5 museos eróticos en los que admirar el arte del sexo en todas sus muestras

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El Museum of Sex de Nueva York o el Museo Erótico de Madrid forman parte de un amplio abanico de opciones para los amantes del arte del sexo en todas sus categorías

La sexualidad se ha manifestado en todas las edades de la Historia en forma de arte. Los babilonios representaban felaciones, los romanos esculpían tríos, así como los dioses de la fertilidad aparecen en múltiples frescos de la era de Pompeya. Nada de esto es casualidad: el arte erótico quizá no aparece explícitamente en las obras de Velázquez, pero está más que presente en algunos de los museos más importantes del mundo. Con motivo del Día Internacional de los Museos, JOYclub, comunidad basada en la sexualidad liberal, hace un recorrido por algunos de los museos de arte erótico más representativos de esta rama artística.

Museo De Maquinas Sexuales, Praga

Los juguetes sexuales llevan muchos años haciendo la vida más placentera a los humanos. El Museo de Máquinas Sexuales de Praga alberga una increíble colección de aparatos destinados al sexo que va desde cinturones de castidad de la Edad Media, hasta muebles que se fabricaron para provocar el acto sexual entre las personas. Sillas para dar placer, falos de todos los tipos, materiales, tamaños y formas y hasta un cine con las primeras películas porno de la historia.

Museu L’Erótica de Barcelona

La Ciudad Condal siempre es un atractivo turístico por múltiples motivos. Pero no todo es el Parc Güell ni el Camp Nou. El Museo Erótico de Barcelona, en pleno Raval, recoge más de 800 obras de arte erótico que datan de la época del Paleolítico Superior, y cuenta además con un buen muestrario del movimiento Pin Up. El museo atesora obras de la llamada “tradición fálica”, es decir, obras en cuya época se empezó a rendir culto a todo aquello que guardase forma similar al pene. Este museo también recoge y exhibe, en una pequeña sala aparte, una colección de arte erótico que el rey Alfonso XIII mandó grabar alrededor del barrio del Raval.

The Venus Temple, Amsterdam

Por tan solo 5 euros, conocido como uno de los museos más visitados de los Países Bajos, este famoso templo del erotismo es, sin duda, un reclamo turístico por todos los turistas de la capital holandesa. El museo está ubicado en un antiguo local de recreativos que cerró hace 35 años. Una de las hijas de los propietarios decidió aprovechar el espacio para coleccionar y exhibir una pequeña muestra de objetos eróticos que consiguió en una subasta en París.

Llamó positivamente la atención de los vecinos hasta que, año tras año, fue convirtiéndose en lo que es hoy: una variopinta exhibición de arte erótico en pleno barrio rojo de Ámsterdam.

Museum of Sex, New York

La quinta Avenida se tiñe de lujo en términos sexuales si tenemos en cuenta visitar el Museum of Sex de la gran manzana. Muy próximo al Empire State, este museo fue inaugurado en 2002 para conmemorar el significado cultural de la sexualidad y dar a conocer la intensa relación de la ciudad de Nueva York con la industria del sexo. La relación entre el sexo y Nueva York es distante y a la vez sublime, tal y como se puede comprobar en cientos de películas y series a lo largo de la historia.

Tan pronto los personajes se detestan, tan pronto se devoran, literalmente, lo que incrementa la maravillosa atmósfera erótica que inunda las calles de Nueva York. En el Museum of Sex podemos encontrar desde películas, disfraces o fotos. También muñecas inflables o documentos sobre la industria del porno y peep show a monedas. ¡Una visita muy excitante!

La Faloteca Nacional de Islandia (Reikiavik)

Es probablemente la única en el mundo que contenga ejemplos de penes de todos los mamíferos que habitan un país. Anteriormente, la falología no había sido tenida en cuenta de manera independiente, sino como una rama de la biología. Ahora, todos los curiosos de este tipo de estudios tienen un templo en el que contemplar todo tipo de especies fálicas y aprender de ellas.  

“El arte puede contribuir de forma muy positiva a la educación sexual. Es una herramienta divulgativa más a tener en cuenta y resulta evidente que, desde el inicio de los tiempos, tanto el arte erótico como la sexualidad han sido plasmados a través de diversas técnicas y formas. Echar la vista atrás nos hace ver que el cuerpo desnudo no suponía hace siglos un problema que hubiera que censurar, algo que hoy podría ponerse muy en entredicho”, concluye Paola Benavides, portavoz de Joyclub.

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