El cantante británico de 31 años brilló en la segunda jornada del festival Mad Cool, luciendo elaborados estilismos para hacer alarde de su condición «no binaria»
El anochecer del segundo día de Mad Cool 2023 en Madrid, España, resplandeció con una luz singular. Más de 67,000 personas se congregaron para disfrutar del espectáculo que prometía ser, no solo un espectáculo musical, sino también una celebración de la libertad, el amor y la diversión. Y ciertamente, el artista británico Sam Smith no defraudó.
Smith, el indiscutible cabeza de cartel de la jornada, saltó a escena a unas calurosas 20:00h de la tarde, con el sol aún calentando el ambiente, pero pronto eclipsó su fulgor con su propuesta. Vestido con una camisa blanca, un pantalón de traje, y un corpiño dorado, el intérprete ofreció desde el primer minuto un recital cargado de energía y de emociones. Sus actuaciones fueron teñidas de gran sexualidad, pero sobre todo brillaron por su humildad, dos constantes en su carrera artística que no pasaron desapercibidas en esta presentación en Madrid.
Sam Smith no dejó la sonrisa en ningún momento durante su actuación en el Mad Cool 2023
La audacia del cantante se hizo patente en su vestuario a lo largo del espectáculo. Culminó su performance en botas altas, medias de rejilla, pecho descubierto, un casco con cuernos rojos y un tridente. Un atuendo atrevido que se hizo eco de su mensaje de libertad y autoexpresión. Sin embargo, el cambio más impactante en su vestimenta llegó en uno de los momentos más conmovedores de la noche.
Envuelto en un velo blanco y con una corona de espinas, Sam Smith entonó la balada que da título a su último álbum, «Gloria». Aquel fue el instante donde el tiempo pareció detenerse. La emotividad de su voz y la intensidad de la letra congelaron a los espectadores en una pausa introspectiva.
La actuación de Smith se convirtió en el eje de una noche repleta de música y emociones. Su voz, su presencia y su espíritu invadieron el Mad Cool, y el recuerdo de su performance quedó grabado en la memoria colectiva de los asistentes. Un concierto inolvidable, donde se dieron la mano la diversión y la profundidad, y que resumía de manera ejemplar la promesa inicial del cantante: libertad, amor y diversión.
A medida que la noche avanzaba, la actuación de Sam Smith se convirtió en una feroz reivindicación de la sexualidad, una celebración que incluyó un beso lésbico y un momento de destape cuando, rodeado de su cuerpo de baile, Smith se quitó la camiseta. En ese instante, el escenario se transformó en un acto de liberación enérgica y una proclamación de autenticidad.
El británico, en un acto de camaradería con el público, compartió entre risas su experiencia en el escenario bajo el calor intenso: “¡Es increíble! ¡Hace muchísimo calor! ¡Voy a arder! Me voy a poner muy moreno… O muy quemado!”. Para entonces, el cantante ya había entonado sus éxitos más reconocidos, incluyendo «Stay With Me», «I’m Not The Only One» y «Like I Can». Smith, con una sonrisa perpetua y un espíritu radiante, se mostraba tan feliz -si no más- como su audiencia al compartir su música y su mensaje de amor propio, amor compartido y libertad.
El cantante Sam Smith, cantando en el escenario del Mad Cool 2023 frente a la gigante figura de la diosa Afrodita
No hubo hit que Smith dejase al público con las ganas. «Too Good At Goodbyes» conquistó a la multitud antes de dar paso a temas más recientes como «I’m Not Perfect», interpretada originalmente con Jessie Reyez. En su concierto, Smith cantó acompañado de su trío de coristas, a quienes dedicó momentos de elogios y detuvo el espectáculo en varias ocasiones para que recibieran el aplauso que, según él, verdaderamente merecían.
El ambiente se intensificó cuando entraron más bailarines en escena. Temas como «Gimme» hicieron sentir a todos, independientemente de la luz que había, como si estuvieran dentro de una discoteca. «I’m Not Here to Make Friends», que inició cantando con la enorme rosa que lució en su videoclip, dio paso a un dance break que marcó un antes y un después en la noche.
Tras la canción, Smith volvió a cambiarse de ropa, vistiendo unos vaqueros con parches de corazones, camiseta blanca y chaqueta rosa. En la puesta en escena seguía primando la sexualidad, con una celebración del cuerpo – de todos los cuerpos – que culminó con el británico quitándose la camiseta. La euforia se desató completamente.
Después de este punto liberador, orgásmico y bello, Smith regresó al escenario con el velo blanco y la corona. Prendas que también terminó quitándose para dar paso a su “cabaret gay”, una propuesta inclusiva y sin juicios, reventando cánones, en un ambiente de libertad, amor y diversión. «Esperamos veros de nuevo», pronunció, antes de poner el broche de oro con «Unholy».
Impresionante. La performance de Sam Smith en Mad Cool 2023 no solo fue un concierto, fue una celebración del amor, la libertad y la autoexpresión que dejó a los asistentes embriagados de emociones y ansiosos por más.
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