La colección masculina de BOSS para la temporada 2021-2022 redefine la sastrería con tejidos técnicos, siluetas relajadas y una puesta en escena que fusiona deporte y moda.
El desfile de BOSS primavera-verano 2021‑2022 supuso una reinterpretación del «uniforme contemporáneo», redefiniendo la silueta masculina con guiños a la sastrería, el sport y el estilismo libre. Ingo Wilts y su equipo apostaron por una paleta sobria –en negro, blanco y camel– que sirvió de telón para nuevas insignias gráficas: franjas minimalistas y el monograma “B” redefinían el ADN de la marca.
Desde el pit‑lane hasta la pista glam, el desfile se presentó como un espectáculo deportivo-urbano. En un contexto que recuerda a los grandes estadios, se alternaron músicos, animadoras, megafonía de comentarista y snacks en carritos para modelar un aire festivo que evocaba al béisbol americano.
Estéticamente, la colección sorprendió por su equilibrio entre la formalidad y la relajación. Blazers blandos y sastrería en tejidos técnicos se combinaban con bombers, sudaderas y pantalones deportivos, en una propuesta que hablaba de poder, comodidad y libertad . Los abrigos con cortes impecables, los tonos cálidos en camel y gris, y los detalles en naranja intenso, aportaban ese toque de energía contemporánea, ideal para el hombre 24/7.
La estrategia “see-now-buy-now” también fue protagonista: cerca de 48 de las 60 piezas pudieron adquirirse inmediatamente, borrando la frontera entre pasarela y armario real y respondiendo a la necesidad de inmediatez del consumidor actual.
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