Modo oscuro Modo claro

7 señales emocionales que indican que te estás desenamorando de tu pareja (aunque aún no lo sepas)

cómo saber si me he desenamorado de mi pareja 7 señales para descubrirlo cómo saber si me he desenamorado de mi pareja 7 señales para descubrirlo

¿Sigues enamorado o solo estás acostumbrado? Hablamos con una psicóloga experta en relaciones de pareja para mostrarte 7 formas para saber si el amor se ha ido.

El desamor rara vez llega de golpe. A veces no hay discusiones ni infidelidades. Simplemente, un día te haces la pregunta incómoda: ¿sigo enamorado de mi pareja o solo sigo aquí por inercia? Si has llegado hasta esta duda, es porque buscas respuestas más allá de los clichés. No se trata solo de si hay deseo o si haces planes en común. El amor —el de verdad, el que permanece— se manifiesta de maneras más sutiles. Luisa Pilar Modroño Iglesias, psicóloga sanitaria experta en relaciones de pareja en «Ponle Solución» nos dice cuáles son las preguntas que debemos hacernos para saber si seguimos enamorados de nuestra pareja… o no. Y, sobre todo, qué hacer con esa verdad.

Sientes que ya no creces dentro de la relación

Una de las señales más reveladoras del desamor no es la falta de pasión, sino la sensación de estancamiento personal. Si sientes que tu evolución se detuvo, que tus inquietudes no tienen espacio, que la relación ya no te impulsa a ser una mejor versión de ti mismo, es posible que el amor se esté apagando.

Una relación amorosa madura debe ser un espacio donde podamos expandirnos, no reducirnos. Si te sientes más libre, más tú, más creativo cuando estás solo que cuando estás en pareja, tal vez ya no hay amor, sino apego o miedo.

Hombre lleva en brazos a una mujer inconsciente en una escena clásica en blanco y negro, evocando roles tradicionales de pareja

Dejas de sentir curiosidad por el otro

El amor implica interés genuino: por lo que piensa tu pareja, por cómo se siente, por sus pequeñas manías. Cuando esa curiosidad desaparece —cuando dejas de hacer preguntas, de sorprenderte con sus respuestas, o simplemente de mirar— estás perdiendo algo esencial.

No se trata de controlar ni de “seguir enamorado” como en los primeros meses. Se trata de ese deseo profundo de seguir conociendo al otro incluso cuando ya crees conocerlo todo. Si ya no te importa, es probable que algo se haya roto.

Te sientes más tú cuando estás lejos

No es raro que las personas se desenamoren en silencio mientras mantienen intacta la rutina. Pero si notas que respiras mejor cuando estás fuera de casa, que tus momentos de mayor claridad, bienestar o alegría ocurren lejos de tu pareja, no lo ignores. El amor no debería ser una carga ni una jaula.

«Hay ocasiones en que el amor se mantiene aunque se deteriore la relación, llegando a ser muy nociva y dolorosa. En esos casos las rupturas requieren que se restaure la autoestima y el proyecto individual, así como romper mitos del amor romántico como “el amor lo puede todo”»

Luisa Pilar Modroño Iglesias, psicóloga sanitaria en «Ponle Solución»

Cuando estar juntos se convierte en un compromiso silencioso que te desgasta, incluso sin peleas ni dramas, quizás ha llegado el momento de revisar si esa relación sigue teniendo sentido.

Empiezas a relativizar el futuro en común

Otro indicador clave es la disolución progresiva de un proyecto compartido. Si antes te hacía ilusión planear viajes, reformar la casa o hablar de lo que haríais en unos años, y ahora ese futuro se vuelve borroso o prescindible, probablemente el amor también lo esté siendo.

El futuro no tiene que estar milimétricamente planificado. Pero si eres muy consciente de que tu relación de pareja es aburrida, te da igual si esa persona está o no está en él, es una señal poderosa de que la llama emocional ya no quema como antes.

La ternura ha desaparecido… incluso en los gestos más simples

La falta de intimidad no siempre se mide por la frecuencia sexual, sino por la ternura espontánea. ¿Aún te nace acariciar su espalda mientras cocina? ¿Compartís una mirada cómplice sin necesidad de hablar? Cuando esos gestos desaparecen —y no por cansancio puntual— algo se ha roto.

«El deseo sexual es un componente no solo de la pareja, también individual. Cada persona se mueve en unos rangos distintos de lo que necesita para sentirse satisfecha. Es algo en lo que se puede trabajar. A nivel de pareja, el deseo sexual va evolucionando y se puede incentivar si es lo que ambos desean hacer.»

Luisa Pilar Modroño Iglesias, psicóloga sanitaria en «Ponle Solución»

Y ojo: a veces mantenemos relaciones sexuales sin deseo ni conexión (esto es más común en el caso de las mujeres…) Lo hacemos por compromiso o por rutina. Pero sin ternura, sin presencia emocional, el cuerpo solo actúa por inercia.

El respeto se ha erosionado (aunque nadie lo note)

En muchas parejas que ya no se aman, el respeto se convierte en un simulacro: no hay gritos ni insultos, pero tampoco hay verdadera escucha, ni admiración, ni cuidado. Cuando uno de los dos empieza a desvalorizar lo que el otro hace o dice, incluso en silencio, el amor está en crisis. Y es que a veces, no es necesario que tu pareja te haga sentir mal… sino que, simplemente, le das igual (o te da igual) y finges cordialidad por «tener la fiesta en paz».

Pareja sentada en la cama evitando el contacto visual, reflejando distancia emocional en la relación

No hay amor sin respeto mutuo. Y el respeto no es ausencia de conflicto: es presencia de empatía, incluso en el desacuerdo.

Ya no te haces la pregunta “¿cómo puedo cuidar esta relación?”

Cuando una relación está viva, incluso en sus momentos más difíciles, existe una preocupación genuina por cuidarla. Si esa inquietud ya no aparece en ti —si ya no te preguntas qué puedes hacer tú para mejorar, si simplemente dejas que todo fluya hacia abajo— es señal de que emocionalmente ya has empezado a irte.

Entonces… ¿Qué hago si me estoy desenamorando?

La primera respuesta es: no te precipites. El amor cambia de forma con el tiempo. Muchas veces confundimos maduración con desgaste. Otras veces, simplemente estamos cansados o atravesando una etapa personal complicada. Antes de tomar decisiones radicales, es importante escuchar, entender y evaluar. La terapia individual o de pareja puede ser clave para arrojar claridad.

«Muchas veces se comienza a trabajar con dudas y es el proceso terapéutico el que clarifica si es un bache puntual o no se quiere continuar siendo pareja»

Luisa Pilar Modroño Iglesias, psicóloga sanitaria en «Ponle Solución»

Si después de ese proceso sigues sintiendo lo mismo, entonces es momento de preguntarte: ¿merece la pena quedarse? ¿Qué lecciones me ha dejado esta relación? ¿Estoy siendo honesto conmigo y con la otra persona?

¿Y si tengo hijos o una vida en común?

Cuando hay hijos, patrimonio o años de vida compartida, la decisión es más difícil, pero no imposible. No se trata de romper por impulso, sino de tomar decisiones conscientes. A veces, la mejor forma de cuidar a los hijos es dejar de vivir en un ambiente emocionalmente muerto. Otras veces, la relación puede transformarse y evolucionar. Todo depende del grado de compromiso y deseo de reconstrucción de ambos.

Saber si te has desenamorado no siempre se siente como un “clic”. A veces es una erosión lenta, un silencio que se instala, una mirada que ya no brilla. Pero dentro de ese vacío también hay una oportunidad: la de conocerte mejor, de elegir con más verdad, y de vivir el amor —el de pareja o el propio— con más conciencia. El amor no siempre dura para siempre, pero la forma en que decidimos tratarlo dice mucho de quiénes somos.

Publicación anterior

¿La nueva obsesión de Netflix? Scott Frank resucita el Departamento Q en clave de thriller psicológico

Publicación siguiente
CUPRA Terramar e-HYBRID 204CV

Tiene etiqueta Cero, 123 km eléctricos, más maletero que muchos SUV premium y cuesta 34.500 €: así es el nuevo SUV híbrido de CUPRA