Diseño con carácter, tecnología útil y una propuesta pensada para la Europa real, desde 19.190 euros.
La marca coreana llega al tramo final del año con un discurso claro y coherente. Kia ha aprovechado 2025 para ordenar su gama, actualizar modelos clave y reforzar una identidad que hoy resulta fácil de reconocer. La filosofía de diseño Opposites United ya no es un concepto abstracto, sino un hilo conductor que une lanzamientos eléctricos, híbridos y térmicos con una misma manera de entender el coche. En ese contexto encaja el nuevo Stonic, un modelo que busca afinar lo que ya funcionaba y llevarlo un paso más allá en diseño, tecnología y uso diario.
Un diseño que gana presencia
El nuevo Kia Stonic se reconoce a simple vista, pero también deja claro que algo ha cambiado. Mantiene sus proporciones compactas, ideales para ciudad, aunque crece 25 milímetros de longitud gracias a unos paragolpes rediseñados que le dan más empaque visual. El frontal adopta la firma luminosa Star Map de Kia, con una lectura más limpia y estructurada. Las rejillas ganan protagonismo y el conjunto transmite una sensación más segura.

En la parte trasera, el rediseño sigue la misma lógica. Nuevo portón, pilotos con un grafismo más marcado y un paragolpes de líneas claras que ordena el conjunto. A esto se suman nuevas llantas de 16 y 17 pulgadas, con unas específicas para el acabado GT-Line, y dos nuevos colores que aportan frescura a la gama: Adventurous Green y Yacht Blue.
Motores pensados para una Europa en transición
Kia no fuerza discursos. El Stonic responde a una realidad conocida: no todos los conductores ni todos los mercados avanzan al mismo ritmo hacia la electrificación total. Por eso, la gama se articula en torno al motor 1.0 T-GDI de gasolina, disponible en dos niveles.

La versión de 100 CV cubre con solvencia el uso diario, mientras que la variante mild-hybrid de 115 CV añade un plus de eficiencia y suavidad. Ambas opciones pueden asociarse a un cambio manual de seis marchas, y en el caso del MHEV, también a una transmisión automática de doble embrague y siete velocidades. Una oferta sencilla, fácil de entender y adaptada a distintas formas de moverse.
Un interior que juega en otra liga
Al abrir la puerta, el salto es evidente. El Stonic estrena una disposición panorámica de doble pantalla con dos paneles de 12,3 pulgadas que integran la instrumentación y el sistema multimedia. La lectura es clara, rápida y bien organizada, sin artificios.

La nueva pantalla táctil multimodo permite gestionar climatización e infoentretenimiento desde un mismo lugar, con una lógica intuitiva. A ello se suman un volante rediseñado, una consola central más ordenada y detalles prácticos como puertos USB-C de carga rápida, conectividad inalámbrica para el móvil e iluminación ambiental. Todo suma, sin recargar.
El sistema Kia Connect refuerza esa sensación de coche pensado para el uso real. Información en la nube, diagnóstico del vehículo y control remoto desde el móvil a través de Kia App. La Digital Key permite abrir y arrancar el coche con el smartphone o un smartwatch compatible. Son funciones que se usan, no promesas vacías.
Seguridad avanzada, sin letra pequeña
El Stonic incorpora un conjunto de sistemas ADAS propios de segmentos superiores. El asistente de colisión en ángulo muerto vigila lo que no ves, el aviso de salida segura cuida a los ocupantes al abrir las puertas y el sistema de prevención de colisiones frontales actúa cuando detecta un riesgo real.
A esto se suman la asistencia de conducción en carretera y el seguimiento de carril, que ayudan a mantener distancia y trayectoria en desplazamientos largos.
Un precio que cierra el círculo
El nuevo Stonic ya está en los concesionarios españoles con un precio de partida de 19.190 euros. Una cifra coherente para un crossover urbano que ha sabido crecer en diseño, tecnología y seguridad sin perder de vista lo esencial: ser fácil de vivir cada día.

