Diseñadas por MÓ junto a NOX, estas gafas de sol para jugar al paddle ofrecen protección, ligereza y comodidad dentro y fuera de la pista.
Los hombres que encadenan partido tras partido bajo el sol ya no se conforman con cualquier montura. Cada vez son más conscientes de que los rayos UV, el viento y el esfuerzo ocular en la pista pasan factura a la vista. Para responder a esa necesidad —y de paso subir el nivel de estilo— MÓ y NOX se unen en una colección cápsula que reúne diseño óptico, solvencia deportiva y sostenibilidad. Y lo mejor es que lo hacen con tres modelos de gafas pensados para los que viven el pádel como tú: dos gafas de sol completas y un clip-on intercambiable que se adapta a tu graduación.
Por qué unos buenos cristales marcan la diferencia
La luz del mediodía rebota en el cristal de la pista, la pelota surca el aire y tú sigues cada golpe al milímetro. Sin una buena protección, forzarás la vista y aumentarás el riesgo de deslumbramientos, sequedad ocular o incluso lesiones por impacto. Las gafas polarizadas de la gama MÓ × NOX filtran el reflejo horizontal y mejoran el contraste, de modo que cada bandeja llega más nítida y tus reacciones ganan precisión. El plus de protección llega con la forma envolvente de la montura: abrazan el contorno de la cara, bloquean la entrada lateral de luz y se mantienen firmes incluso en un remate en suspensión.
Una alianza que nace en la pista
NOX es sinónimo de innovación en el circuito profesional y está presente en más de 60 países. MÓ, por su parte, acumula casi 50 años de experiencia óptica y un compromiso sólido con la sostenibilidad. Juntas dan forma a la primera colaboración entre una marca líder de pádel y una firma del sector óptico: misma pasión por el detalle, dos terrenos de juego distintos. El resultado es una colección que integra la estética cuidada de MÓ con la garra competitiva de NOX.
Tecnología que aguanta tu ritmo
Las monturas están fabricadas en ECO G850, un polímero de origen natural tan ligero que casi olvidas que lo llevas, pero lo bastante resistente para soportar golpes y torsiones. Los terminales engomados de las varillas y las plaquetas de apoyo evitan deslizamientos cuando sudas. Cambia de pista, salta a la bici o vete a tomar algo: seguirán en su sitio. Cada par llega con estuche rígido y gamuza a juego, porque cuidar la visión también pasa por mantener los cristales impecables.
Tres modelos, cero excusas
La colección incluye dos gafas de sol completas y un clip-on intercambiable que convierte tu gafa graduada MÓ en una deportiva con un solo gesto. Todas montan lentes polarizadas en negro o rojo, para que elijas si prefieres un look discreto o uno que grite “set y partido”. Las siluetas envuelven el rostro y reparten el peso de forma uniforme; se acaban las marcas en el puente y la presión tras las orejas. El clip-on resulta ideal si ya usas gafas graduadas: se acopla mediante imanes y te permite pasar del coche a la pista sin cambiar de montura. Piensa en el espacio que ahorrarás en la mochila.
Agustín Tapia pone el listón muy alto
Para presentar la colección hacía falta un jugador que simbolizase visión de juego y ambición. El elegido es Agustín Tapia, número uno del ranking FIP con 25 años. En 2024 dominó el circuito junto a Arturo Coello: sellaron la posición de pareja Nº 1, encadenaron 45 victorias y levantaron 14 trofeos Premier Padel. La guinda llegó en febrero de 2025, cuando fue nombrado «Jugador del Año» en los World Padel Awards. Su potencia y precisión inspiran cada detalle de estas gafas. En la campaña le acompañan la alemana Victoria Kurz, triple campeona nacional y el valenciano Edu Alonso, hoy 14º del mundo y uno de los talentos con mayor proyecció