¿Por qué hay gente que nos cae mal de primeras y otras personas con las que conectamos enseguida?

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Descubre cómo la teoría de inteligencia social de Daniel Goleman puede mejorar tus habilidades sociales y tus relaciones interpersonales

La mayoría de las personas han experimentado esa sensación incómoda de conocer a alguien nuevo y no estar seguros de cómo causar una buena impresión. ¿Qué debo decir? ¿Cómo debería comportarme? ¿Qué pasaría si hago algo que lo haga sentir incómodo? Estas dudas y la incertidumbre son comunes y pueden afectar nuestra interacción social. Pero, ¿por qué nos preocupamos tanto por causar una buena impresión? ¿Qué hay detrás de esta necesidad? En este artículo exploraremos la teoría de inteligencia social de Daniel Goleman y cómo puede ayudarnos a entender y mejorar nuestras habilidades sociales.

La Teoría de la Inteligencia Social explicada por Daniel Goleman, psicólogo y periodista, nos ayuda a comprender mejor cómo nos comunicamos con otras personas y por qué actuamos de una forma u otra cuando nos relacionamos con ellas.

Los libros del psicólogo estadounidense Daniel Goleman nos han permitido conocer mejor la forma en la que interactúan unas personas con otras. Con más de 5 millones de ejemplares distribuidos en diferentes países del mundo, el libro Inteligencia emocional impulsó a Goleman a ser un referente en el ámbito psicológico. Más tarde, publicó la segunda parte titulada Inteligencia social.

¿Qué es la Teoría de la Inteligencia Social?

En su libro, Daniel Goleman define la Inteligencia Social como “la capacidad de las personas para relacionarse. Además, pueden captar al momento el estado de ánimo de otras personas, de qué manera se sienten, sus miedos y la capacidad para interactuar de manera correcta”.

Esta inteligencia está vinculada con la relación entre dos personas, de qué manera lo hacen, así como el impacto uno que causa sobre el otro.  Goleman explica que el tipo y la calidad de la relación entre dos personas puede venir influido por la admiración, la compasión, la inquietud, la solidaridad y la preocupación que sienta una persona sobre la otra.

El psicólogo estadounidense explica en esta teoría que las relaciones sociales son un aspecto fundamental en nuestra vida, ya que influirán en nuestras emociones. Además, Goleman asegura que “nuestro cerebro está programado para conectar con los demás. Estas relaciones tendrán un gran impacto en las hormonas de nuestro cuerpo, siendo las relaciones buenas un aporte positivo para el organismo” y, por tanto, para el correcto desarrollo de nuestra inteligencia emocional.

Siempre se ha dicho que la primera impresión es la que cuenta o que la primera opción es la buena. En la Teoría de la Inteligencia Social, Goleman explica esa primera sensación que sentimos cuando conocemos a alguien y lo que nos transmite emocionalmente.

Características de la Teoría de la inteligencia Social según Daniel Goleman

Según Goleman, existen dos tipos de Inteligencia Social: por una parte, nos encontramos con las competencias que atañen al ámbito personal, estas se vinculan con la capacidad de establecer diferentes puntos con los aspectos emocionales de la vida. Por otra parte, se encuentra la competencia social, vinculada a las relaciones con otras personas, de esta manera el abanico se abre y no se centra en uno mismo.

COMPETENCIA PERSONAL

Es la conciencia que desarrollamos cada persona en nuestro interior, tomando como punto de partida nuestras emociones y las que percibimos de los demás. Gracias a ellas podemos realizar una valoración propia y aumentar la confianza en nosotros. ¿Qué tenemos que hacer para conseguirlo? Escucharnos a nosotros mismos, averiguando qué es lo que necesitamos.

Para conseguir un control sobre nuestros estados de ánimo o los impulsos que realizamos tenemos que conseguir la autorregulación. Para alcanzarla, necesitamos dominar el autocontrol, la confianza, no preocuparnos por lo que digan o piensen los demás y estar dispuesto a ser una «persona todoterreno», es decir, adaptarse a los cambios que puedan aparecer en nuestra vida.

Por último, el impulso que nos demos a nosotros mismos es muy importante, por ello necesitamos una motivación que nos ayude a conseguir lo que nos propongamos. Aunque para poder alcanzar el éxito necesitamos compromiso e iniciativa propia.

COMPETENCIA SOCIAL

Es aquí donde entra el factor externo y nos vemos condicionados por otras personas. El punto de partida es la empatía que podemos sentir hacia los demás en determinados momentos, ya sea mediante comprensión, ayuda u orientando a quien lo necesite. Sin la empatía la conexión entre personas no funcionará. Además, la conciencia de los sentimientos juega un papel muy importante en este aspecto.

La resolución de conflictos junto con las habilidades sociales es la capacidad para dar respuesta o solución ante un problema ajeno. En él destacan la influencia, la comunicación, el liderazgo, las habilidades de equipo y la observación.

¿Por qué hay personas que desde que las conocemos ya nos caen bien?

Muchas personas desde que se presentan ya hacen sentir buenas vibras a los demás, su manera de ser entra con buenos ojos a la gente y cae bien a todo el mundo. Pero ¿a qué se debe esto? Te damos algunas claves para comprenderlo.

Comunicación no verbal:

El punto de partida y el aspecto más importante que hay que tener en cuenta es la comunicación no verbal. Por mucho que digas algo, las palabras se las lleva el viento y las acciones o los gestos son los que perduran. Así, la forma en la que una persona se comporta delante de los demás dice mucho de ella. Una persona encaja bien al principio en un grupo cuando comienza con una sonrisa y se muestra abierto a los demás.

Ser amable y establecer vínculos:

Patricia Ramírez, psicóloga, asegura que la amabilidad es otro punto clave, ya que ser una persona amable y servicial ayuda a establecer vínculos con otras personas. Además, la educación que se tenga delante del grupo lleva a crear una buena impresión de esa persona. Aquellos que discuten y exponen puntos de vista contrarios con un tono calmado y sereno, también caen bien, ya que no hace sentirse a su compañero de manera incómoda o molesto.

Capacidad de escuchar a los demás:

A todo el mundo nos gusta que nos escuchen cuando estamos contando algo interesante, o que creemos que lo es, por tanto, es muy importante la capacidad de escucha y de no interrupción que tengamos sobre los demás. Gracias a ella se consigue que las personas puedan mantener una conversación ligera y adecuada que las lleve a establecer las bases de una relación. Ligeramente relacionado se encuentra la función para entender la sensibilidad de los demás.

Realizar aportes constructivos:

Está muy bien dar tu opinión siempre que sea de manera constructiva, por eso la gente que hace aportes o aconseja sobre ciertos asuntos de manera amable y objetiva suele caer bien en la primera impresión. Además, estas personas aceptan opiniones (también de forma constructivas) y reconocen sus errores.

Tener intereses en común:

Aunque todos estos puntos son muy importantes, lo que más influye a la hora de que una persona caiga bien o no son los intereses en común que compartan las diferentes personas del grupo, como las aficiones, en qué empleen su tiempo libre, etc. No hay que forzar una relación, simplemente mostrar los puntos en común e intentar sacarle el mayor partido posible.

Si eres una persona cerrada y que cree que siente miedo por conocer gente nueva por si le cae mal, preséntate como una persona alegre, intenta encontrar afinidades en común con los demás para conducir por ese camino la conversación y muéstrate amable con los demás.

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