¿Qué pasaría si abandonáramos las redes sociales durante 144 minutos al día?

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“No soy lo que me pasa. Soy lo que decido ser”. Carl Jung

Uno de nuestros grandes poderes es el de la atención, ya que todo aquello en lo que ponemos nuestra atención crece. Sin embargo, la atención se ha convertido en la gran ausente en la segunda década del siglo XXI. En la era de los likes y los followers, los humanos nos hemos visto absorbidos por el abismo insondable de la pantalla. Según un estudio de Sigma Dos, los españoles pasamos de media más de 144 minutos (dos horas y cuarenta minutos) hipnotizados por las redes sociales.

Una manera sencilla y eficaz de reconducir nuestra vida es elegir muy bien donde ponemos la atención. Cuando te enfocas en lo que de verdad te importa y te conviertes en el protagonista de tu historia, las posibilidades de mejorarla son infinitas. Mucho más que cuando miras las vidas de otras personas en un feed de redes sociales.

Conscientes de esto, de la falta de tiempo que actualmente dedicamos a nuestras pasiones y del tiempo que desaprovechamos mirando embobados las redes sociales, Jaguar animó a sus seguidores a destinar esos 144 minutos al día a lo que les gusta. La idea es un desafío basándose en la pregunta “¿Qué pasaría si el tiempo que pasamos mirando las redes sociales lo invirtiésemos en hacer algo que nos apasiona?”. Los protagonistas de la acción, cuatro en total, han sido elegidos a través de un casting realizado por toda España.

Los seleccionados son Carla, una chica a la que le gusta el diseño de moda; Ilda, una persona con carácter y actitud emprendedora; Olga, que siempre ha querido aprender a jugar al tenis; y Javier, al que le gustaría tener su propia taberna porque le apasiona la cocina.

Cada uno de estos protagonistas ha realizado un breve vídeo en el que hablan del deseo que quieren cumplir y que les ha animado a apuntarse a este reto propuesto por la marca inglesa de coches. El reto consiste en cambiar el móvil y las redes sociales e invertir ese tiempo en lo que les apasiona de verdad durante 21 días. Para conseguirlo, Jaguar ha asignado a cada uno de los elegidos un coach de primer nivel, personajes famosos relacionados con las ambiciones respectivas de los participantes, como son el empresario hotelero Kike Sarasola, la tenista Garbiñe Muguruza, el diseñador de moda Juan Avellaneda y el chef Paco Roncero. Estos coach, embajadores de Jaguar, ejercerán su papel de padrinos, ayudando y aconsejándoles en su camino hasta superar el reto de los 21 días en los que tienen que centrar la atención durante 144 minutos y dejar apartadas las redes sociales.

¿Quiénes son los participantes?

OLGA

Olga trabaja en finanzas. Y como toda la gente que trabaja en finanzas dedica muchísimo tiempo a su trabajo. Luego, en casa, como hacemos todos, dedica algo de tiempo a mirar las redes sociales y, como dice ella, “cotillear” un poco.

Sin embargo, hay una cosa que siempre ha estado ahí, el tenis. Siempre ha querido dar clases y aprender un poco, pero al final, como nos pasa a todos, lo ha ido dejando. A través de este reto va a intentar, a sus 45 años, empezar a practicar el tenis.

Durante 21 días, Olga va a dar clases particulares de tenis con un profesor con larga experiencia. Su coach es la tenista Garbiñe Muguruza, que, además de motivación, le dará ciertos consejos prácticos para mejorar en sus primeros pasos.

CARLA

Carla tiene 26 años y está empezando en el mundo del marketing. Como todo el mundo, además de su trabajo, tiene una afición, y en el caso de Carla es la moda. Ella tiene un estilo propio y además le gusta hacerse sus propios complementos.

A su gusto por el estilismo se suma que en noviembre tiene una boda y quiere ir de una manera diferente al resto. Que su estilo no se parezca al típico vestido de boda.

Para aprender más sobre esto, durante 21 días hará un curso sobre moda y estilismo. Su coach es el diseñador de moda Juan Avellaneda.

ILDA

Ilda tiene un trabajo en un banco y una vida, en cuanto a lo laboral se refiere, tradicional y segura. Pero siempre ha tenido una vena emprendedora que ha estado esperando al momento adecuado. Y el momento llegó con la pandemia.

Tiene una idea en mente, crear una plataforma de formación en el terreno de la economía que todo el mundo pueda hacer desde casa, cuando mejor le venga y a través de Internet.

Ella tiene claro el contenido y el tipo de experiencia que quiere conseguir. Solo le falta desarrollarlo. A eso va a dedicar dos horas al día durante 21 días. Su coach es el empresario Kike Sarasola, que le ayudará a desarrollar de la mejor manera posible su negocio.

JAVIER

Javi trabaja desde hace 15 años como publicista, pero su pasión siempre ha sido la cocina. De hecho, de vez en cuando se coge unos días de sus vacaciones para ir a cocinar al restaurante Lera, en Castroverde de Campos, solo por aprender un poco más.

El problema de Javi, como el de todos, es el tiempo. Le gustaría cocinar y salir de los platos que él ya sabe hacer. Por eso se ha apuntado a este desafío. Durante 21 días va a hacer varios cursos de cocina y va a crear la carta de la taberna que siempre ha soñado con montar.

Su coach es el chef Paco Roncero. Para que los usuarios puedan hacer un seguimiento de cómo están viviendo el reto los participantes, Jaguar ha creado el hashtag #Reto144Minutos, y cuando finalice estrenará un documental sobre todo el experimento en Movistar+.

Óscar Oñate, Director de Marketing & PR de Jaguar Land Rover para España y Portugal, ha comentado sobre esta iniciativa: “Lo que buscamos con esta campaña, más que mostrar nuestros vehículos, es que la gente reflexione sobre el tiempo y sobre cómo podemos utilizarlo para tener una vida mucho más plena, que, en resumidas cuentas, es lo que ofrecemos con nuestros coches”.

Cada vez más expertos están de acuerdo en que nunca es tarde para tener un pasado feliz, y que no importa lo complicada que haya sido nuestra vida o las elecciones que hayamos tomado sobre nuestro futuro en un momento determinado. En el momento en el que somos capaces de encontrar algo de valor, nos liberamos de una decisión equivocada y podemos reescribir nuestra historia, ya que el valor nos ayuda a conectarnos con nuestra atención y a ver recursos donde antes solo veíamos una excusa. Shakespeare decía “el pasado es un prólogo”, de nosotros depende que los adultos de hoy encuentren en su ayer el mejor de los prólogos y no la peor de las profecías.

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