Desde la Luna hasta la alfombra roja, estos relojes hombre Omega se han convertido en referentes de estilo y precisión para actores, deportistas y amantes de la relojería en todo el mundo.
Hay nombres que, con solo pronunciarlos, activan nuestro imaginario. Omega es uno de ellos. Basta pensar en su firma para evocar astronautas caminando sobre la superficie lunar, espías con esmoquin disfrutando de un Dry Martini (mezclado, no agitado) o alfombras rojas donde el tiempo parece detenerse. No es una cuestión de branding, es historia viva. Omega lleva más de 175 años marcando las horas de quienes entienden que un reloj más allá de ser un accesorio, es una pieza de identidad única.
Fundada en 1848 por Louis Brandt en la ciudad suiza de La Chaux-de-Fonds, Omega ha logrado lo que muy pocas marcas pueden decir: ser sinónimo de precisión, diseño y prestigio a lo largo de casi dos siglos. Desde sus inicios, la casa de alta relojería ha sabido marcar el tiempo con una mezcla exacta de técnica e incuestionable estilo, convirtiéndose en una de las grandes referencias de la relojería suiza en todo el mundo.
Aquí te dejamos algunos de los relojes para hombre de la casa Omega favoritos por los compradores: modelos actuales y también algunos históricos que ya no se fabrican, pero siguen siendo referentes.
Omega Speedmaster Professional “Moonwatch”
Lanzado en 1957, el Speedmaster es probablemente el reloj más conocido de Omega. Su reconocimiento interacional llegó en 1969, cuando fue el primer reloj llevado en la superficie lunar durante la misión Apollo 11. Ese momento selló su apodo: el «Moonwatch». Desde entonces, se ha mantenido como uno de los cronógrafos más vendidos y deseados.
El modelo actual (42 mm, calibre 3861) es uno de los favoritos de los coleccionistas por su diseño, fiabilidad y valor histórico. En el cine, Tom Hanks y Bill Paxton lo usaron en Apollo 13, representando fielmente el papel de los astronautas que confiaron en este reloj para regresar a casa. Ryan Reynolds también lo ha llevado en su versión «Dark Side of the Moon».
Omega Seamaster Diver 300M «James Bond»
Aunque la colección Seamaster nació en 1948, el modelo Diver 300M se presentó en 1993 y se hizo mundialmente conocido en 1995 gracias a la película GoldenEye. Fue el primer reloj Omega que llevó James Bond en la gran pantalla, en la muñeca de Pierce Brosnan. Desde entonces, el Diver 300M ha aparecido en todas las películas de 007, incluido el último Bond interpretado por Daniel Craig.
La popularidad de este modelo no fue obra y gracia exclusiva del cine, sino que también aumentó por su uso en la vida real. El príncipe William lleva uno desde hace años, lo que ha reforzado su imagen de reloj versátil y con carácter.
Omega Constellation «Manhattan»
El Constellation es uno de los modelos más antiguos de Omega. La colección comenzó en 1952, pero su versión más reconocible, el «Manhattan», salió en 1982 con un diseño que incluía las icónicas garras en el bisel. En su momento, marcó tendencia y se convirtió en uno de los relojes de hombre más vendidos de la marca.
Puede que el propietario más famoso de un Omega Constellation fuera Elvis Presley. Durante su servicio en el Ejército estadounidense, el Rey del Rock vistió su muñeca con un cronómetro Omega Constellation calibre 504 con caja de acero inoxidable, capuchón de oro rosa e índices horarios dorados, con las inserciones luminosas características de Omega.
El presidente soviético Mijail Gorbachov es famoso por llevar un Constellation Manhattan de oro, y a Ringo Starr se le vio a menudo luciendo su Omega Constellation mientras actuaba con The Beatles.
Omega De Ville «Prestige»
La línea De Ville nació como una extensión de otros modelos Omega en los años 60, pero fue en 1967 cuando se convirtió en colección propia. Dentro de ella, los De Ville Prestige se introdujeron en 1994 como relojes de vestir clásicos, con una estética limpia y una buena relación calidad-precio dentro del lujo.
Actualmente, los relojes de la línea Prestige cuestan entre 8.000 y 16.000 euros. Es el reloj favorito de muchos hombres que buscan una estética clásica. George Clooney, embajador de Omega, lo ha llevado tanto en alfombras rojas como en películas como Up in the Air. También lo recibió como regalo tras rodar Gravity.
Cada uno de estos relojes tiene una historia fuerte detrás. No solo por sus características técnicas, sino por el contexto en el que aparecieron. El Moonwatch es sinónimo de exploración. El Diver 300M se asoció con uno de los personajes más populares del cine. El Constellation marcó estilo en los 80, y el De Ville sigue siendo uno de los relojes de vestir más elegidos por quienes prefieren la elegancia clásica.
