Este es el éxito de las zapatillas Munich, contado por su CEO, Xavier Berneda

Zapatillas-Munich

«El secreto del éxito de las zapatillas Munich reside en ser muy serios con el negocio familiar, pero sobre todo, honestos»

Las zapatillas Munich son un negocio familiar que ha ido consolidándose tanto en el España como fuera de nuestro país desde hace décadas. De hecho, ya está registrada en 50 países, y no solo se centran en calzado deportivo. Estas zapatillas deportivas han conseguido un lugar privilegiado en el ámbito de la moda streetwear, apostando por modelos de todos los estilos y nuevas categorías en su línea de productos como óptica y complementos.

La icónica X hace referencia al zigzag de las antiguas costuras. Lo que en su origen fue Berneda hoy se conoce como Munich y lleva más de 80 años en el mercado. Se mantiene fiel a sus valores y propósitos de dignificar el oficio del zapatero, pero sin dejar a un lado la innovación. Fueron los primeros en abrir la tienda online y hoy ya puedes pedir sus zapatillas hasta en Glovo.

Los hermanos Berneda no se han quedado atrás en el creciente movimiento de apuesta por la sostenibilidad y responsabilidad social. En 2015 fundaron DUUO, una marca de calzado y sandalias veganas comprometida con el desarrollo sostenible y el medio ambiente que apuesta por el público joven. “Es el presente de muchas personas y el futuro de otras”, asegura Xavier Berneda.

Con motivo de la apertura de su tienda XXL en el C.C. Viladecans The Style Outlets, en Barcelona entrevistamos a Xavier Berneda, cofundador y CEO de Munich para saber más sobre los orígenes, éxitos, desafíos, el mundo digital y su nueva apuesta por un calzado vegano.  

Xavier, ¿cuándo tuviste claro que querías continuar con el negocio familiar?

“Desde pequeño, ya con 10 años decía que quería ser director general de Munich. Era un poco “comunista”, no entendía por qué mi familia tenía cosas y los demás no. Me parecía alucinante con la gente que iba de vacaciones, vacaciones que en aquella época eran en la playa de aquí al lado, no era irse a las Maldivas. Eso me tenía un poco obsesionado. Era una obsesión por dirigir la compañía. Yo viví de pequeño con mis abuelos una parte de mi vida por un tema familiar y después me fui a vivir con mis padres. Mi abuelo era director general y fundador, fundó la empresa en el 39 como un modelo de salir de un campo de la Guerra Civil, de reeducación nacional y como su madre era de Valencia sabía hacer espardeñas. Se orientó a la fabricación de calzado deportivo y empezó con la empresa, a hacer una fábrica, luego dos… abrió tiendas y es donde estamos ahora.

El negocio familiar tiene 84 años, pero al principio no se llamaba Munich, se llamaba Berneda. El modelo Munich era un modelo de zapatillas de fútbol, había que buscarle un nombre y pusieron Munich. Por esa época la gente no compraba botas de fútbol de marca. Iban a la tienda y decían dame un chándal, dame un chubasquero, unas espinilleras… Ahora vamos y pedimos de la marca. En aquella época eran modelos de usabilidad (…) y teníamos que ponerle un nombre para diferenciarnos.

¿Cuál crees que ha sido el factor clave del éxito continuo de las zapatillas Munich?

No sé si hay un solo factor clave, pero creo que ser muy serio en los negocios e intentar ser honesto. Hay decisiones que pueden producir daños colaterales a clientes o a trabajadores pero nos toca tomarlas. Pero sí, ser muy serio en los negocios, levantarte pronto, trabajar, trabajar, trabajar y no tener miedo a los cambios. Al final, al empezar online todo el mundo estaba asustado, hay que estar preparados para esos cambios que te llegan.

¿Cómo ha afectado ese mundo digital a Munich?

A nosotros nos ha afectado mucho, fuimos los primeros en abrir la tienda online. A nosotros los clientes nos tildaban casi de piratas del caribe. Teníamos claro que le mundo iba para allá y teníamos claras las decisiones, el tener un contacto con el consumidor final, tener su número de pie, su mail o su número de móvil. Yo tenía muy claro, no tan como direct consumer, pero sí una parte importante de mi negocio. Evidentemente no dejo de lado el canal tradicional porque me da posicionamiento, me compara, compito con mi competencia y quiero ganar. Pero el online para dirigirme directamente al consumidor en una ventaja desde hace muchos años. La primera vez que abro la tienda online estamos tildados de “loteros o puteros”, era PornoTube que se pagaba o lotería de Malta, y nos cobraban el 6% de comisión en la visa. Lo recuerdo perfectamente, y con Banesto, un banco que ahora ya ni existe. He pasado la travesía del desierto. Ahora nuestro negocio está en más de 5 Millones online nuestra página, pero la primera vez que abrimos la tienda estábamos en 316 euros al mes, es nada. Eran cinco pedidos y encima los hacíamos mal, los hacíamos tarde y nos equivocábamos en muchos aspectos.

¿Cuál ha sido el mayor desafío al que te has enfrentado?

La sucesión, sin duda. Los problemas de una compañía son de piel siempre. Cuando una parte de la familia que hereda no están de acuerdo con la gestión y a mí me despiden de mi empresa. Acabo seis meses fuera de la compañía y tengo que recomprarla. Es un momento difícil para mi familia muy muy cercana, mi unidad familiar, mis hijos, mi mujer, y para todos. Ves sufrir a los trabajadores porque no te ven a ti, no saben dónde va a ir la compañía. Al final tenemos que tener claro que estamos dándole trabajo a mucha gente y una estabilidad emocional. El que cobren cada mes, tengan tranquilidad, que vean que la compañía crece y que pagamos nuestros impuestos. Salimos en la prensa con buenas noticias no por malas, eso te genera a ti como trabajador el levantarte por la mañana y venir con una sonrisa a trabajar. Solo se valora a veces cuando estás fuera. Pero estas dentro uf, yo me puedo ir de vacaciones, tengo planes de futuro, puedo cambiarme de coche, pagar una buena universidad a mis hijos y puedo irme a algún buen restaurante. La vida es un tránsito, y al final el protagonista se muere, somos nosotros. Tú puedas hacer la vida lo más placentera, que no significa que no tengas que sufrir problemas en el trabajo y tengas que trabajar y currar, pero dentro de eso, tener momentos de verle color a la vida.

¿Qué es lo que más te entusiasma del futuro de Munich?

Vosotros. El equipo de personas que tengo a mi alrededor. Me fascina la gente con la que trabajo. Tengo la suerte de que la he escogido yo, no me ha tocado como la familia (…).Me fascina compartir espacio con Xavi Ordoñez, con mi directora de RT, con recursos humanos y todos los valores que me aportan. Yo no soy el mejor de logística, no soy el mejor de recursos humanos, soy una parte importante de la compañía, pero todos los días estoy aprendiendo de ellos. Eso me parece de lo más guay que tengo.

Con respecto a la marca DUUO, ¿cómo surgió la idea y qué te impulsó a llevarla a cabo?

Como tal surge porque un cliente te pide una cosa y no se lo quieres hacer con tu marca. Acabas montando una marca, como éramos mi hermano y yo le ponemos DUUO de nombre y empezamos a hacer un producto que nos pide que no tenía sentido, pero como es un gran cliente lo hacemos. Empezamos a facturar medio millón de euros y dijimos que había que llenarlo de contenido. Tenemos una botella de agua, por qué compras una marca y no compras otra, por qué es con gas y no es sin gas. Alguien por qué bebe san peregrino o Vichí Catalá. Vichí Catalá tiene unos atributos y San Peregrino tiene otros. Me gusta más que esté salinizada o menos. Tenemos que darle unos atributos siempre. El mundo va para acá, tenemos que construir una marca que dé de comer a la empresa a partir de dentro de 20 años y de esto va. Es el presente de muchas personas y el futuro de otras. Tenemos políticos de una parte de este país que no lo ve, a esta gente les llamo “mentalidad de energía solar”, porque amortizas la placa y luego en 10 años tienes 60 o 70 y les da igual, no quieren poner la placa. Los de mentalidad de energía solar no se dan cuenta, pero teníamos que construir una compañía que tuviera longevidad en el tiempo, una marca que perdure y que de valor al país y el territorio. El territorio es todo, desde la fábrica de Túnez, las tiendas de Madrid, la fábrica de Elche o la de Barcelona. De eso va esto, hay un tema y nos proponemos a hacerlo y trabajarlo bien, con tejidos reciclados, un equipo de diseño aparte, un director aparte, una tienda aparte. También vamos a intentar compartir, compartimos este espacio y compartimos en breves parte de la T-4 para que la gente conozca la marca, tenemos que comunicarla. “Munich es mi mujer y DUUO mi amante” (esto lo dijo al principio en la presentación, pero aquí puede quedar bien).

Para terminar, ¿cómo definirías Munich en tres palabras? Una muy clara es calidad. No lo defino yo, hemos preguntado a la gente sobre la calidad. Somos bastante originales, no nos parecernos a otras marcas. Y otra parte es oficio. Yo estoy muy obsesionado en que se han perdido los carpinteros, los fontaneros, ahora todo el mundo quiere ser director de marketing. Tienes en casa que te haga la reforma un carpintero con 63 años y va a cerrar la carpintería. Hay más, pero este mes creo son estas tres con las que me quedo.

Artículo publicado por Marta Rubio

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