alcanzar una determinada altura
La escalada urbana está de moda. Hace años, los que se acercaban al rocódromo lo hacían para entrenarse para ir a la montaña, pero ahora se ha convertido en una actividad desligada del deporte al aire libre. De hecho, los centros de escalada proliferan en España. El portal rocodromos.com recoge 114 locales de escalada indoor en nuestro país. De estos, 30 están en Madrid y 22 en Barcelona.
Estos centros compiten con los gimnasios ofreciendo salas donde entrenar con máquinas o hacer yoga, vestuarios y cafetería para desconectar después de la sesión de entrenamiento.
“El boom vino hace dos años y se ha mantenido. Notamos un repunte cuando se hizo deporte olímpico, pero ya venía de antes. Se popularizó sobre todo por Instagram”, dicen desde el rocódromo que la empresa Indoorwall tiene en Barcelona. “La gente quiere probar cosas nuevas, pero si quieren hacer rafting, por ejemplo, tienen que irse muy lejos. Esto lo tienen aquí al lado”, prosigue uno de los responsables del centro.
Los beneficios de este deporte son muchos. A nivel físico, se ejercitan casi todas las partes del cuerpo: espalda, brazos, piernas y abdomen. A nivel psíquico, supone superarse a sí mismo constantemente. En cada ascenso, el escalador debe decidir en cuestión de segundos hacia dónde ir y qué movimientos hacer para llegar a la cima y no caerse. En consecuencia, se ejercitan también la coordinación y la concentración.
Cada entrenamiento es distinto. Los rocódromos suelen cambiar la disposición de las presas de las paredes cada cierto tiempo para que las subidas no sean siempre iguales. Eso sí, en todas partes se sigue la misma distribución de colores según la dificultad. Los agarres de nivel 1 -los más fáciles- son turquesa; nivel 2, marrón; nivel 3, rojo; nivel 4, amarillo. Y así hasta llegar al nivel 10, el de las vías más difíciles, marcadas con presas de color verde.
Para los novatos, “lo mejor es que al principio prueben con un monitor para ver cómo se hace y si les gusta antes de ir por libre”. Los centros de escalada venden clases de iniciación, pases de un día y planes para socios. Para practicar escalada son necesarios unos zapatos especiales, arnés, que se alquilan allí mismo, “y muchas ganas”, añaden.
Las modalidades principales son el boulder, que se practica sin arneses ni cuerda en paredes de máximo ocho metros, y la escalada deportiva, en este caso en paredes más altas y con protección.
Errores de principiantes
Tener miedo a caer
Caer forma parte de esta disciplina. En la modalidad boulder, los escaladores se tiran una vez han hecho cima, y caen de pie sobre unas colchonetas. Durante la escalada deportiva es habitual usar autoaseguradores, que al bajar te frenan y te descienden de forma segura.
Saltarse el calentamiento
La escalada es un deporte exigente físicamente y requiere de un calentamiento para evitar lesiones. Como hemos comentado, se trata de una disciplina que utiliza todo el cuerpo. Por eso, antes de empezar es recomendable calentar todos los músculos, sin olvidarse de los gemelos y el sóleo, fundamentales para apretar los pies durante la subida, y los abductores para abrir bien las piernas al ascender.
Colocar mal los brazos y ejercer demasiada presión
De forma inconsciente, es frecuente que los escaladores principiantes hagan demasiada fuerza con los brazos y los mantengan doblados. Sin embargo, es mejor mantener los brazos estirados, porque así se cargan menos y se tiene más agilidad. Es recomendable repartir la tensión por todo el cuerpo y ejercer más presión con las piernas. Tienen más masa muscular que los brazos y pueden soportar más carga.
No colocar bien los pies
Muchos escaladores, cuando empiezan, colocan la suela de los pies en las presas. Pero lo cierto es que tanto los zapatos de escalada como las presas están diseñadas para usar la punta del pie. Esta posición da más libertad de movimientos: facilita ponerse de puntillas para llegar más alto y pivotar.
A quién seguir en el mundo de la escalada
Estos son algunos de los principales exponentes de este deporte a los que seguir en sus redes sociales.
Alberto Ginés
Oro olímpico masculino en los Juegos de Tokio 2020, este cacereño es el responsable de muchos españoles se hayan decidido a probar la escalada. En su perfil de Instagram cuelga fotos de sus entrenamientos.
Janja Garnbret
Esta escaladora eslovena de 22 años ganó el oro en Tokio, tiene siete medallas en campeonatos mundiales y tres en campeonatos europeos.
Kyra Condie
La escaladora estadounidense de 25 años es todo un ejemplo de superación. Con 11 años ya era una enamorada de la escalada, pero tuvieron que operarla de escoliosis. Le fusionaron 10 vértebras y le dijeron que no podría volver a escalar. Ella no hizo caso y perseveró. Quedó séptima en los juegos de Tokio.
Adam Ondra
Ondra es uno de los escaladores más prolíficos. El checo compite en escalada deportiva (ha ganado medallas en los campeonatos mundiales y europeos) y en escalada en roca. Es el único en el mundo que ha escalado una vía marcada con la máxima dificultad, 9c. Fue en 2017, en la vía Silence, en Flatanger (Noruega). En su canal de Youtube publica vídeos comentados de sus ascensos.
Artículo publicado por Andrea Llovera
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