Ballantine’s 10 American Barrel: un brindis por la paciencia y la excelencia en la era de la inmediatez

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El tiempo es un componente esencial en la elaboración un whisky de calidad, y en este caso, Ballantine’s 10 nos muestra con incuestionable maestría por qué esperar una década vale tanto la pena

«Perdón por la espera», se disculpa Ballantine’s en la nueva campaña de Ballantine’s 10 American Barrel, pero rápidamente nos damos cuenta de que no hay nada que perdonar. En una época donde la gratificación instantánea es la norma, Ballantine’s reivindica el valor de la paciencia y celebra el envejecimiento de 10 años en la elaboración de su nuevo whisky premium.

Ballantine’s 10, como muchos de los placeres más exquisitos de la vida, no puede apresurarse. Necesita tiempo para reposar, para envejecer y para madurar hasta alcanzar su potencial completo.

Y es que, en el sinfín de destilados que conforman el universo del whisky, Ballantine’s, el whisky escocés más vendido en Europa, ha lanzado Ballantine’s 10 American Barrel como una expresión innovadora que añade una nueva dimensión a su ya cuidado porfolio.

Desde su creación en 1827, Ballantine’s ha sido reconocido por su indomable espíritu innovador y su dedicación a la excelencia. Con Ballantine’s 10 American Barrel, la marca vuelve a elevar el estándar, fusionando el robusto sabor del whisky escocés añejado durante una década con el sutil encanto de las barricas de roble americano.

Esta propuesta premium para los amantes del buen whisky ha sido diseñada especialmente para aquellos paladares que anhelan explorar nuevas fronteras en el universo de los sabores y aromas más exigentes, a través de un viaje sensorial entre ambos lados del Atlántico.

Ballantine’s 10 American Barrel se presenta como la alternativa de alta gama perfecta dentro del segmento súper premium. Los diez años de maduración del whisky revelan una expresión fresca y única de Ballantine’s. El roble americano, conocido por su habilidad para impartir sabores dulces y profundos a los licores, juega un papel crucial en la personalidad de esta bebida.

Es en este matrimonio transatlántico de sabores donde el whisky se distingue realmente. En cada sorbo de Ballantine’s 10 American Barrel nos encontramos con notas de vainilla, caramelo y toffee, subrayando la dulzura que otorga el añejamiento en roble americano. Este desfile de sabores se complementa con el sabor ahumado y robusto del whisky escocés, creando un equilibrio armonioso perfecto en boca.

Ballantine’s 10 American Barrel es un ejercicio perfecto de armonización entre tradición e innovación, un equilibrio sutil y meticuloso que se traduce en una exquisita y audaz expresión de whisky. Esta nueva referencia de Ballantine’s se vertebra sobre los pilares de la artesanía y la innovación, la calidad y la tendencia, el sabor y la actitud.

Su marcado carácter americano, que impregna cada gota de este destilado, se une a la innovación organoléptica que Ballantine’s ha buscado en esta aventura de sabor.

Este excepcional destilado llega a España por primera vez, siguiendo la filosofía ‘Stay True‘ de George Ballantine, el fundador de la marca. Esta esencia refleja la convicción de que no hay una forma incorrecta de hacer whisky, siempre que se siga la pasión y se mantenga la integridad en cada paso del proceso.

Según Javier Aylagas, Senior Brand Manager Whiskies de Pernod Ricard, “esta nueva referencia supone 10 años en reposo detrás de cada gota”. Y no hay duda de que el tiempo es un elemento crucial en la elaboración del whisky. Esta afirmación subraya aún más la especial naturaleza del Ballantine’s 10 American Barrel. “La distinción de Ballantine’s 10 American Barrel es aunar dos mundos: nuestro origen escocés con el estilo americano. Un regalo para tomar combinado, con hielo o solo.»

Ballantine´s 10 recalca el valor del tiempo en la creación de un destilado excepcional. Cada uno de los 10 años que el whisky pasa en reposo es un año en el que se vuelve más rico y complejo. Cada año es un paso más hacia la perfección, un año en el que la calidad del whisky se eleva a su máxima expresión haciendo que la espera haya merecido la pena.

Artículo publicado por Mateo Carrasco

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