«En el tenis, si no estás concentrado al 100%, pierdes»
Con solo 29 años Daniil Medvedev ha conseguido más que muchos tenistas en toda su Carrera. A los 26, llegó a número uno del ranking mundial de la Asociación de Tenis Profesional, y a fecha de hoy, ha ganado 20 títulos individuales de la ATP, incluyendo el Open de Estados Unidos en el 2021 y la final de la ATP en el 2020. En una entrevista reciente con nuestra corresponsal en Londres, el tenista y embajador de Bovet, le habló de su apetito por ganar, la importancia de la familia y por qué se ha convertido en un enamorado de la horología.
En persona, Daniil Medvedev es jovial y de sonrisa fácil, nada que ver con el jugador conocido por su enfoque calculador y su habilidad para cambiar su juego para despistar a su oponente; ni con el Medvedev malhumorado que de vez en cuando pierde los nervios en la pista.
“Fue mi mujer quien me ayudó a madurar”
Medvedev confiesa que es un hombre de familia y acredita a su mujer, Daria Chernyshkova, con ser la responsable de la drástica mejora de su juego desde su matrimonio en el 2018, hasta el punto de ganar la final de la ATP en el 2020, convirtiéndose en el único jugador que jamás ha vencido a los tres mejores del mundo en el mismo torneo. En el 2021, Daniil llegó a dos de las finales de Grand Slam contra Djokovic, al que ganó en el US Open. Al poco de la final del Open de Australia, Medvedev llegó a número uno de la ATP, el primer jugador fuera de los top cuatro en conseguir tal hazaña desde Andy Roddick en el 2004.
Ese nivel de juego debe conllevar mucho tiempo, dedicación y sacrificio. Me pregunto si el apoyo de Daria es totalmente sincero o si en secreto sueña con quemarle las raquetas. Medvedev se ríe. “Ella fue jugadora de tenis cuando era más joven así que sabe lo que hay. Además, ella me ha ayudado mucho a madurar. De hecho, fue ella quien me animó a que me enfocará más en el juego todavía y menos en las cosas que no tienen importancia.” Pensativo, añade, “En tenis, si no estás completamente concentrado en el juego, pierdes.”
Ser padre cambió sus prioridades
Cuando nació su primera hija, Alisa, en Octubre del 2022, su juego bajó un poco de nivel. Con una medio sonrisa, comenta, “bueno, en ocasiones en esa época también jugué mi mejor tenis, pero es verdad que no gané ninguno de los grandes torneos. Hablando con otros padres atletas en distintos deportes, todos me dijeron que es muy difícil encontrar el equilibrio perfecto. No puedes entrenar desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la tarde si quieres pasar tiempo con la familia.”
En Enero de este año nació su seguda hija, Victoria. “Por supuesto que tengo mucho menos tiempo, pero los momentos que pasamos juntos son lo mejor.”
Una infancia entre raquetas, estudios y carretera
Combinar horarios complicados es algo a lo que Medvedev está acostumbrado desde que era pequeño. Empezó a jugar al tenis cuando tenía seis años así que tenía que compaginar el colegio con entrenamientos y torneos. “No fue fácil. A veces hacía la tarea en el coche mientras mi padre me llevaba por Moscú, pero me preparó para la vida que llevo ahora, siempre de un sitio para otro. Tengo una familia y una carrera en tenis, así que siempre estoy viajando.”
Medvedev también está convencido de que tanto movimiento de pequeño agudizó sus dotes sociales, y está muy orgulloso de todavía tener amigos que hizo en el colegio y en sus primero años en el circuito de tenis. “Puede que no pasara mucho tiempo con ellos, pero tengo unos recuerdos muy bonitos de esa época.”
“No me perdí nada: salía, me divertía y ganaba”
La verdad es que no considera que se perdió nada como adolescente. “Cuando tienes 18 o 19 años y estás en el circuito, claro que sales, quizás no la noche antes de un partido, pero cuando teníamos el día siguiente libre, claro que salíamos y nos lo pasábamos genial. Así que no me arrepiento de nada.”
Medvedev y su familia se mudaron al sur de Francia cuando creyeron que no podía avanzar más en Rusia. “El cambio fue duro; todos mis amigos estaban en Rusia, pero fue la decisión correcta para mi carrera.”
De vez en cuando, Medvedev se ha comportado en la pista de manera algo volátil, incluso podríamos decir que explosiva. “Yo siempre salgo a ganar, y cuando veo que no lo estoy haciendo muy bien, me frustro, me sube la adrenalina y…” me dice. Encogiéndose de hombros, añade, “Pero llevo mucho tiempo trabajando en mi autocontrol y ahora soy bastante más tranquilo.”
A pesar de la ocasional salida de tono, o quizás en parte por ello, y por sus tiros a la velocidad de la luz y unos brazos que llegan a todo, la verdad es que en general, el público le adora. En un partido de Medvedev, no se aburre nadie.
La conexión con Bovet: relojes, precisión y respeto mutuo
Su ambición y deseo de superación fueron las cualidades que primero atrajeron a Pascal Raffy, dueño de la marca suiza de relojes de lujo, Bovet, cuando el tenista tenía solamente 23 años. Su inteligencia y madurez – propias de un campeón – junto con su común deseo de llegar a nuevas metas marcaron el nacimiento de su relación. “Sentí una conexión casi como de familia,” explica Medvedev. “Estoy muy orgulloso de ser embajador de Bovet.”
Como en todo este tipo de aventuras, hace falta mucha fe y buena disposición para que funcionen.
“Al principio, siempre hay un riesgo, da igual la marca o el atleta. Nunca se pueda anticipar como van a ir las cosas.”
Daniil Medvedev.
En este caso, han ido genial. Seis años han pasado y tanto jugador como marca están encantados con que los mejores relojes Bovet luzcan en la muñeca de Medvedev.
El primero fue el Ottantasei Tourbillon, un reloj desarrollado en colaboración con Pininfarina. Esta pieza excepcional de alta relojería es un homenaje a la ligereza, la finura y la transparencia. El cristal de zafiro tanto en el frente como en los lados y la parte de atrás de la caja, dejan que la luz natural ilumine todos los elementos del Ottantasei, incluso el tourbillon. Medvedeve siente algo de debilidad por este modelo. “Fue el primero, y para mí es como mi amuleto de la suerte.”
Siempre con Bovet, menos en la pista
Aun así, y como muchos otros jugadores, Medvedev no lleva reloj en la pista. “En tenis, cada detalle es de gran importancia. Yo nunca he jugado con reloj. Empezar de repente a hacerlo podría ser complicado.” Tras una corta pausa, añade, “Además, los relojes de Bovet tienen mucho valor, tanto monetario como artesanal. Odiaría ser responsable de dañar uno.”
Eso sí, cuando no juega, siempre hay uno en su muñeca. “Me encanta la exclusividad de Bovet – estar en una cena y saber que nadie más lleva el mismo reloj que yo.”
Con el tiempo, el encanto de la relojería le ha conquistado. “Estoy aprendiendo muchísimo sobre relojes automáticos. Los Bovet son una auténtica maravilla,” comenta Medvedev con admiración. “Son tan complicados y requieren tantísima maestría y pericia. El año pasado estuve en el castillo (la sede central de Bovet, Château de Motiers, Suiza), e intenté nada más que poner un par de tornillos en uno me pareció dificilísimo. Todos los componentes son tan minúsculos!”
Otros Bovet que ha lucido Medvedev incluyen el Récital 26 Chapter Two Tourbillon 44mm y el Récital 12. Hoy, lleva un Bovet Aperto 1, también diseñado por Pininfarina. Este ligero reloj de titanio tiene un diseño sumamente vanguardista esquelotonizado, con un movimiento de carga manual (calibre 15BMPF09-OW) que cuenta con una reserva de siete días, totalmente desarrollado por Bovet. El cambio de correa es facilísimo y lleva menos tiempo que el que tarda Medvedev en lanzar uno de sus servicios mortíferos.
¿Diseñará su propio reloj algún día?
Viendo lo emocionado que el tenista está con los relojes, le pregunto si se siente tentado de involucrarse en el diseño de uno. Se ríe y me contesta, “Eso sería verdaderamente interesante, pero en el futuro.”
A día de hoy, Medvedev ocupa el decimoprimer lugar en el ranking mundial de la ATP, y está completamente enfocado en el tenis y en su familia: “Pretendo jugar hasta que mi cuerpo aguante. Me encanta ganar y quiero volver a ser número uno.”
