¿Qué me pongo mañana para ir a trabajar? La eterna duda que te invade todos los domingos y, seamos sinceros, cualquier otro día de la semana. Pero espera, ¡nada de burnout! Con estas ideas de outfits, te ascenderán, por lo menos, en estilo.
El “no sé qué ponerme” ya es suficientemente paralizador como para encima tener que estar pensando en que sí, mañana tienes que ir a trabajar y hay que bordar el look de oficina. ¡Como si no fuera suficiente con las reuniones matadoras de primera hora! Pero oye, si tienes la suerte de no tener un dress code demasiado estricto y el smart casual es bienvenido en tu ofi, lo mejor que puedes hacer es tirar de tu armario cápsula. Recuerda: ¡se puede ir formal sin llevar traje! Aunque sea el “uniforme” por excelencia, hay vida más allá del look clásico de blazer, camisa y corbata. Por eso, si no quieres parecerte a Dwight Schrute y ser un hombre verdaderamente elegante, un consejo para bordar tus office outfits es elegir prendas de perfil bajo. Discretas, sin extravagancias ni motivos exagerados. No queremos llamar la atención por ser excéntricos, sino por nuestra sofisticación innata ¡y aquí van nuestros tips para conseguirlo!
Lunes: traje con camiseta básica
En esto de los outfits de oficina, parece haber una regla no escrita de qué debe ponerse uno para ir a trabajar en función del día de la semana. ¿Los lunes? Prácticamente “de punta en blanco”. Arreglados y listos para una reunión sorpresa o un cliente que viene a vernos. Por eso, aquí el navy suit es siempre buena opción. Pero si quieres (y puedes) probar con algo un punto menos formal, atrévete a cambiar la camisa por una camiseta básica (o de color blanco o en los tonos del traje). O bien, otra opción es elegir un tipo de traje más casual en tejidos flexibles y cómodos. Por supuesto, olvídate de la corbata. Y en cuanto al calzado, unos Derby o mocasines pueden ser dos alternativas muy resultonas. Ojo, que las zapatillas formales, como unas blancas o negras de cuero, son también perfectamente válidas.
Martes: suéter y camisa
Si bien es cierto que en primavera-verano apostamos por tejidos naturales como el lino, en otoño-invierno puedes utilizar el layering a tu favor para crear outfits para la oficina completamente distintos a los que consigues con una blazer. Aquí dos prendas que son totalmente clave: el suéter de cuello redondo y el cárdigan. La tendencia grandpacore tiene mucho que decir en este asunto y si quieres ir bien vestido a trabajar, ponte una de estas prendas con tu camisa de confianza, que además de elegantes, son súper versátiles.
Miércoles: polo y chinos
El miércoles es el día de empezar la cuenta atrás para el finde. ¡Solo quedan 2 días! Estamos a mitad de semana y ya se va notando el ambiente en la ofi. Por eso, aquí podemos pasarnos al polo en la parte de arriba y a unos chinos o incluso pantalones de pinzas anchos en la de abajo. El polo, sea de manga corta o larga, aporta ese matiz sport que buscamos para salir de la seriedad absoluta. Eso sí, si tienes una americana a mano (de un tono totalmente distinto pero que combine bien) mejor que mejor. Es el contrapunto que necesitas para ir hecho un pincel más allá del traje.
Jueves: sudadera y pantalón de pinzas
Ya estamos en la recta final de la semana. Queda nada de nada para el viernes y estamos ansiosos por llevar algo más cómodo, casual pero que aún así nos siente bien y nos haga vernos muy chic. Una sudadera (sin capucha, mejor) también puede ponerse para ir a trabajar, sea mañana, el jueves o realmente cualquier otro día. Volvemos a lo de antes, siempre y cuando no tengas un código de vestimenta súper formal en el que solo tenga cabida el traje.
Una recomendación de estilo es llevar una sudadera básica en tonos neutros. Nada de chillones, neones o colores demasiado vivos. Queremos un outfit low key, que nos siente bien y que no sea el centro de todas las miradas porque desentona con el resto. Por eso, un tip es combinarlo con un pantalón de pinzas. Puede ser de tiro alto o medio, ahí como prefieras. Si tiene raya diplomática, aún mejor. Estiliza y crea verticalidad en contraposición con la parte de arriba.
Viernes: camisa a rayas y vaqueros
Si no sabes del todo bien qué se puede poner y qué no para ir mañana a trabajar, el pantalón blanco (para sorpresa de muchos) puede ser la opción ideal para terminar la semana. Ya sabes lo que dicen, “es viernes y el cuerpo lo sabe”. ¡Y tu estilo también! Cuidado con el fit, eso sí. Mejor si es recto. Nunca (jamás de los jamases) vayas con un vaquero blanco ajustado a la oficina. No favorece y tampoco es sinónimo de elegancia. Te aconsejamos llevar una parte de arriba con una camisa por fuera. Si es de color azul claro y con un estampado muy discreto, lo bordas. Las líneas verticales, por ejemplo, quedan muy bien con los tonos claros porque estiliza la zona del abdomen y el torso en general.
¿Y de calzado? Unas zapatillas casual estilo Converse pueden ser ideales o incluso unos mocasines con suela track. Aunque si eres de los que prefieren tirar por lo clásico, una apuesta segura siempre son los zapatos Derby.
Lo que sí y lo que no para bordar el look de oficina
In: cuello de pico / Out: escotes pronunciados
Llevar camisas abiertas o prendas que muestren el pecho no queda para nada bien en tu look de oficina formal. Si no tienes del todo claro qué es mejor ponerse para ir a trabajar, ante la duda, apuesta por cuellos en V al estilo preppy, con camisa debajo (y corbata si quieres darle el toque final). Pero lo importante es que no dejes esa zona al descubierto porque ante todo buscas ir elegante.
In: prendas básicas y estampados pequeños / Out: mensajes y logomanía
En la ofi, lo último que quieres es posicionarte en un bando determinado y entrar en conflictos innecesarios. Por eso, mejor apuesta por estampados discretos o directamente prendas básicas. Huye de las prendas con mensajes provocadores o incluso graciosetes, las que están repletas de logos y por supuestísimo nada de partidos políticos. Lo mejor es ser neutro en este tipo de asuntos y que la sencillez sea el mayor exponente de elegancia.
In: largo / Out: corto
Eso de enseñar pantorrillas, no está del todo bien visto en muchas oficinas. Y aunque sí se puede llevar bermudas de forma elegante, lo mejor que puedes hacer para seguir el protocolo es elegir pantalones largos. Siempre puedes hacerles dobladillos (no te pases demasiado) o utilizar uno más midi de cara a la primavera, que deje entrever un poco de tobillo. Oye y si te dejan ir en cortos, adelante. Ya sabes que hay outfits de oficina súper molones con esta prenda y la verdad es que las tienes todas a tu favor para bordarlos.
In: canalé / Out: rotos, parches y transparencias
Los vaqueros rotos además de ser muy Y2K, son todo lo contrario a la elegancia clásica. Hablamos de sastrería, prendas que respondan a un estilo mucho más quiet luxury y que se alejen de la vestimenta teenager y callejera. El patchwork tampoco es demasiado apropiado y por supuesto, ¡nada de transparencias! Sí, pueden ser elegantes pero mejor para una Gala MET que ponértelo para ir mañana a trabajar. Si aún así te quedas con ganas de llevar algo más creativo, el canalé o incluso croché puede ser una buena alternativa, siempre y cuando lleves algo debajo (como una camiseta básica o camisa) que no deje entrever la piel.
In: cortes rectos / Out: ceñidos o demasiado oversized
No eres Eminem (o a lo mejor sí), por eso si quieres ser todo un profesional del look de oficina, no lleves los pantalones por el suelo. Ni tampoco vayas embutido por mucho que seas un gym rat y quieras enseñar tus cuádriceps. La opción más segura siempre es el corte regular, straight o incluso slim. Aunque bueno, como hemos visto, el pantalón ancho (si se combina bien), también puede estar en tu guardarropa para la ofi. Y es que con estas ideas de looks, puedes olvidarte del qué me pongo mañana para ir a trabajar, porque ahora tú eres el CEO del estilo.