Los vinos de Tenerife: El secreto volcánico de las Islas Canarias

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Tenerife, más allá de sus conocidas playas paradisíacas, la riqueza de sus paisajes y de sus restaurantes con estrella Michelin, es una parada obligatoria para los amantes del buen vino. En este lugar de las antiguas Islas Afortunadas, la tradición vinícola se combina con la historia y una amplia biodiversidad. Aquí, las viñas situadas cerca de sus volcanes se mezclan con palmas y cañas para ofrecer un enoturismo muy diferente al que estamos acostumbrados en la península.

La isla de Tenerife destaca por ser el epicentro vinícola de las Canarias y así lo ha demostrado con su “Túnel de Vino” que la isla tuvo en la 25ª edición de San Sebastian Gastronomika. Y es que Tenerife, con su concentración de denominaciones de origen —¡un total de seis, incluyendo a la regional de Islas Canarias! —, es única en toda España. Estas denominaciones se han ganado un lugar de reconocimiento gracias al esfuerzo que conlleva cultivar en un terreno tan escarpado y desafiante, en donde se desarrolla lo que se conoce como viticultura heroica. Las viñas crecen en terrenos volcánicos, dando como resultados tintos con notas minerales profundas y blancos finos, en especial los elaborados con las variedades listán blanco, malvasía o marmajuelo.

Las tradiciones y celebraciones asociadas al vino son fundamentales en la cultura tinerfeña. La isla acoge algunas de las mejores fiestas de la vendimia de Canarias, eventos que evocan tanto la importancia contemporánea del vino como su relevancia histórica. En las épocas precristianas, Tenerife, también conocida por los antiguos romanos como Nivaria, era un reino floreciente, y las huellas de esa cultura ancestral todavía pueden vislumbrarse en la actualidad.

Para aquellos interesados en explorar a fondo la riqueza vitivinícola de Tenerife, las rutas del vino son una experiencia obligada. No solo permiten descubrir las bodegas y viñedos que salpican la isla, sino también disfrutar, de los asombrosos paisajes naturales que la caracterizan. Entre ellos, destaca el Parque Nacional del Teide, un maravilloso enclave natural que, al igual que los vinos de Tenerife, deja una huella indeleble en la memoria de quien lo visita.

El suelo volcánico: la esencia de la diferencia

Uno de los factores más importantes que distingue a los vinos de Tenerife es, sin duda, su suelo volcánico. Los terrenos derivados de los suelos volcánicos, en particular aquellos con altas concentraciones de ceniza, pómez y basalto, tienden a producir vinos con un perfil mineral distintivo. Las características físicas y químicas de estos suelos permiten una excelente retención de humedad y un drenaje adecuado. Esto proporciona a las raíces de la vid un ambiente óptimo, permitiéndoles profundizar y extraer esos minerales, que se reflejan luego en las cualidades organolépticas de los vinos.

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Vendimia del Valle de Guimar.

Historia en cada copa

El vino en Tenerife no es un recién llegado. Su historia se remonta al siglo XV, cuando los colonizadores españoles y portugueses trajeron las primeras cepas de vid al archipiélago. Rápidamente, las condiciones favorables de Tenerife para el cultivo de la vid se hicieron evidentes, y a finales del siglo XVI, Tenerife ya exportaba sus vinos a destinos tan lejanos como América y Europa. Estos vinos, a menudo denominados «vinos de malvasía», adquirieron fama, siendo incluso mencionados en obras literarias de la época, como las de William Shakespeare.

Tegueste y Tejina: Viñas, historia y cultura en el norte tinerfeño

En el norte de La Laguna, más allá de sus calles bulliciosas, se extienden paisajes de viñedos que envuelven con su verdor a pueblos y caseríos. La villa de Tegueste, con su encanto rural, es una parada esencial para los amantes del vino. Las bodegas de este lugar invitan al visitante a sumergirse en la tradición vinícola de la región, mientras que las tabernas locales ofrecen la oportunidad de degustar tintos que reflejan el sabor y carácter del terreno. Pero el vino no es el único protagonista en Tegueste. Su iglesia de San Marcos, construida en 1530, destaca por su impresionante artesonado mudéjar. A pocos pasos, en la plaza, está la casa del sabio tinerfeño Antonio Pereira Pacheco, un monumento a la historia y cultura de la isla.

Por su parte, Tejina, a poca distancia, sorprende con su tradición destiladora. Aquí, el ron de caña se produce con métodos antiguos, preservando su sabor auténtico. La bodega La Isleta, emblemática en el lugar, no solo resguarda vinos, sino también historias y artes. Desde 1869, ha sido escenario de actividades teatrales, convirtiéndose en un punto de encuentro entre la tradición vinícola y la cultural. No muy lejos, el paraje de Mesa de Tejina es un remanso de paz, y el caserío vinero de Las Canteras completa la experiencia con su sabor y tradición.

Tacoronte y La Orotava

Tacoronte, atravesado por viñas y pintorescos barrios, destaca por su tradición vinícola. Como capital vinícola de Tacoronte-Acentejo, es famoso por sus tintos a base de listán negro y negramoll, representados por bodegas como Insulares de Tenerife, Presas Ocampo, Domínguez 4ª Generación y muchas otras más.

Por otro lado, La Villa de La Orotava es una localidad de arquitectura típicamente canaria, fruto de una fusión de influencias inglesas, andaluzas, normandas y castellanas. Además de su patrimonio arquitectónico, la villa cuenta con museos y un parque botánico, «la Hijuela», que data del siglo XVIII.

El Valle de La Orotava es la Denominación de Origen de La Orotava -donde, en la época de la conquista de América, se plantaron los primeros viñedos en las islas- con su sistema único de conducción de la viña, el cordón trenzado, y bodegas tradicionales como Valleoro, Arautava y Suertes del Marqués, por solo citar algunas. Esta rica herencia vitivinícola se complementa con casas señoriales y edificaciones barrocas, que añaden un carácter histórico y cultural único a la región.

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Sistema de cultivo de la vid en La Orotava.

La Guancha e Icod: Tradición Vinícola y Patrimonio Natural

La Guancha, enmarcada en la Denominación de Origen Ycoden-Daute-Isora, destaca por sus excelentes vinos, su gastronomía casera y su delicada artesanía. Entre sus bodegas destaca Viñátigo, cuyos blancos de listán han conquistado algunos paladares afortunados dentro y fuera de España. Viña La Guancha, con sus reconocidos vinos de la marca Viña Zanata, es otra joya de la región.

Icod de los Vinos, fundado en 1501, no solo es célebre por su tradición vinícola, sino también por albergar un drago centenario que se eleva hasta los 14 metros, símbolo de la isla. Su patrimonio monumental y gastronomía se suman al atractivo de este pueblo, que celebra las fiestas de San Andrés en noviembre, con bodegas que obsequian con vino a los asistentes.

Dentro de las bodegas de Icod, destaca la de Francisco Javier Gómez Pimentel (Aceviño) por ofrecer una variada selección de vinos y mantener un estándar de calidad que ha posicionado sus productos entre los preferidos por los conocedores.

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Las Medianias del Valle de Güímar, Tenerife.

Granadilla de Abona, Vilaflor, Güímar y Candelaria

Granadilla de Abona y Vilaflor, ambas localidades situadas en la Denominación de Origen Abona, son el epicentro vinícola en Tenerife. Sus viñedos se extienden sobre terrenos volcánicos, cuyas particulares propiedades minerales otorgan a los vinos características distintivas. Los vinos de esta región suelen tener una frescura y mineralidad notable, y aunque predominan los blancos, especialmente los elaborados con uva listán blanco, también se pueden encontrar tintos y rosados de gran carácter. Entre sus bodegas destacan Altos de Trevejos, Frontos o Reverón, entre otras muchas.

El Valle de Güímar destaca por sus vinos que, al igual que en Granadilla, se beneficia de la influencia del suelo volcánico. La uva listán blanco también es predominante aquí, dando lugar a vinos con notas cítricas y un fondo mineral. Bodegas como la Comarcal del Valle de Güímar, Ferrera o El Borujo son referentes de la región, ofreciendo a los amantes del buen vino degustaciones que son un viaje al corazón de la tradición vitivinícola de Tenerife.

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