Breguet acaba de lanzar la primera pieza de una nueva colección dedicada a la Alta Relojería prospectiva con tourbillon que va cuatro veces más rápido que uno clásico.
Cuando hablamos de Breguet entramos en un territorio que mezcla historia, ciencia y una forma muy particular de entender el tiempo. Durante 250 años, la manufactura de relojes de lujo ha sido un laboratorio de ideas. En sus talleres nacieron inventos que hoy forman parte del lenguaje de la relojería: el tourbillon, el cronógrafo, la espiral con curva Breguet o el escape de fuerza constante. Esa obsesión por mejorar cada componente sigue viva, y ahora adopta una nueva forma.

La casa presenta la colección Expérimentale, una serie concebida para mostrar las innovaciones más avanzadas del departamento de Investigación y Desarrollo. Esta nueva colección de Breguet es un espacio donde la marca enseña lo que viene, lo que está probando, lo que está a punto de cambiar la relojería. El primer capítulo de esta historia llega con el Expérimentale 1, este reloj que véis en las imágenes y que recoge el ADN de la Maison proyectándola hacia el futuro.
Una colección que mira hacia mañana sin olvidar 250 años de historia
La idea detrás de Expérimentale nace de un gesto simbólico. Breguet celebra su 250 aniversario y decide que la mejor manera de honrarlo no es abriendo una puerta hacia lo que vendrá: materiales avanzados, electromagnetismo, precisión científica, nuevos conceptos de energía.

Por esta razón, el Expérimentale 1 es una pieza que conecta dos tiempos: el legado de Abraham-Louis Breguet y la innovación que marcará el futuro de la casa. Y lo hace dentro de la colección Marine, un guiño a aquel nombramiento que convirtió a Breguet en Relojero de la Marina Real en 1814, una distinción que solo se concedía a quienes dominaban la ciencia detrás de los cronómetros más precisos.
Un diseño que habla el lenguaje Breguet, pero desde una mirada actual
Aunque es una pieza completamente nueva, el Expérimentale 1 dialoga con elementos históricos de la Maison. Su arquitectura se inspira en el cronómetro marino de bolsillo nº 3448, vendido en 1820 al astrónomo Alexis Bouvard. Retoma su visualización tipo regulador -horas abajo, minutos descentrados, segundos integrados en el tourbillon-, una distribución que facilita la lectura y que siempre ha estado vinculada a los relojes de precisión.

La caja mantiene los códigos de la familia Marine: oro Breguet, 43,5 mm, bisel doble, asas facetadas y una estética que combina deportividad con un aire técnico muy cuidado. La esfera de zafiro deja el movimiento completamente visible, lo que convierte al reloj en una especie de pieza-espejo entre el anverso y el reverso. No hay nada oculto: todo queda expuesto, desde los puentes de oro hasta la arquitectura del tourbillon.

El tratamiento en azul profundo -logrado mediante ALD sobre el oro- aporta un contraste cálido y elegante. Las agujas abiertas, los números Breguet y la firma secreta en la esfera mantienen ese vínculo con la tradición, mientras que el diseño general adelanta la estética que seguirá la casa en los próximos años.
Innovación real: el tourbillon magnético de 10 Hz
Aunque este artículo no está centrado en la técnica, hay un punto imposible de pasar por alto. Además, el Expérimentale 1 incorpora el primer tourbillon con escape magnético de alta frecuencia de la historia de Breguet. Late a 10 Hz, una cifra que multiplica la frecuencia de los tourbillons clásicos y supera ampliamente la de los escapes suizos más comunes.

Esta frecuencia permite una precisión que entra en territorio científico. Por eso el reloj está certificado con el punzón Breguet en su categoría «Científico», que garantiza una desviación máxima de un segundo al día. La pieza también integra un doble barrilete en serie con cuatro muelles, una construcción poco habitual que ayuda a estabilizar la entrega de energía.
Son detalles que se presentan como la evolución natural de una casa que siempre ha investigado cómo mejorar el funcionamiento interno de un reloj de pulsera.
Para los coleccionistas, es una pieza cargada de significado y un nuevo reloj para tener en el radar como inversión. No solo marca el final del 250 aniversario, sino el comienzo de una era en la que la marca enseña sus avances. Para el resto de amantes de la relojería de lujo, es una señal clara: Breguet vuelve a ocupar un lugar central en la conversación tecnológica. Y lo hace fiel a su historia, pero sin miedo a experimentar.

