¿Involucrar a tus amigos y familiares en los negocios y el trabajo estropea la relación?

relaciones-familiares-y-de-amigos-y-el-ambito-laboral

Las relaciones familiares y de amigos y el ámbito laboral: ¿Son compatibles?

El emprendimiento es un viaje desafiante, cargado de incertidumbres y altos riesgos. No es de extrañar que muchos emprendedores busquen la compañía y apoyo de aquellos con quienes se sienten más cómodos: familiares y amigos. Pero, ¿es realmente recomendable emprender con un familiar o amigo? Y si es así, ¿cómo podemos gestionar esa relación para evitar dañarla?

Primero, entendamos por qué los emprendedores tienden a considerar a sus seres queridos como posibles socios comerciales. La confianza y la seguridad suelen ser las razones principales. Conocer bien a una persona, sus fortalezas, debilidades y estilo de trabajo puede brindar una sensación de seguridad en el impredecible mundo del emprendimiento.

Además, existe un grado de lealtad y compromiso inherente que a menudo se asocia con las relaciones cercanas, que puede actuar como una red de seguridad emocional durante las etapas más difíciles de la creación de un negocio.

Pero, por otro lado, esta proximidad puede convertirse en un arma de doble filo. Los problemas comerciales pueden fácilmente traspasar la línea hacia el ámbito personal, y viceversa. El estrés y la tensión de manejar un negocio pueden poner a prueba incluso las relaciones más fuertes. Además, en caso de que el negocio no funcione, no sólo estará en juego el emprendimiento, sino también la relación personal.

Negocio con familiares y amigos: ¿una apuesta segura?

Si te has planteado comenzar un negocio con una persona cercana a ti, ya sea un familiar o un amigo, será porque tienes un vínculo especial o una muy buena relación con esa persona. No es posible que te hayas imaginado trabajando con alguien que te ha provocado sufrimiento, que te ha traicionado o con quien no tienes demasiada confianza. Solo tú sabes el tipo de relación que tienes con la persona o las personas con las que quieres emprender un negocio.

Es bueno que actúes de manera precavida por miedo a perder esa buena relación o a esa persona o personas. Por eso, te habrás imaginado un montón de escenarios con el objetivo de saber si estás eligiendo bien a la persona con la que quieres comenzar el negocio. Y está bien, pero no te dejes llevar por las emociones y te imagines escenarios irreales o catastróficos. Esta bien que hagas un análisis y un balance de la situación, pero siempre manteniendo los pies en la tierra.

Trabajar con amigos o familia puede ser una enorme fuente de satisfacción a nivel personal, económico e incluso profesional, pero solo si sabes gestionar bien la situación. A continuación, te vamos a proporcionar una serie de consejos que debes seguir para que vuestro negocio no estropee la relación entre tus familiares o amigos y tú:

CONSEJOS PARA MONTAR UN NEGOCIO CON UN FAMILIAR O UN AMIGO (Y QUE FUNCIONE)

Comunicación abierta y honesta

Tener claridad desde el principio sobre las expectativas y los roles de cada uno puede prevenir malentendidos futuros. Asimismo, es esencial hablar abierta y honestamente sobre cualquier preocupación o problema que surja en el camino.

Establecer límites claros

Es importante trazar una línea entre lo personal y lo profesional. Esto podría implicar designar tiempos y espacios específicos para discusiones comerciales y evitar hablar de trabajo durante el tiempo personal.

Contratos formales

Incluso con familiares y amigos, es vital tener acuerdos formales por escrito. Esto no sólo protege la relación y el negocio, sino que también garantiza que todas las partes estén en la misma página con respecto a las responsabilidades y las expectativas.

Buscar asesoramiento profesional

Un asesor o un mediador puede proporcionar una perspectiva imparcial y ayudar a resolver conflictos de manera más eficaz.

No improvises ni te lo tomes a la ligera

En este caso, se aplica lo mismo que cuando hacías trabajos en grupo en el colegio. Tú sabías quiénes eran tus amigos, pero también sabías que algunos de tus amigos no eran buenos compañeros de equipo, por los motivos que fuesen. Aquí ocurre de la misma manera: que te lleves muy bien con una persona o que mantengas una muy buena relación de confianza y respeto no significa que ambos seáis buenos compañeros de trabajo o buenos socios para montar un negocio.

Valora cómo es vuestra relación

Para saber elegir correctamente con quien SÍ van a funcionar bien las cosas, debes de tener en cuenta una serie de aspectos. En primer lugar, debes de saber cómo se es cada uno de vosotros. No es necesario que seas un psicólogo ni un experto para saber cómo es tu forma de ser y cómo es la de la persona con la que quieres comenzar tu negocio. Si vuestras formas de ser funcionan en vuestra relación natural, es posible que también funcionen en un contexto diferente como puede ser el del trabajo.

Analiza vuestra historia laboral

También debes de tener en cuenta cómo ha sido vuestra historia laboral. Es decir, cómo han sido vuestros estilos de trabajo en el pasado, qué preferencias habéis tenido en el desempeño de vuestras labores y cómo ha sido la relación durante el recorrido realizado con las personas involucradas en el trabajo, etc. Así, puedes considerar si son compatibles vuestros estilos de trabajo y vuestra ética a la hora de comenzar un negocio.

Valora el momento en el que se encuentra vuestra relación

Es importante que tengas en cuenta también cómo está, en el presente, vuestra relación. El pasado no se puede cambiar, pero debemos fijarnos en cómo se ha desarrollado la relación desde que os conocéis hasta el momento en el que os encontráis. Esto podría darte una pista de cómo se puede dar la relación laboral en el momento de emprender. Ver cómo se han afrontado momentos difíciles, momentos de cambio o de pérdidas es una buena manera de analizar si esa persona es un buen aliado para vuestro negocio. Sobre todo, para que vuestro trabajo siempre sea en equipo y no os convirtáis nunca en rivales.

Pros y contras de un negocio familiar o entre amigos

Todas las cosas de esta vida tienen sus cosas buenas y sus cosas malas. Sus ventajas y sus inconvenientes. No debes pensar que todo será fantástico y maravilloso porque trabajarás con una persona o con personas a las que aprecias y con las que te llevas bien, ni debes pensar que todo saldrá mal y que se estropeará vuestra relación. Ambos pensamientos son contraproducentes.

Es cuestión de mantener un equilibrio y una armonía entre lo positivo y lo negativo. Saber las cosas buenas y las cosas malas que traerá consigo un negocio entre personas de confianza ayuda a equilibrar los esfuerzos, a obtener expectativas reales y a armonizar las inversiones de cada uno de los miembros. No pienses en la armonía y el equilibrio como un fin o una meta que alcanzar, sino como un medio que te permitirá tener un negocio exitoso y satisfactorio con las personas que quieres.

Ventajas de un negocio familiar o con amigos

  • Despiertan admiración y simpatía por su trayectoria laboral
  • Su identidad aporta singularidad
  • Se crea tradición debido al legado que deja el negocio
  • Suelen tener una organización más flexible, permitiéndoles así recuperarse de circunstancias complicadas y superar obstáculos y dificultades.
  • La relación que les une fomenta una estabilidad y garantía a los clientes, proveedores y, por supuesto, a los integrantes.

Desventajas de un negocio familiar o con amigos

  • Falta de claridad en el rol que cumple cada uno de los miembros del negocio
  • Confundir espacios que pertenecen al ámbito familiar, por ejemplo, con espacios del entorno laboral.
  • Manipular la relación personal a través del rol que se cumple dentro del negocio.
  • Tomar decisiones dejándose llevar por los sentimientos.
  • Proyectar las relaciones laborales en los conflictos de las relaciones personales.
  • Entrar en juegos de poder.

Artículo publicado por Laura Martínez

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: