Operación verano: cómo empezar a correr y no morir en el intento

¿Quieres iniciarte en el running, pero no sabes por dónde empezar? Tranquilo, te desvelamos los consejos básicos que debes conocer para empezar a correr y coger el ritmo en poco tiempo.

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A menos de dos meses para que comience oficialmente el verano, aún estamos a tiempo para conseguir nuestro objetivo, pero debes recordar que los milagros no existen y no hay nada peor que optar por las dichosas dietas relámpago. Si lo que quieres es ponerte en forma con éxito y sin poner en riesgo tu salud, apuesta por el running, la modalidad deportiva que cada vez tiene más adeptos. El running aporta grandes beneficios a nuestra salud física y mental. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este deporte no implica únicamente atarse los cordones y salir por la puerta corriendo. ERROR. No somos Forrest Gump. Este deporte necesita una preparación previa muy específica para no sufrir lesiones y, por eso, te damos algunos consejos para que puedas iniciarte en esta disciplina sin que sufras ningún percance: 

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CALENTAR Y ESTIRAR

El calentamiento y el estiramiento son dos partes esenciales de cualquier entrenamiento. Muchas veces tendemos a saltárnoslo ya que queremos pasar a la acción lo antes posible, y en cuanto terminamos ya nos sentimos realizados y nos aburre dedicar unos minutos a estirar. Pero esto siempre es un error. Necesitamos preparar el cuerpo para lo que se le viene y calentar los músculos para así evitar posibles lesiones. Del mismo modo, al finalizar, es imprescindible relajar todas las partes de nuestro cuerpo y estirarlas para evitar futuras agujetas.  

ESCUCHA A TU CUERPO, ¡NO LO LLEVES AL LÍMITE!

No todos los días nos sentimos al 100% y hay que saber qué es lo que nos pide nuestro cuerpo. Si un día vemos que necesitamos caminar en lugar de correr, hagámoslo, no nos torturemos porque no cumplamos nuestro objetivo semanal. Nuestro cuerpo nos lo agradecerá y al día siguiente, cuando nos calcemos nuestras deportivas, sentiremos más energía que nunca, ya que un día de descanso ayuda a recargar pilas para superarnos posteriormente. 

MÁRCATE OBJETIVOS ALCANZABLES, SIN PRESIONES:

Entrenar teniendo en mente una meta nos ayudará a mantenernos motivados. Es esencial ir poco a poco y no tener prisas. Los objetivos a corto plazo y fáciles son siempre los mejores, ir sumando kilómetros de menos a más. Si el objetivo es correr una maratón, ¡adelante! Pero siendo realistas, en tres semanas no estaremos preparados para terminarla, por lo que la preparación y la constancia son clave en esta modalidad.

HIDRÁTATE

Es necesario a la hora de practicar ejercicio, y esto no incluye únicamente el momento de la práctica, sino hacerlo durante todo el día. Asegurarse de haber bebido suficiente cantidad de agua un par de horas antes de realizar el entrenamiento para así rendir al máximo. Si la carrera es larga, se recomienda dar pequeños sorbos durante la misma. En cambio, si es corta, no es necesario llevar una botella con nosotros, pero siempre será importante rehidratarnos al llegar a casa tras el entreno.  

UTILIZA SIEMPRE UN CALZADO ADECUADO

Para cualquier deporte, se necesita un calzado adecuado en función de la superficie en el que se realiza, para mejorar la estabilidad e impacto. La característica principal que tiene que cumplir tu calzado para correr, aparte de ser cómodos, debe cumplir con la amortiguación que se necesita para tu tipo de pisada. Tienes que pensar en elegir el calzado adecuado para lograr los objetivos que te hayas propuesto. Es fundamental que compres tus zapatillas de running en una tienda física (evita comprarlas online si no quieres estar devolviendo pedidos y perdiendo el tiempo). En las tiendas especializadas, podrán hacerte un estudio biomecánico de tu pisada (pisada pronadora, pisada supinadora o pisada neutra) y así ayudarte a seleccionar el modelo de zapatilla que mejor se adapte a ti.