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La trama y el villano que finalmente no estuvieron en Thunderbolts de Marvel

Thunderbolts Thunderbolts

Marvel reescribe el futuro de su universo con Thunderbolts, una película que cambia de nombre, replantea a su villano y apunta al legado emocional de los Vengadores.

Aunque Thunderbolts no ha logrado superar los números de Capitán América: Brave New World, que se estrenó en febrero de 2025, su recorrido en taquilla ha sido más que positivo. Con una recaudación global que supera los 272,2 millones de dólares, la cinta ha logrado superar las expectativas iniciales y se ha convertido en un pequeño respiro para una franquicia necesitada de buenas noticias.

El Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) ha encontrado en este grupo de antihéroes una fórmula inesperadamente eficaz para reconectar con el público. Thunderbolts presenta a un equipo formado por personajes marginados, inestables e incluso antiguos villanos, que ahora operan desde una zona moral ambigua. Disney y Marvel han sabido darles una nueva vida narrativa, explotando sus contradicciones y conflictos personales para ofrecer una propuesta distinta y más oscura que la habitual.

Un villano inesperado… que no era el previsto

Uno de los aspectos más llamativos de Thunderbolts es la dualidad del personaje de Bob Reynolds, alias Vigía (The Sentry), cuya contrapartida malvada, El Vacío, representa una amenaza descomunal. Sin embargo, esta no fue siempre la idea original del guion. El escritor Eric Pearson ha revelado que, en versiones iniciales del libreto, el villano principal iba a ser otro: John Walker, también conocido como U.S. Agent o el nuevo Capitán América.

Thunderbolts

Según Pearson, en los primeros borradores la villana Valentina Allegra de Fontaine manipulaba a Walker haciéndole creer que su suero del Súper Soldado se estaba degradando y necesitaba ser actualizado. Esta falsa premisa le llevaría a depender de inyecciones mensuales para mantener su fuerza… cuando en realidad estaba siendo convertido, sin saberlo, en una bomba de tiempo.

La “Bomba Hulk” que nunca llegó

El concepto era potente: Valentina implantaba en Walker lo que el guionista denominó una “Bomba Hulk”, o incluso una “Bomba A”. Un dispositivo capaz de transformarlo en una criatura incontrolable, similar a Hulk, cada vez que ella lo considerara necesario.

“En algunas versiones, si Valentina quería, podía activarlo y se convertía en un monstruo enorme. Estaba bien, pero no terminaba de funcionar del todo”, reconoció Pearson, dejando claro que aunque la idea era atractiva, fue descartada por razones creativas y de coherencia narrativa.

Finalmente, Marvel optó por centrar el conflicto en Vigía y El Vacío, apostando por una amenaza con más capas psicológicas que físicas, y que conecta con temas más profundos como la identidad fracturada, el control mental y la lucha interna entre luz y oscuridad.

La trama alternativa que nunca vimos

En sus primeras fases de desarrollo, Thunderbolts iba a tener un enfoque completamente distinto. El guionista Eric Pearson barajó la posibilidad de entrelazar la historia de John Walker con elementos de la narrativa de Rick Jones y el proyecto Bomba A, un concepto extraído directamente de los cómics. En esa versión, la película habría culminado con una batalla épica entre Walker, convertido en una amenaza incontrolable, y el resto del equipo.

trama y villano que no están en Thunderbolts Vigia

Sin embargo, el equipo creativo decidió dar un giro radical. En lugar de apostar por un clímax centrado en la acción y la destrucción, optaron por una amenaza con más carga emocional y profundidad psicológica. “El argumento quizá se habría desarrollado mediante enfrentamientos en los que el conflicto se resolvía con violencia, más que con introspección o empatía”, explicó Pearson.

Así fue como entró en escena Vigía, y con él, su lado oscuro: El Vacío. Esta dualidad ofrecía una narrativa más introspectiva y conectada con temas actuales como la salud mental, la fragilidad emocional y la importancia de los vínculos personales. El resultado es una película que, sin renunciar al espectáculo, se atreve a ir más allá del conflicto físico y plantea una mirada más compleja sobre lo que significa ser un héroe.

Los personajes que se quedaron fuera

Aunque Thunderbolts presenta un reparto coral lleno de caras conocidas del Universo Marvel, hubo varios personajes que estuvieron a punto de formar parte del proyecto y fueron descartados durante el proceso de desarrollo. El guionista Eric Pearson reveló que uno de sus primeros deseos era incluir a Red Hulk como villano principal, pero desde Marvel Studios le pusieron freno. “Me molestó, pero ahora estoy contento, porque Vigía es la persona perfecta para ocupar ese lugar”, reconocía en una reciente entrevista.

Bill Foster Goliath Thunderbolts

Otro personaje que se contempló fue Bill Foster, también conocido como Goliat. En una de las versiones iniciales del guion, Foster iba a tener un papel relevante, más allá de un simple cameo. Pearson imaginaba al personaje —figura paterna para Ava (Ghost)— uniéndose al equipo hacia el clímax de la historia, con una dinámica especial junto al Guardián Rojo que prometía una química interesante.

¿Qué pasa con el Barón Zemo?

Pero si hay una ausencia que ha sorprendido especialmente a los fans, esa es la del Barón Zemo, interpretado por Daniel Brühl desde Capitán América: Civil War. En los cómics, Zemo no solo fundó los Thunderbolts: también fue su primer líder, reuniendo a un grupo de supervillanos bajo identidades falsas para ganarse la confianza del mundo como supuestos héroes. Su exclusión, por tanto, no ha pasado desapercibida.

Thunderbolts Baron Zemo

Según el director Jake Schreier, Zemo llegó a tener cabida en los primeros borradores sin que eso alterase en exceso la historia. Pearson confirmó a ScreenRant que existió una escena post-créditos en la que se revelaba que Zemo había escapado de prisión y había intercambiado su identidad con otra persona —posiblemente la asistente de Valentina Allegra de Fontaine—. Pero la escena fue eliminada.

¿Por qué? Según el guionista, la narrativa que querían construir se alejaba de las tramas de manipulación y control político que Zemo representa. “Queríamos contar una historia centrada en Yelena y en cómo este grupo encuentra redención emocional”, explicó. Para Pearson, Vigía sintetizaba mejor esa dualidad entre poder y fragilidad: “Él representa la ambición enfrentada a la depresión. Es el viaje emocional de los Thunderbolts concentrado en un solo personaje”.

El enfoque era claro: no querían terminar con una pelea clásica entre buenos y malos. “No queríamos un final con un simple villano de puñetazos”, sentenció Pearson. “Queríamos cerrar el tercer acto con un abrazo”.

Un cambio de título con impacto dentro y fuera de la pantalla

La escena post-créditos de Thunderbolts ha traído una de las mayores sorpresas del filme: el grupo deja atrás su nombre original para adoptar oficialmente el de Nuevos Vengadores (New Avengers). Pero este giro no se limita al universo narrativo de Marvel. La decisión ha traspasado la ficción y ya es visible en el mundo real.

En una jugada inesperada de marketing por parte de Marvel Studios y Disney, la película ha cambiado de nombre de forma oficial. Tanto en salas de cine como en campañas publicitarias en Estados Unidos —incluyendo vallas y marquesinas—, el filme ya se promociona bajo el título Nuevos Vengadores, dejando atrás cualquier referencia directa a los Thunderbolts.

Esta estrategia parece responder a un objetivo claro: atraer al público más afín a los Vengadores clásicos, que quizá no se sentía identificado con un grupo de personajes menos conocidos o moralmente ambiguos. El nuevo nombre no solo da continuidad al legado del UCM, sino que también reencuadra la película dentro de una narrativa más reconocible para el espectador medio.

No es la primera vez que ocurre algo similar en la industria. En 2020, Warner Bros. modificó el título de Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn) tras su estreno, rebautizándola como Harley Quinn: Aves de presa para facilitar su búsqueda y conexión con el público. Algo parecido sucedió con la saga galáctica de George Lucas: originalmente estrenada solo como Star Wars, la primera película pasó a titularse Episodio IV: Una nueva esperanza años más tarde, consolidando así el orden cronológico del universo.

Marvel, una vez más, demuestra que también sabe jugar con el lenguaje y el poder simbólico de los nombres. Thunderbolts puede no haber empezado como un gran evento… pero los Nuevos Vengadores prometen otra cosa.

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