Conocer bien cómo es tu piel y cuál es el problema que quieres tratar es fundamental para elegir bien el tratamiento cosmético adecuado
Elegir un tratamiento adecuado, sea cual sea tu tipo de piel, es fundamental para crear un aspecto fresco, natural y saludable, así como para evitar reacciones a determinados cosméticos, alergias (con sus consiguientes erupciones), picores, brotes de acné y erupciones cutáneas.
La piel de cada persona es única y las distintas zonas del rostro tienen características diferentes que deben tenerse en cuenta a la hora de elegir los cosméticos adecuados. No es lo mismo prevenir las arrugas de los ojos (las patas de gallo), que hidratar la piel o tratar las arrugas de la frente.
Sin embargo, existen una serie de creencias erróneas sobre el cuidado del cutis que nos confunden a la hora de elegir el tratamiento cosmético adecuado que nos ayude a darle solución al problema de la piel que queremos tratar.
Por ello, la responsable de I+D+i de The Essentials Cosmetics y experta en dermatología, Anna Alocén, desmiente algunos de los mitos más conocidos sobre la piel y su cuidado y explica cuál es la verdad detrás de estas afirmaciones:
¿La mejor crema antiarrugas es la más cara?
Lo que realmente hace que una crema sea de calidad es la eficacia de sus activos, no su precio. “Cada marca decide el valor de sus productos en base a una serie de parámetros como los ingredientes, el envase y la publicidad”, explica Alocén, quien añade que “lo que de verdad importa son los activos empleados en los productos y su correcta incorporación a la fórmula para que, cuando el consumidor se la aplique, se obtengan los resultados deseados”.
Cuanta más crema te pongas… ¿más hidratado estarás?
Por muy seco que tengas el cutis, si te pones una cantidad muy elevada de crema o cosmético lo único que se conseguirá es saturar la piel y generar un efecto rebote en el que te verás más sucio y con los poros obstruidos. “Es una forma de malgastar producto, ya que no hará su función y se diluirá en cuánto te laves la cara”, asegura la experta.
Por ello, tal y como recomienda Anna Alocén, lo más adecuado es “aplicar los productos dos veces al día: uno por la mañana y otro por la noche”.
¿Todos los activos cosméticos penetran en la piel?
Es importante prestar mucha atención a los activos que componen el producto para asegurarnos de que el cosmético elegido contiene los componentes ideales para satisfacer una determinada necesidad. “Los activos nos ayudan a abordar una necesidad específica de nuestra piel, por eso es clave asegurarnos de que estamos usando el activo adecuado”, explica la experta.
Y no solo eso, Alocén destaca que las marcas cosméticas deben asegurar la eficacia de estos activos.
“Por mucho que un producto lleve el activo adecuado, si no incluye la cantidad correcta para ejercer su función, no tendrá efecto”. Si las moléculas no se introducen o conservan adecuadamente dentro del producto, pueden no penetrar en la piel.
¿Debes escoger tus cosméticos en función de tu sexo?
Sí. Lo que se debe tener en cuenta a la hora de seleccionar un cosmético es el tipo de piel y las necesidades de cada persona. La piel del hombre suele ser un poco más grasa que la de la mujer, por eso, los cosméticos cuentan con activos e ingredientes específicos para tratar la piel del hombre forma específica. Sin embargo, como se especificaba en el punto anterior, es importante tener claro que síntomas de la piel se quieren tratar (antienvejecimiento, prevención, hidratación) para encontrar la crema perfecta en base a las necesidades y al tipo de piel.
¿La piel se acostumbra a los productos tras utilizarlos mucho tiempo y dejan de hacer efecto?
No es cuestión de que la piel se acostumbre, sino que, tras un tiempo utilizando el mismo producto, ya no se aprecian cambios tan radicales respecto a cuando se comenzó a usarlo. Y esto no tiene por qué ser malo, simplemente significa que la piel está mejor y ya no presenta problemas tan pronunciados.
De hecho, Anna Alocén señala que muchos consumidores dejan de utilizar los productos al creer que el problema ha terminado, cuando en realidad no se manifestaba porque lo “mantenían a raya” con el cosmético adecuado. “En el momento en que dejas de usar un producto es cuando vuelven a aparecer los problemas, así que, si un cosmético te funciona, continúa usándolo”, aconseja.
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