Desde la coordinación hasta el último plano, te contamos cómo organizamos en Rísbel Magazine la sesión de fotos, vídeo y estilismo para nuestra entrevista con el actor.
Queríamos hacer algo más que una entrevista. Una pieza que no solo se leyera, sino que se viviera. Y cuando Miguel Ángel Silvestre confirmó su participación, supimos que había que tratar el contenido con la misma cercanía, entrega y cuidado que él pone en cada uno de sus proyectos. Así empezó la producción para esta portada de Rísbel Magazine.
Un día de rodaje con nombre propio
Detrás de cada imagen, hay decisiones. Y detrás de cada decisión, un equipo. La producción y coordinación general corrió a cargo de nuestro director, Mateo Carrasco, que se encargó de que todo funcionara con orden y sin rigidez. La fotografía estuvo en manos de Valero Rioja (Mr. Pérez Management), que supo captar ese punto intermedio entre fuerza y ternura que Miguel transmite sin querer.
El vídeo fue obra de Ángel Vico, de la agencia Monsters Productions. Con él, construimos una narrativa visual que acompañara el ritmo de la entrevista sin impostarlo. La cámara se movía como si escuchara. Seguía a Miguel con respeto, sin invadir.
Estilo, gestos y luz
El estilismo lo firmó Jesús Cicero, que preparó una selección de looks pensados para dejar que el actor brillase por sí solo. Nada recargado, todo en su sitio. Prendas con caída, materiales nobles, cortes que no buscaban protagonismo pero lo tenían.
En maquillaje, Pedro Cedeño (NS Management) aportó naturalidad sin borrar expresión. Y en peluquería, Belén Ros, con productos de I.C.O.N. Spain, se encargó de mantener esa textura relajada que siempre acompaña a Miguel.
Las pequeñas coreografías invisibles
Hubo momentos de ajuste que no se ven en las fotos. Pedro Melo y Andrés de Barbosa, asistentes de fotografía, ajustaban el equipo entre plano y plano. Ada Bjorg y Fran Odonell, asistentes de estilismo, estaban atentos a cada pliegue de la ropa. Todos trabajaban sin levantar la voz, pero con los ojos puestos en cada gesto, cada detalle…en cada prenda. Eso marca la diferencia.
Mientras tanto, Miguel conversaba con naturalidad. Había silencios, alguna broma, pausas para cambiar de plano. Todo se dio sin forzar nada.
El espacio: luz, calma y buen ritmo
El rodaje se realizó en Espacio Harley, un lugar que nos permitió movernos con libertad y adaptar cada rincón a lo que queríamos contar. Agradecemos su disposición y generosidad, porque encontrar un espacio cómodo para todos también es parte de la magia.
Lo que nos llevamos
No todo se mide en número de fotos, ni en clips grabados. A veces, lo que queda es la sensación de haber trabajado en algo que fluía. Que tenía sentido.
Y eso fue lo que conseguimos: una producción cuidada, con alma. Una entrevista que no solo se lee, también se escucha y se ve. Con un equipo que no busca protagonismo, pero que lo hace posible.
Así trabajamos en Rísbel. Con tiempo, con mirada, con ganas de contar bien las cosas.mini producción de moda: una experiencia para ver, leer y, sobre todo, sentir.