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Un nuevo estudio revela cómo el té verde matcha puede ayudar a revertir el hígado graso metabólico

taza de té matcha en una superficie de piedra iluminada por luz natural taza de té matcha en una superficie de piedra iluminada por luz natural
Una taza de té matcha, rica en catequinas antioxidantes, cuya popularidad como hábito saludable diario va en aumento.

Un nuevo estudio revisa los beneficios del matcha y las catequinas en pacientes con hígado graso metabólico. Estas son las conclusiones más prometedoras.

El hígado graso metabólico, ahora conocido como MASLD, se ha convertido en una de las enfermedades hepáticas más comunes en todo el mundo. Afecta ya a casi el 38 % de la población y, lo más preocupante, es que no hay un tratamiento farmacológico aprobado que sirva para limpiar el hígado. Hasta ahora, la única recomendación oficial es perder peso con dieta y ejercicio. Pero un nuevo estudio publicado en la revista Nutrients trae buenas noticias: el té verde —especialmente el matcha— podría jugar un papel importante en el control de esta enfermedad.

@feeling.matcha Los componentes del té matcha aportan varios beneficios al organismo: . . -Suministra energía evitando el nerviosismo. -Puede reducir la ansiedad y el estrés. -Mejora el estado de la piel, las uñas y los tejidos. -Ayuda a concentrarse. -Aumenta la memoria. -Regula los niveles de azúcar en sangre. -Balancea problemas cardiovasculares. -Evita la retención de líquidos. -Previene el mal aliento y las caries. -Acelera el metabolismo y la oxidación# de grasas. . . #feeling_matcha #matcha #tematcha #perdidadepeso ♬ original sound – Feeling.Matcha

Qué dice la ciencia sobre el té verde y el hígado

Un grupo de investigadores polacos ha revisado todos los ensayos clínicos y estudios en animales que analizan el efecto del té verde y sus compuestos (en especial las catequinas como el EGCG) sobre el hígado graso metabólico. El artículo, titulado “Influence of Matcha and Tea Catechins on the Progression of MASLD”, resume más de una década de evidencia científica y abre la puerta a nuevas formas de prevención y apoyo terapéutico.

 infografía sobre los efectos del exceso de ácidos grasos en las células hepáticas y el desarrollo del MASLD
Una dieta rica en grasas saturadas puede generar estrés oxidativo en las mitocondrias y favorecer la progresión del MASLD hacia formas más graves de inflamación y fibrosis hepática.

Los autores del estudio Kosik-Bogacka & Piotrowska aseguran en la revista Nutrients, que “beber té verde y matcha se ha convertido en un hábito saludable diario para muchas personas. Su potencial antioxidante y antiinflamatorio lo convierte en un candidato perfecto para tratar muchas enfermedades, incluidas las enfermedades metabólicas y el MASLD.”

¿Qué encontraron? Que tanto en humanos como en animales, el té verde y el matcha han mostrado efectos beneficiosos sobre:

  • La acumulación de grasa en el hígado.
  • Los niveles de colesterol y triglicéridos.
  • La inflamación hepática.
  • La diversidad de la microbiota intestinal.

En algunos estudios, incluso se observaron mejoras en periodos tan breves como seis semanas.

Matcha vs. té verde: ¿cuál es mejor?

Aunque ambos provienen de la misma planta (Camellia sinensis), el matcha se diferencia por cómo se cultiva, se muele y se consume. En lugar de infusionarse, se toma en polvo, disuelto directamente en agua. Esto significa que se ingiere la hoja entera, con una mayor concentración de catequinas, fibra y otros compuestos bioactivos.

Tal y como afirman los investigadores Kosik-Bogacka y Piotrowska en su estudio, “el matcha es una forma de té verde que contiene más cafeína debido a que los arbustos se cubren con mallas protectoras contra los rayos UV durante varias semanas antes de la cosecha.”

Según los estudios recogidos en la revisión, el matcha tiene un potencial especialmente interesante por:

  • Su alta concentración de EGCG, un antioxidante con efectos antiinflamatorios.
  • Su impacto positivo en la microbiota intestinal.
  • Su capacidad para reducir los marcadores inflamatorios en sangre.

En animales alimentados con dietas ricas en grasas, la administración de matcha logró reducir los niveles de enzimas hepáticas (ALT y AST), mejorar el perfil lipídico y reducir la inflamación en el hígado.

¿Y en humanos? Resultados prometedores… pero con matices

En personas con obesidad, diabetes tipo 2 o síndrome metabólico, los estudios muestran que tomar té verde o matcha ayuda a:

diagrama que muestra cómo la dieta y el estrés afectan al intestino y provocan inflamación hepática
El exceso de azúcares, grasas y estrés altera la microbiota intestinal, lo que puede desencadenar inflamación hepática y contribuir al desarrollo del hígado graso metabólico.
  • Reducir la glucosa en sangre.
  • Disminuir el colesterol LDL y los triglicéridos.
  • Mejorar la sensibilidad a la insulina.
  • Disminuir la circunferencia de cintura y el peso corporal.

Eso sí, no todos los ensayos fueron igual de concluyentes. Algunos estudios no encontraron diferencias significativas, en parte por el tamaño reducido de las muestras o la corta duración de los ensayos. También influye el tipo de extracto utilizado y la dosis de catequinas.

¿Es seguro tomar matcha todos los días?

Sí, con moderación. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) considera segura la ingesta de entre 90 y 300 mg diarios de EGCG, la principal catequina del té verde. Esta cantidad se alcanza fácilmente con 2 o 3 tazas al día.

Eso sí, el estudio recuerda que en dosis altas y en ayunas, los extractos de té verde pueden generar toxicidad hepática en animales. Por eso, se recomienda evitar suplementos concentrados sin supervisión médica y optar por consumir el té en su forma tradicional.

Aunque los beneficios del matcha sobre el hígado graso son prometedores, todavía hay muchas preguntas sin resolver. Según el estudio, es urgente:

  • Realizar más ensayos clínicos en pacientes con MASLD diagnosticado.
  • Estudiar cómo interactúa el té verde con la microbiota y el metabolismo hepático.
  • Establecer dosis, duración y métodos de consumo óptimos.

El estudio también plantea un reto interesante: ¿podría el matcha no solo prevenir el hígado graso, sino también frenar su progresión hacia la fibrosis o la cirrosis?


Fuente: Nutrients 2025, 17, 2532. https://doi.org/10.3390/nu17152532

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