Si quieres aumentar tus niveles de testosterona sin tener que recurrir a suplementos externos (y poco saludables), sigue estos consejos y notarás el cambio
Si ya has oído hablar sobre el ayuno intermitente o la dieta cetogénica, probablemente te hayas dado cuenta de que las hormonas sexuales tienen muchísima importancia en el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Cada vez descubrimos más cosas acerca de los beneficios de mantener estas hormonas en niveles adecuados a lo largo del tiempo.
Toda esta información se basa en evidencias científicas que muestran cómo la calidad de vida mejora si mantenemos valores elevados de nuestras hormonas sexuales como la testosterona, pero, ¿cómo podemos aumentar la testosterona de forma natural?
La testosterona es la principal hormona sexual masculina, aunque las mujeres también la tienen, pero pequeñas cantidades.
Tener unos niveles óptimos de testosterona también es importante durante la edad adulta e, incluso, durante la vejez.
En los adultos, unos niveles saludables de testosterona son importantes para la salud general, evitar el riesgo de enfermedades, la composición corporal, la función sexual, etc.
Además, el aumento de los niveles de testosterona puede provocar un rápido aumento de la masa muscular y de la vitalidad en cuestión de semanas.
Curiosamente, la testosterona también desempeña un papel importante en la salud y en el bienestar sexual de la mujer. Ambos sexos deben asegurarse de tener niveles óptimos de testosterona, especialmente a medida que que vamos cumpliendo años.
Es importante saber que cualquier hormona y cualquier proceso producción de endógeno (es decir, que se produce dentro de nuestro cuerpo y no gracias a usar ayuda externa como vitaminas y suplementos) ha de seguir tres pasos para que las hormonas se produzcan de forma correcta.
En primer lugar, necesitamos «la materia prima«; luego necesitamos una «fábrica de producción» que esté en condiciones óptimas y, por último, necesitamos que no existan obstáculos en la distribución de las hormonas por el organismo.
La materia prima de las hormonas sexuales es el colesterol y, por tanto, una de las cosas que vamos a necesitar es consumir grasas saludables de forma correcta.
Las grasas saludables las podemos encontrar en comidas como el pescado, los mariscos, el aguacate, el aceite de oliva virgen (sin calentar), la palta, los frutos secos o las semillas.
Estas diferentes fuentes de nutrientes y de grasas saludables van a ser esenciales para la producción de una buena cantidad de hormonas sexuales, tanto en el caso del hombre como en el caso de la mujer.
Además, debes saber que un buen valor de testosterona va de la mano con un buen valor de la hormona de crecimiento, y esto va a ser la clave para que el cuerpo vaya envejeciendo sin malos síntomas y sin pérdida de masa muscular.
El segundo paso fundamental es que tengamos «una buena fábrica de producción», que en este caso es el hígado y, por tanto, lo más recomendable es empezar con una limpieza hepática para eliminar las toxinas del hígado y mantenerlo en unas condiciones óptimas.
Una vez que ya tenemos la materia prima y la fábrica de producción de las hormonas sexuales, debemos asegurarnos de que el estímulo de producción también es correcto.
El mejor estímulo para la producción de testosterona es la propia actividad sexual. El sexo es como el deporte y al final, lo que no usas, termina por atrofiarse.
Otro de los aspectos fundamentales es el deporte. Los entrenamientos de fuerza y el H.I.I.T (ejercicios con intervalos de alta intensidad) te ayudarán significativamente a elevar tus niveles de testosterona.
Por otro lado, la exposición al sol es muy beneficiosa para la producción de esta hormona, pero ojo con pasarte. En ningún caso querrás producir testosterona a costa de la salud de tu piel.
Es fundamental entender que, en muchas ocasiones, la producción de hormonas sexuales y de hormonas del crecimiento no es correcta porque existen muchos obstáculos para su producción.
Aquí interfieren factores como el estrés y la ansiedad. Tener niveles de cortisol muy elevados generará una reducción de los valores de testosterona.
Uno de los factores más importantes para reducir el cortisol y aumentar la testosterona es una correcta calidad del sueño. En este caso, no se trata tanto de las horas (que deben ser como mínimo 7h) sino de la calidad del sueño en sí, así como de obtener buenos valores de vitamina D.
Si bien cierto que solemos relacionar la Vitamina D con la exposición al sol, necesitamos el precursor D3 para poder activarlo frente al sol en D4. Es decir, si yo estoy expuesto al sol, pero tengo déficit de vitamina D, no va a ser suficiente para activarlo, además de que puedes no estar moreno y, sin embargo, tener buenos niveles de vitamina D en el organismo.
Todas estas pautas son herramientas extremadamente simples que podemos usar para incrementar nuestros niveles de testosterona de forma natural.
Una de las opciones más sencillas para aumentar la testosterona y la somatotropina (u hormona del crecimiento) va a ser… ¡El ayuno intermitente! ¿Por qué? Porque a partir de las 12 horas te genera una elevación de la somatotropina y una elevación de la testosterona.
Para terminar debes saber que tanto los cereales como los lácteos son grandes destructores hormonales de la producción de testosterona. Consumirlos de forma abusiva perjudica de forma notable la producción de esta hormona, por lo que su consumo debe ser moderado.
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