El Grupo Stellantis y el grupo Volkswagen dan marcha atrás en su plan 2030.
El pasado mes de septiembre el Grupo Stellantis anunció en el salón IA de Múnich que va a renunciar a fabricar sólo coches eléctricos a partir de 2030. La automovilística, que no cree que sea posible cumplir la meta tampoco en 2035, apuesta por los coches híbridos, ya que no creen que los objetivos impuestos por Bruselas sean realistas, ni alcanzables. Por su parte el grupo Volkswagen se ha visto forzado a parar la producción de coches eléctricos en dos de sus fábricas alemanas afectando a Volkswagen, Audi y CUPRA. Además, el consorcio alemán ha reforzado la fabricación de modelos con motor de combustión interna, con el objetivo de adaptar la producción a la evolución del mercado.
¿Será esto una marcha atrás del sector automovilístico respecto a la electrificación? Lo que sí está claro, es que Europa está poniendo freno a la fabricación de eléctricos, ya que las ventas reflejan la realidad; suben las ventas de los coches híbridos y la de los eléctricos avanza, pero no llega a lo previsto.
Unos objetivos impuestos inalcanzables
Hace unos días te contábamos que los híbridos son los superventas del mercado y te dábamos unas sugerencias sobre los modelos más recomendados de este segmento.
Pues bien, parece que los coches híbridos son más que una tendencia, y no lo decimos nosotros. El pasado mes de septiembre el consorcio automovilístico Stellantis anunciaba en el Salón de Múnich que no va a mantener el objetivo de vender solo eléctricos en el mercado europeo en 2030. Así lo confirmó el jefe de operaciones en Europa, Jean-Philippe Imparato, que señaló a Buselas como la causa de esta decisión por la situación extrema a la que está llevando al sector. Imparato señala: “Los objetivos de emisiones propuestos son inalcanzables y letales para la industria del automóvil. Hay que cambiar las políticas y normativas de la UE”.
Imparato expuso que Stellantis va a apostar por los coches híbridos: “Y no centrarse sólo en la venta de eléctricos nuevos, algo que está matando a la industria y ahorraríamos mucho CO2 si rejuvenecemos el parque móvil”.
El consejero delegado advierte que el sector está: “En una situación de emergencia” y tal y como publica Automotive News: “El objetivo de la UE de que solo se vendan eléctricos en 2035 no es alcanzable para ningún fabricante europeo”.
VW sigue los pasos de Stellantis
El gigante automotriz ha anunciado que detendrá, por algunos días, la producción de modelos cero emisiones en dos de sus plantas en Alemania: Zwickau y Dresde debido a la baja demanda de modelos eléctricos. El fabricante alemán, aunque no ha sido tan contundente como Stellantis, también ha anunciado que reducirá la cantidad de modelos eléctricos y aumentará la de otros modelos de combustión para adaptar la producción a la evolución del mercado
En la planta de Zwickau se ensamblan seis modelos eléctricos: el ID.3, ID.4, ID.5, CUPRA Born y el Audi Q4 e-tron. Por su parte, la planta de Dresde también produce el ID.3. Ambas paralizarán su actividad como medida de ajuste a la demanda real del mercado. Además, otras plantas como Emden también se van a ver afectadas.
Los motores de combustión siguen en aumento
La decisión de Volkswagen y Stellantis refleja las dificultades del mercado europeo para consolidar la electrificación, a pesar de que la Unión Europea ha puesto de plazo el año 2035 para prohibir la venta de coches de combustión.
Y es que, tanto en el continente europeo como en España, el mercado se comporta de manera similar. La venta de vehículos eléctricos se ha estancado y este factor pone en duda el objetivo de la Unión Europea de prohibir la venta de coches de combustión en 2035.
Porqué el consumidor pone el freno al coche eléctrico
Realmente los vehículos eléctricos son cada vez mejores en calidad precio y autonomía. Pero de cara a su compra hay factores que hacen que se genere incertidumbre y nos decantemos por un híbrido ligero o híbrido enchufable ya que, la red de infraestructuras de recarga aún es insuficiente, las ayudas públicas van tarde y son escasas, además del mayor coste total de propiedad en comparación con los coches con motor de combustión interna.