Texto: Jose Luis Díez-Garde.
Las furlane tienen carácter italiano, están cargadas de estilo y son extremadamente cómodas.
Seguro que se las has visto a varios perfiles que sigues en Instagram y posiblemente te hayas preguntado, porque al final el ser humano siempre se acaba preguntando cosas, que por qué esta persona que tenías delante había decidido pasear por la calle con esas… ¿zapatillas? ¿zapatos? ¿slipers? ¿alpargatas…? Pues ni una cosa, ni la otra.
Prepárate para descubrir uno de los calzados que más terreno están empezando a conquistar en el armario masculino.
Comencemos por el principio. Hablamos de las zapatillas furlane o fiurlane (depende qué lugares consultes, las podrás encontrar escritas de una u otra manera). Se trata de un diseño sencillo que consta, básicamente, de dos piezas principales: por una parte, la textil que cubre el pie con una apariencia clásica y llena de color, y la suela construida con materiales más toscos, como el caucho reutilizado de unas ruedas de bici.
El artista Didi de Diego con las zapatillas
Furlane de la firma Muné
Así es como se concibieron en un primer momento por las mujeres que comenzaron a fabricarlas en la región de Friul, al norte de Italia, muy cerca de Venecia (y ahora explicaremos por qué mencionamos a esta ciudad). Es allí, durante el siglo XIX, cuando estas artesanas comenzaron a fabricar estas zapatillas como una manera de poder calzarse con los materiales que podían tener más a mano.
Tras la II Guerra Mundial, gozarán de un periodo de gracia dentro de la alta sociedad italiana, sobre todo en la capital de los canales. Su belleza, pero también la practicidad del diseño conseguirá, además, que triunfe entre uno de los símbolos de este enclave turístico: los gondoleros. Para ellos resultaba un modelo cómodo para moverse en una góndola, ya que su flexibilidad les ayudaba a adaptarse a estas embarcaciones.
Por otra parte, también les ayudaba a conservar sus maravillosas e históricas góndolas ya que no lesionaba ninguno de los mil detalles que estas poseen. Y ya se sabe: todo lo que podemos ver llevar a un gondolero es digno de ser copiado o replicado en todo el mundo.
Pese a ello, no han llegado a despegar de manera clara hasta hace unos pocos años, en los que la furlane han comenzado a salir de Italia para conquistar todo el mundo.
Un ejemplo de esta reconquista es la firma Muné, que reconoce la influencia de este diseño: “La firma nace de un viaje a Venecia. Allí descubrimos la zapatilla tradicionalmente utilizada por los gondoleros y nos gustó tanto que la sacamos a la calle rabiando su fina suela de rueda de bicicleta por suela de neumático reciclado, más gruesa, aislante, flexible y antideslizante”, se puede leer en su web.
Sí, como has leído bien: todavía a día de hoy se siguen fabricando con ruedas de bicicletas. De hecho, si algún modelo puede presumir de ser sostenible esas son sin lugar a dudas las furlane.
Lorenzo Castillo con otro modelo de Furlane de la firma Muné
Muné, además, no es la única firma que ha apostado por estos diseños. En Italia podemos encontrar firmas como Le Sûr, Vibi Venezia o Velasca, y en la misma Venecia reside la familia Dittura que lleva desde 1970 trabajando estos diseños, un trabajo que ya en aquellos años les hacía merecer el reconocimiento de periódicos como el francés Le Monde. También hay diferentes artesanos en la ciudad de los canales que siguen trabajando estos iconos de la moda italiana que se caracterizan, además, por el brillo de sus colores, conseguido en gran parte por el uso del terciopelo, un detalle que nos habla mucho del espíritu de Venecia, puerta de Oriente a Europa. Hasta la ciudad de París se ha rendido a este calzado con firmas como My Chantelle.
Modelo en verde botella de la firma Velasca
Para sabe cómo lucirla podemos acudir a algunos hombres que ya las han empezado a llevar por las calles de nuestro país, reforzando de alguna forma la fuerza que está alcanzando este calzado. Uno de ellos es el decorador Jorge Castillo que, además, colabora con una línea para la firma Muné, antes mencionada. El artista Didi De Diego también suele combinar sus looks con estos modelos en las más diversas versiones. Y Angelo Tropea, uno de los íntimos amigos de la influencer Chiara Ferragni es fiel a Le Sûr, y de hecho se ha encargado de su popularidad actual.
Modelos de la marca le Sûr
La libertad para combinar es prácticamente total. Las podemos lucir con o sin calcetines, y suelen ser perfectas para llevarlas con pantalones de corte pitillo y cortados a la altura del tobillo, dejando así una gran cuota de protagonismo a las furlane.
Eso sí, si todos estos consejos no te dan todavía la fuerza suficiente para atreverte a llevarlas por la calle, te damos un último consejo: las furlane son, sin lugar a dudas, el calzado más adecuado para estar por casa. No vas a encontrar mejor opción para descalzarte y descansar en el hogar, así que si quieres hacer un up-grade en tu ropa de estar en casa, ya sabes cómo vas a poder hacerlo.
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