¿Quieres proteger tus facultades cognitivas? Estos son los alimentos más perjudiciales que deberías de eliminar de tu dieta si quieres mantener tu memoria intacta.
Cada vez hay más evidencia científica que revela una verdad preocupante: lo que comemos no solo afecta a nuestro cuerpo, sino también a nuestro cerebro. Estudios recientes han demostrado un alarmante aumento en el consumo de alimentos altamente peligrosos para la salud mental, poniendo en riesgo el bienestar de la población.
¿Por qué es tan importante cuidar lo que comemos? La respuesta es simple: nuestro cerebro es un órgano complejo y sensible que requiere de nutrientes específicos para funcionar correctamente. Cuando consumimos alimentos con exceso de azúcar, grasas saturadas, fritos, alcohol o metales pesados, estamos interfiriendo en las funciones cognitivas, emocionales y de comportamiento.
Un 20% de los nutrientes de los alimentos que consumimos viajan directamente a nuestro cerebro aportándole la energía necesaria a los neurotransmisores. Es por eso que, aunque creas que lo que comes solo tiene efectos en tu forma física, en realidad, las consecuencias de una mala alimentación van mucho más allá, afectando también a las funciones cerebrales.
Son muchos los alimentos que nos ponen de buen humor y nos dan placer en cuanto los comemos, y por desgracia… la mayoría no son necesarios ni para nuestro cuerpo ni para nuestro cerebro. Pérdidas de memoria, varianzas en nuestro temperamento, dificultades para concentrarnos o incluso problemas en nuestro sistema inmunológico son, entre otros, algunos de los efectos en los que puede desembocar no cuidar lo que comemos.
Todo en exceso es malo, pero hay alimentos que son peores que otros. Estos son los alimentos más perjudiciales para tu salud:
Fritos y grasas trans
Como bien sabemos, los alimentos fritos y ricos en grasas trans no son bien recibidos por nuestro cuerpo. Lo que no todos saben es que un consumo desmedido de estas sustancias puede acabar por adherirse a las arterias y dificultar el flujo sanguíneo. Además, estas grasas e asocian con un mayor riesgo de enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Parkinson.
Las grasas trans presentes en la bollería industrial o en la comida frita producen la acumulación de beta-amiloide en el cerebro causando graves pérdidas de memoria a largo plazo. Los fritos contienen grasas trans que pueden dañar las células del cerebro y afectar a la memoria.
Seguramente alguna vez te hayas preguntado por qué el comer este tipo de alimentos te hace sentir tan bien en el momento de hacerlo. Pues la respuesta está en que la fast food genera ingentes cantidades de dopamina creando cierta adicción a recuperar esa sensación.
Alimentos ricos en histamina y oxalatos
La histamina es una molécula que tiene la función se enviar señales entre células siendo la responsable de que el estómago segregue ácido estomacal. El exceso de esta sustancia en los alimentos que consumimos puede llevar no solo a dolores de estómago, sino también a la fatiga crónica o a la aparición de migrañas.
Los alimentos más ricos en esta sustancia son los pescados ahumados o fermentados y algunas carnes. Asimismo, los lácteos como el yogur o el queso, (especialmente el gouda, el cheddar y el parmesano) poseen una alta cantidad de histamina.
No obstante, son muchos los alimentos que tienen presente esta sustancia y que debemos de consumir con cabeza si queremos mantener nuestra mente sana. Una presencia excesiva de histamina puede conducir a problemas de sueño y de memoria.
Cafeína
Una taza de café al día no hace daño, pero no te pases. La cafeína nos ayuda a mantenernos despiertos cada mañana; sin embargo, un consumo desmedido puede alterar el funcionamiento de nuestro cerebro.
Lo recomendable es no exceder los 600 miligramos de cafeína al día y no hace falta superar esta cantidad para estar activo. Sobrepasar esta medida puede provocarnos ansiedad, trastornos de sueños o incluso alucinaciones.
Asimismo, si no puedes desprenderte de esta sustancia, trata de que sea a través del café y no de otras bebidas con mayores cantidades de azúcar.
Alimentos azucarados
El azúcar es uno de los alimentos tóxicos para el cerebro. Como hemos visto con la comida rápida y la dopamina, la ingesta de alimentos azucarados también activa las regiones del cerebro relacionadas con las respuestas de recompensa.
Además, has de tener en cuenta que en muchos casos, los alimentos dulces consiguen este sabor por edulcorantes sustitutivos del azúcar que son aún más dañinos.
El elevado consumo de azúcar puede generar cierta inflamación en el cerebro derivando en problemas de memoria. Pero no solo afecta a la capacidad de recordar, también puede involucrar al estado de ánimo.
Son muchos los estudios que han observado que los altos niveles de azúcar en sangre pueden aumentar la disposición a desarrollar ansiedad.
¿Sabías que una sola lata de refresco contiene aproximadamente 10 terrones de azúcar? Seguramente creas que el consumir un refresco light puede suplir esto, pero los componentes que sustituyen al azúcar pueden ser incluso peores.
Este tipo de bebida se produce con inmensas cantidades de azúcar que, como hemos visto , ya solo con este añadido podemos hacer daño a nuestro cerebro.
A esto hay que sumarle todos los componentes y aditivos que son utilizados para conseguir el sabor de estas bebidas y en el caso de la Coca-Cola, la cafeína.
Tómate un refresco de forma puntual, pero prescinde de ellos siempre que puedas.
Alimentos de alto índice glucémico
Los alimentos con un mayor índice glucémico son el pan blanco, los cereales procesados, el arroz blanco, la miel, el azúcar y algunas frutas como la sandía y la piña.
Cuando hablamos de índice glucémico nos referimos a la medida en la que un alimento puede elevar la cantidad de azúcar en sangre. De este modo, las personas diabéticas no deben de consumir alimentos con un índice glucémico elevado, ya que los niveles de azúcar que tienen en sangre son muy altos.
De esta manera, al prescindir del consumo de alimentos hiperglucémicos estamos protegiéndonos no solo de la diabetes, también de problemas que podrían afectar directamente a nuestro cerebro.
Aún más perjudicial que la glucosa es la fructosa. Este tipo de glúcido lo podemos encontrar en frutas, vegetales y en la miel.
Su índice glucémico supera al de la glucosa. De este modo, el problema de esta sustancia reside sobre todo en sus derivados (siropes y sacarinas), puesto que mezclan la glucosa con la fructosa convirtiéndose en una verdadera bomba para nuestro cerebro.
Gluten
Esta proteína vegetal está presente en un 70% de los alimentos que ingerimos en nuestro día a día. Es por eso que es difícil reducir su consumo al máximo, pero sí que podemos regularlo en la medida de lo posible.
La comida que contiene gluten no se absorbe del mismo modo que la que no la tiene. De esta manera, es importante que nos concienciemos de que hay pastas, arroces e incluso panes que no son solo para los celíacos, sino que también pueden ser una buena opción para nosotros.
A parte de los daños que puede generar el gluten en nuestro cuerpo, como puede ser la resistencia a la insulina y la dificultad de saciarse a través de estos alimentos, son también muchos los perjuicios que puede sufrir nuestro cerebro.
Excedernos con el consumo de gluten puede inflamar nuestro cerebro derivando en problemas de memoria, migrañas, ansiedad, depresión, hiperactividad o epilepsia.
Alimentos con metales pesados
Alimentos que son tomados por sanos por todos nosotros no lo son tanto desde la aparición de elementos como los metales pesados. Los metales pesados están presentes en algunos pescados y pueden intoxicar el cerebro y causar problemas de desarrollo en niños.
Pescados como el atún rojo, el pez espada o el salmón, al tratarse de peces de gran tamaño, son alimentos tóxicos para el cerebro cuando acaban por concentrar más cantidad de metales pesados.
Al tratarse de elementos químicos que nuestro organismo absorbe, se pueden generar ciertos efectos muy perjudiciales para nuestra salud. Pueden producir alteraciones en el crecimiento o dañar nuestras capacidades cognitivas de forma considerable.
El alcohol
El último en nuestra lista de alimentos tóxicos para el cerebro es uno de los que más está aceptado socialmente y que más problemas está ocasionando. No nos aporta ningún tipo de nutrientes, pero sí calorías, lo cual resulta contraproducente.
El alcohol es consumido de forma totalmente inconsciente y su ingesta mermaría si fuésemos conocedores de los daños que puede llegar a generarnos.
Esta sustancia puede llegar a generar efectos irreversibles en nuestro sistema nervioso y propiciar disfunciones en nuestras capacidades intelectuales.
Por otro lado, su acción desinhibidora hace que muchas personas lo conviertan en un refugio para sentirse mejor con ellos mismos durante un rato. No obstante, el rebote es mucho peor, pues puede llegar a causar una grave dependencia y derivar en problemas muy diversos. Toma conciencia de ello e intenta evitarlo en la manera de lo posible.
¿Qué podemos hacer para proteger nuestro cerebro?
La buena noticia es que podemos mejorar la salud mental a través de la alimentación. Algunos consejos para lograrlo son:
- Consumir una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras.
- Limitar el consumo de azúcares añadidos, grasas saturadas y alimentos procesados.
- Beber abundante agua.
- Realizar ejercicio físico regularmente.
Cuidar nuestro cerebro es fundamental para tener una vida plena y saludable. La alimentación es una herramienta poderosa que podemos utilizar para proteger este órgano vital.
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