Por mucho que el estilo urbano haya ganado terreno, el traje sigue siendo el símbolo del hombre que cuida su imagen. Estos son los seis imprescindibles del invierno 2025-2026.
Sí… por mucho que te cueste creerlo, los hombres que disfrutan el ritual de abotonarse una americana existen. Hombres que entienden que un traje no es un uniforme aburrido para carcas rancios y antiguos, sino una forma mucho más interesante de estar en el mundo. Mientras la calle se llena de sudaderas y zapatillas (que ok a eso eh? sin problema…), los hay que siguen apostando por el traje a medida, la estructura, la caída y el respeto que impone un buen tejido.

Y es que, aunque la moda urbana ya haya conquistado definitivamente el asfalto (y no podamos hacer nada para remediarlo), el traje sigue marcando territorio. No ha desaparecido, ni lo hará: en los despachos de los hombres a los que admiramos, en las reuniones en las que decimos «aquí mando yo», en los almuerzos donde cerramos el negocio de nuestra vida o incluso en ese día a día en el que, sencillamente, valoramos la presencia tanto como las buenas ideas.
Y llegados a este punto, seguramente te surge la pregunta: entonces…¿cuántos tipos de trajes para hombre hay? Pues aunque lo cierto es que más de los que imaginas, pero nosotros te hemos seleccionado los seis trajes imprescindibles que todo hombre debería tener en su armario, y ojo: cada uno cumple una función distinta. No todos se diseñaron para las bodas ni para las ceremonias. Algunos se hicieron para ir trabajar, otros para conquistar, y los mejores, (por supuesto) para quedarse.
Aquí te dejamos los 6 mejores trajes que todo hombre debería tener, y dónde puedes ir a comprarlos.
El traje azul oscuro con chaleco
El traje azul oscuro con chaleco es la versión más clásica del tres piezas, pero también la más infalible. Su tono profundo transmite autoridad y equilibrio, sin caer en la rigidez del negro.

Es el traje de quienes se mueven entre reuniones, despachos y presentaciones importantes, y saben que la primera impresión cuenta. El chaleco añade ese punto de distinción que eleva cualquier conjunto, marcando la cintura y estilizando la figura con naturalidad. En España, ha quedado algo reservado para ceremonias y eventos de etiqueta, pero sigue siendo el traje al que todos recurren cuando quieren proyectar seguridad. Confeccionado en lana 100 % y con chaleco de una fila y cinco botones, este modelo demuestra que la elegancia no pasa de moda, simplemente se adapta al contexto.
El traje oscuro de chaqueta recta
El traje oscuro de chaqueta recta es el punto de partida de cualquier armario serio. No hay error posible con este clásico: sobrio, atemporal y capaz de adaptarse a cualquier situación, desde una reunión de negocios hasta una cena formal. Su corte regular fit mantiene las proporciones justas —ni demasiado entallado ni excesivamente suelto—, logrando una silueta limpia que realza la figura sin renunciar a la comodidad.

La chaqueta, de una fila y dos botones, con doble abertura trasera, aporta movimiento y elegancia natural al caminar. El pantalón, sin pliegues y con bolsillo francés, completa un conjunto pensado para acompañar el ritmo del día con la misma elegancia que al caer la noche. Confeccionado en lana 100 %, con textura nido de abeja, este traje demuestra que la sastrería tradicional sigue teniendo su lugar entre las tendencias.
El traje de chaqueta cruzada
El traje de chaqueta cruzada tiene algo especial: transmite autoridad, estilo y una elegancia que nunca pasa desapercibida. Aunque durante años se asoció a un perfil más clásico, hoy vuelve a ser una apuesta actual para hombres de cualquier edad. Su estructura, con la solapa alargada y la doble botonadura, estiliza el torso y alarga visualmente la figura, haciendo que resulte mucho más favorecedor de lo que muchos creen.

El modelo azul marino de raya diplomática combina tradición y actualidad a partes iguales. La americana cruzada con seis botones, doble abertura y bolsillos de tapeta es perfecta para esos días en lo que quieres llevar un traje y elevar el look. El pantalón, de corte clásico y líneas limpias, mantiene el aire formal del conjunto.
El traje príncipe de Gales
El traje príncipe de Gales tiene historia, carácter y una elegancia indiscutible. Su famoso tejido de cuadros —originalmente asociado a los campos británicos— conserva ese aire british que lo hizo tan popular, y que incluso hoy es sinónimo de distinción. Aunque en el Reino Unido se reserva para ocasiones más relajadas, en Europa y Estados Unidos ha encontrado su lugar incluso en el entorno profesional.

El modelo gris clásico de lana 100 % es una apuesta segura si quieres conseguir un equilibrio entre formalidad y estilo personal. La americana, de corte tradicional, se ajusta con naturalidad al cuerpo y combina con camisas lisas en tonos azules claro. Este traje es para el hombre que no teme destacar por los detalles, pero siempre con elegancia y mesura.
El traje gris claro
El traje gris claro es el aliado perfecto para los días de trabajo o los eventos diurnos donde la formalidad sigue siendo un «sí, me apetece». El tono de traje gris te va a dar una sensación de ligereza que encaja con la rutina .

Si te pasas por Scalpers, tienen este traje gris con estructura de lana Marlane que es, sencillamente, perfecto. Su corte regular fit y el medio forro garantizan una caída impecable. La americana, con solapas de muesca, hombreras armadas y bolsillos con solapa, te va a da presencia y definición. El pantalón recto, de bajo sencillo y cintura ajustada, completa un conjunto versátil pensado para acompañarte en cualquier ocasión formal de día.
Los trajes azul oscuro de rayas
El traje azul oscuro de rayas es el emblema de la elegancia ejecutiva. Durante décadas ha sido el uniforme de banqueros, auditores y hombres de negocios que confían en su poder discreto.

Las rayas te van a aportar verticalidad, pero sobre todo, mucha presencia (o autoridad, como prefieras llamarlo). Este modelo regular fit, confeccionado en lana 100 %, combina una americana semiarmada con solapas de muesca y un pantalón de corte recto. Es el traje de quien entiende que el respeto, como no, también se viste.

