Por qué ‘Siempre el mismo día’ es la serie romántica perfecta para un finde lluvioso

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Netflix ha estrenado ‘Siempre el mismo día’, la nueva serie que está conquistando a los usuarios y que es ideal para una maratón de fin de semana.

Basada en la novela homónima de David Nicholls, ‘Siempre el mismo día’, la nueva miniserie de Netflix, ya se ha colado en el top 3 de la plataforma. Esta aparente comedia romántica se convierte así en uno de los estrenos más virales del mes con 14 episodios de menos de 30 minutos. Pero lo que no te imaginas es que igual que en la vida, no todo es blanco o negro. Y esta historia tiene mucho que ofrecerte en uno de esos días en los que la lluvia acompaña el mood del film. Así que, ya sabes, ¡prepara el sofá y la mantita porque tú tampoco puedes perdértela!

¿De qué trata ‘Siempre el mismo día’?

Protagonizada por Leo Woodall y Ambika Mod, esta serie (que puedes ver en unas 7 horas), se adentra en la relación de Dexter y Emma. De la misma forma que ocurre en el libro y también en la película de 2011 que la antecede (protagonizada por Anne Hathaway y Jim Sturgess), trata sobre una pareja de jóvenes que se conocen por primera vez en la noche de su graduación el 15 de julio de 1988. Por supuesto pasan una noche muy romántica y parece ser uno de esos amores a primera vista que son para siempre. Al día siguiente sus caminos deben separarse y aunque quedan en volverse a ver, lo que no saben es que la fecha de su primer encuentro marcará sus destinos.

Conforme avanzan los episodios, los personajes se van encontrando año tras año. Mientras que no parece pasar el tiempo por su físico, las experiencias personales de cada uno les hacen madurar. Pero también alejarse y acercarse el uno del otro, porque esta historia va de la vida. De los amores a distancia, de lo platónico. De unos mejores amigos que tienen algo especial y que siempre parecen ser mucho más que solo eso. Pero ya te imaginas que no todo es tan fácil. Los finales felices existen, sí. Pero todo tiene sus matices y ‘Siempre el mismo día’ es esa serie romántica de Netflix que te enseña la complejidad de una historia de amor. Y es que, aunque San Valentín está a la vuelta de la esquina, el amor no solo vive en las comedias. 

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Si has leído el libro o visto la película, ya sabes por dónde van los tiros. Pero si no lo has hecho, simplemente te decimos que te prepares para llorar a moco tendido. Porque sí, es todo muy romántico, pero la producción tiene esas cosillas que la hacen perfecta para un finde en el que no apetece mucho salir de casa y aquí te contamos el porqué. 

El final de ‘Siempre el mismo día’, perfecto para cuando hace mal tiempo

Netflix ha clasificado ‘Siempre el mismo día’ en el género de serie dramática romántica y por algo será. Nostálgica, agridulce y muy íntima, con escenas eróticas que sí, te pondrán a tono, pero también te harán vivir una montaña rusa de emociones. Y no solo eso. Es que el drama nos llama por naturaleza. Y cuando hace mal tiempo, aún más. Es igual que escuchar una canción triste cuando estamos tristes. Sin duda hay algo mágico en adentrarse en ese ambiente de lágrimas y sollozos, mientras escuchas la lluvia caer.

La atmósfera melancólica nos permite dejarnos llevar. Conectar con los personajes, con su historia y con todo lo que nos tiene que ofrecer la serie. Es un ejercicio de reflexión, en el que te sumerges en la vida de otros y empatizas tanto que la sientes como tuya. Y es que esta miniserie de Netflix es de esas historias que enganchan enseguida y que no puedes parar de ver porque son sencillamente como la vida misma. Complejas, con momentos graciosos, situaciones inesperadas, sorpresas poco agradables, problemas, obstáculos y también relaciones. Con amigos, familia y amantes. Y momentos que te hacen embarcarte en esa sensación de catarsis, con la que acumulas emociones pero de la que sales renovado. Y eso tiene algo que ver con la lluvia y la tormenta, que es una forma de hacer chaparrón y cuenta nueva, cuando sale el sol. 

Dicen que llorar es terapéutico y si lo haces con nuestros personajes Dex y Emma, al que tras unos capítulos coges cariño, seguro que la experiencia cinematográfica se te hace mucho más completa. El tono agridulce de ‘Siempre el mismo día’ te prepara desde el primer capítulo, en el que ves que las oportunidades perdidas, desaprovechadas y pasadas son solo el inicio de lo que está por venir. No haremos spoilers, pero avisado quedas de que el final no es agradable. El autor del libro ya advertía de la necesidad de que fuera impactante. Porque si no, es otra de esas historias en las que todo queda en el aire. O aún peor: acaba demasiado bien.