El reloj Carlos Alcaraz que lució tras ganar Roland Garros 2025 es el nuevo Rolex Daytona Oysterflex con esfera Tiffany blue y caja de oro amarillo.
París vivió ayer una final que será difícil de olvidar. Carlos Alcaraz, con solo 22 años, firmó una remontada épica en la Philippe Chatrier frente a Jannik Sinner, y se llevó a casa su segundo título de Roland Garros. Pero, entre lágrimas, ovaciones y el ya tradicional puño al cielo, hubo un detalle que no pasó desapercibido: un destello dorado y azul que brillaba en su muñeca izquierda mientras alzaba la Copa de los Mosqueteros. No era solo un reloj. Era el nuevo Rolex Cosmograph Daytona con esfera azul turquesa —o Tiffany blue, como ya lo han bautizado los fans— y caja de oro amarillo de 18 quilates.
Alcaraz lleva ya dos años siendo embajador de Rolex. Desde su primer Grand Slam en el US Open 2022, pasando por Wimbledon 2023, hasta esta nueva gesta parisina, la casa suiza ha estado presente en cada uno de sus grandes momentos. Y no por casualidad. Rolex y el tenis comparten historia, precisión, disciplina. Rafa Nadal, Roger Federer, Björn Borg o Stefanos Tsitsipas también han llevado Rolex. No es solo patrocinio, es legado y ayer, Alcaraz no solo ganó un torneo: presentó al mundo el reloj más codiciado del año.
Un nuevo Daytona que ya es objeto de deseo
La pieza que lució Carlos Alcaraz es la referencia 126518LN, un Rolex Daytona Cosmograph que ha dado que hablar desde su presentación en Watches & Wonders 2025. Su esfera azul turquesa es el gran reclamo visual, una combinación llamativa y elegante con la caja de oro amarillo de 18 quilates.
El bisel es de cerámica negra Cerachrom, resistente a rayaduras y al paso del tiempo, con escala taquimétrica grabada con precisión milimétrica. Una mezcla de tradición y evolución que recuerda al Daytona de 1965, pero con todo el músculo técnico del presente.
¿Y cuánto cuesta el reloj de Carlos Alcaraz? Nada menos que 37.700 euros. Un precio que no solo responde a su estética o exclusividad, sino a todo lo que lleva dentro.
El brazalete Oysterflex: comodidad y resistencia
Una de las claves de esta versión del Daytona es el brazalete. No es el clásico metálico, sino el Oysterflex. Por dentro, una lámina metálica superelástica. Por fuera, elastómero negro de alto rendimiento. Esta combinación, patentada por Rolex, ofrece resistencia a agresiones externas, pero también una comodidad extraordinaria.
El cierre de seguridad Oysterlock y el sistema de extensión rápida Easylink permiten ajustar la longitud del brazalete con facilidad, adaptándose a la muñeca del usuario en cualquier situación. Un reloj para vivirlo, no solo para lucirlo.
Detalles que marcan la diferencia
La esfera, además de ese azul inconfundible, incorpora contadores negros con círculos concéntricos y agujas con visualización Chromalight. El brillo azulado facilita la lectura incluso en condiciones de poca luz, algo que puede parecer anecdótico, pero que forma parte del ADN funcional de Rolex.
El corazón del reloj es el calibre 4131, un cronógrafo mecánico de cuerda automática, con una precisión de -2/+2 segundos al día. Dispone de 72 horas de reserva de marcha, una espiral Parachrom azul antimagnética y amortiguadores Paraflex. Traducción rápida: es un motor de altísima fiabilidad y precisión pensado para durar décadas.
La relación de Alcaraz con Rolex: algo más que relojes
No es la primera vez que Alcaraz celebra un gran triunfo con un Daytona en la muñeca. En Wimbledon 2023, tras vencer a Djokovic, llevó la Ref. 116519LN, con esfera de meteorito. En el US Open 2022, lució una versión con esfera negra. Y tras aquel título, volvió a España con otro icono: el Yacht-Master RLX Titanium, un modelo más técnico y discreto, pero igual de exclusivo.
Cada reloj cuenta una etapa de su carrera. Cada pieza es un recuerdo tangible de su evolución. No se trata de una colección aleatoria: son relojes que acompañan hitos. Y el Daytona Tiffany blue que vimos ayer en París ya tiene su lugar en esa historia.
Un icono que llega en el mejor momento
La aparición de esta versión del Daytona no ha sido casual. Rolex la presentó en Watches & Wonders hace apenas un par de meses, junto con otras actualizaciones. Pero fue Alcaraz quien la llevó al foco mediático global. Sin mencionar una palabra, hizo más por el modelo que cualquier campaña publicitaria.
Y no es de extrañar. El Daytona siempre ha sido uno de los relojes más deseados de la casa suiza. Pero este nuevo color, tan vinculado al universo del lujo actual, ha despertado pasiones entre coleccionistas y aficionados.
Además, su elección por parte de un joven campeón como Alcaraz refuerza la conexión entre generaciones, entre historia y futuro. Él no solo gana trofeos. También marca estilo.
Rolex y el tenis: una alianza de precisión
Rolex lleva décadas vinculada al tenis. Desde que entró en Wimbledon en 1978 como cronometrador oficial, ha acompañado a los nombres más grandes del circuito. Federer, con su elegancia; Tsitsipas, con su carácter; Alcaraz, con su energía. Todos tienen algo en común: un Rolex que no solo da la hora, sino que acompaña sus gestas.
Y es que el tenis, como la alta relojería, no perdona errores. Cada segundo cuenta. Cada detalle importa. Rolex lo sabe. Y por eso, cuando Carlos Alcaraz levantó la copa en Roland Garros, el reloj que llevaba no era una casualidad. Era una declaración.