Regreso al Orient- Express: glamour y lujo a bordo de un clásico

Texto: Ana Marcos

Un estilo único para un viaje de novela. El legendario Orient- Express, glosado por escritores de la talla de Graham Greene o la autora Agatha Christie, sigue su ruta serpenteante a través del corazón de Europa. Un regreso al pasado con todos los aditamentos para viajar también en el tiempo.

Tren de reyes, rey de trenes. Lujo, glamour y refinamiento. Inaugurado con todos los fastos en el año 1883, los vagones del Orient- Express han transportado a la flor y nata de la sociedad europea: aristócratas, artistas o políticos seguían el ritmo preciso de su marcha entre copa y copa de champagne.

Desde su puesta en marcha por primera vez, habría que esperar hasta 1889 para llegar hasta Estambul sin cambiar de tren, un trayecto que aún hoy se sigue realizando puntualmente. La finalización del túnel Simplon, en 1906, que atraviesa los Alpes uniendo Suiza e Italia, facilitó la inauguración de una ruta más meridional y acortó considerablemente las distancias hasta Venecia; fue entonces cuando comenzaron a denominar el Orient- Express como la “alfombra mágica hacia Oriente”.

Sueños y anécdotas

Dividido en diversos tramos que el viajero puede elegir, cualquier itinerario está tejido de sueños y curiosas anécdotas. Fue asaltado por bandoleros, quedó atrapado entre montañas por una fuerte nevada… Pero tras la II Guerra Mundial entró en vía muerta y fue olvidado. Sería James Sherwood- fundador de Belmond portfolio-, el artífice de su recuperación tras una ardua labor de búsqueda; tras 23.000 horas de minuciosos trabajos, se restauraron los 12 coches- cama, los tres destinados a restaurante, el bar y los departamentos del personal. Y se dejó exactamente igual que en sus orígenes. Su nueva puesta en marcha se produciría en 1982 desde la estación Victoria rumbo a Venecia. Hoy, el ruido de sus ejes no se ha silenciado y, en pleno siglo XXI, desafía el paso del tiempo.

El Venice- Simplon Orient- Express, soberbio e impoluto, espera majestuoso en la estación. De color azul oscuro, en sus grandes y pulidos escudos dorados mantienen la inscripción de la firma propietaria original: Compañía Internacional de Wagons Lits y Grandes Expresos Europeos y actualmente pertenece a la cadena Belmond (www.belmond.com). Han cambiado sus propietarios, pero no su leyenda: en cualquier lugar, su llegada es todo un acontecimiento.

Comienza el viaje

Para los viajeros, es hora de comenzar a vivir un sueño mágico. Una vez en el andén, los encargados de cada vagón- con la función de mayordomos y responsables del bienestar de los pasajeros a su cargo- aguardan a la puerta de cada coche impecablemente uniformados y llevan a los clientes hasta su compartimento, a lo largo de un tren que mide 400 metros de largo. Fue el coche- cama más exquisito del mundo y como tal ha permanecido. Los departamentos, donde ya se encuentra depositado el equipaje, recrean fielmente tiempos que ya se fueron, todo en un estilo rigurosamente “british” en el que no faltan toques afrancesados ni el estilo art- decó propio de los años 20.

Ya en el compartimento, sus paredes están empaneladas en maderas preciosas, desde fresno a palisandro, con delicados trabajos de marquetería, tapicerías reproducidas de las originales….La filosofía de Sherwood fue, desde un primer momento, conservar todo tal cual estaba, de esta manera no hay aire acondicionado ni tampoco ducha en el compartimento; también el aseo es común en cada vagón; las suites si poseen baño completo en el departamento. No obstante, en los trayectos largos, el tren “hace noche” en días alternos, para que sus pasajeros duerman en hoteles de lujo.

La última novedad ha sido una nueva ruta de París a Berlín. Asimismo, cuentan con la Grand Suite (5.500 libras por persona) que incluye zona de estar y cuarto de baño con ducha. Igualmente, es factible unir dos cabinas.

Sofisticación y glamour

“Toc, toc, toc…”. Llaman a la puerta. El mayordomo, que se presenta como Ian, indica a los clientes el plan de viaje: horarios de almuerzo y cena, servicios y modo de funcionamiento. No se refiere a la indumentaria. “Glamour obliga” y, previamente, en las instrucciones que se dan con los billetes se advierten una serie de normas de recomendable cumplimiento: no a los vaqueros ni zapatillas de deporte y para la noche se “ruega encarecidamente” el uso de chaqueta y corbata.

A través de un paisaje de ensueño, en su trayecto completo Londres- Estambul atravesaría Gran Bretaña, Francia, Suiza, Liechtenstein, Austria, Hungría, Rumanía, Bulgaria y Turquía, haciendo nada menos que 4.000 kilómetros a lo largo de siete días. Nada ha cambiado en el Orient- Express… a excepción de su locomotora, sustituída la de carbón por una eléctrica, que alcanza una velocidad máxima de 100 kilómetros por hora.

Hay tres vagones restaurantes, cada uno decorado en un estilo distinto: L’Oriental, con preciosas paredes recubiertas de lacas chinas; Côte d’Azur, lacado en negro con incrustaciones de Lalique y L’Ètoile du Nord, de estilo victoriano. Cada uno con su encanto, y donde el chef Christian Bodiguel y su equipo ofrecen a los comensales unos  sofisticados platos de tendencia francesa. Servicio de guante blanco para un festín: manteles de hilo, vajillas de porcelana, brillantes copas de fino cristal… todo ello regado con una selección de los mejores vinos del mundo, desde borgoñas a champagne o brunellos di montalcino.

Gastronomía de cinco estrellas

Próxima parada: el té de las cinco. Mientras el tren se desliza suavemente, el mayordomo aparece con una exquisita bandeja con servicio de plata en el que no han olvidado colocar un pequeño florero con una orquídea.

Cuando cae la noche la cita es la cena, una gran ocasión para vestirse elegantemente. Es la hora de rememorar el verdadero encanto de siglos pasados, un marco excepcional para admirar los ricos atuendos de las señoras y el smoking de los señores, en una clientela principalmente formada por parejas en luna de miel o celebrando felices años de matrimonio.

La gastronomía es muy importante en el Orient- Express. Todo está pensado hasta el último detalle. Tanto en el almuerzo como en la cena, los comensales son situados en coches alternos con el fin de que puedan disfrutar de cada uno de los tres. Sobre una mesa impecablemente vestida, se encuentran los elegantes menús que desgranan uno a uno los platos que se servirán. “Parmentier de confit de pato con manzanas verdes perfumadas al pistacho”, “Tronco de atún semi- cuit con crocante de jamón de Parma, azafrán y velouté de jengibre fresco y endibias caramelizadas a la naranja”, “Tournedó de buey charolés al gratín con muselina de trufas blancas”, selección de quesos y “Pastel de chocolate con crema de moka”; para finalizar, mignardises y café.

Delicias todas preparadas en el tren, que se acompaña de una excepcional carta de vinos.

Un auténtico festín, con excepcionales presentaciones, con preparaciones que no se repiten a lo largo del viaje. Para ello el chef con sus ayudantes se va abasteciendo en los mercados locales cuando el tren hace sus paradas. Igualmente existen menús vegetarianos o para dietas especiales. Todas las comidas hechas en el tren están incluídas en el precio del pasaje, no así los vinos.

Sobremesa de lujo

Tras un fastuoso menú, es hora de ir al coche- bar y tomar una copa bajo los suaves acordes de un piano. Los pasajeros charlan entre sí cambiando impresiones, la tensión impuesta por el protocolo se relaja y todo el mundo sonríe.

El reloj marca las horas y, de vuelta al compartimento, el escenario se ha transformado por completo: el respaldo y asiento del sofá se ha convertido en dos literas amplias y confortables en las que no falta el pertinente cartelito deseando las buenas noches, una bata impecablemente doblada y unas chinelas bordadas con las iniciales del tren. Asimismo, es posible para mayor comodidad, unir dos compartimentos comunicados por una puerta interior.

Para otros, proseguirá hasta Londres, donde arribarán tras pasar el Canal de La Mancha por el Eurotúnel- en un tren especial con un vagón reservado a los viajeros del Orient Express- y, ya en Inglaterra, montar en el lujoso British Pullman para llegar hasta la capital británica.

Información: Las principales agencias de viajes ofrecen viajes en el Orient- Express. Hay numerosas opciones en recorridos. PVP orientativo: Cabina compartida (desde 2.129 libras, 1 noche); Gran Suite  (5.500 libras por persona, Londres- Venecia), incluye sala de estar con espacio para cenas privadas y un sofá que se puede convertir en una cama adicional por la noche. Un cuarto de baño privado y completo incluye ducha, lavabo e inodoro. Barra libre de champagne. Información belmond.com  y teléfono 0845 077 2222.

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