En la última colección masculina de Alexander McQueen otoño-invierno 2021-2022, Sarah Burton vuelve a atrapar miradas con una mezcla irresistible de inspiración urbana y herencia sartorial. Se respira algo británico, casi callejero, que coquetea con el punk sin estridencias – piensa en siluetas masculinas, dobles abotonaduras, bajos de pantalón cortados y botas que evocan combate.
Los tejidos parecen hablar de tiempos lejanos y planes urbanos. La gabardina clásica aparece reimaginada con espaldas de parka o jacquard graffiteado, que le dan un aire inesperado, casi clandestino. Eso mismo ocurre con camisas oversize en popelina blanca o abrigos que combinan tradición estructurada y detalles activos, como mangas MA‑1 o mezclas de texturas. Todo sugiere una elegancia relajada, sin esfuerzo mental, pero absolutamente cuidada.
Hay un juego en los contrastes que emociona. Abrigos dobles abotonados se cruzan con pantalones vaqueros ajustados o bombachos cargo que llaman a explorar la ciudad con confianza. Los baggy pants en verde militar con grandes bolsillos recuerdan a un armario funcional —autoprotección con estilo— mientras que bomber jackets recortadas en tonos verdes luminosos ponen el punto irónico y brillante.
En los momentos más puros, un jersey oversize de punto con un binomio de colores sencillos, blanco y negro, ancla el look en una calidez que no espera un gesto dramático, sino una sonrisa sutil.
La colección presenta una elegancia cotidiana, cercana, que habla sin decir demasiado. Hay ganas de ponértela y sentir que te sienta bien. Es un universo donde cada pieza parece susurrar: “atrévete, con calma, pero con intención”.
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