Cinco reacciones que Antonio de Vicente identifica y explica para quienes buscan respuestas tras desarmar a una persona narcisista.
¿Cuántas personas han mantenido una relación con una persona narcisista sin darse cuenta hasta que todo estalla? Y más incómodo todavía: ¿cuántos de nosotros hemos tenido actitudes narcisistas sin ser conscientes? Ahora que estamos todos hiperconectados, expuestos constantemente en las redes sociales, hambrientos de likes y validaciones rápidas, el narcisismo se ha colado en nuestras dinámicas afectivas con una facilidad inquietante. A veces lo detectamos tarde. Otras, ni siquiera sabemos ponerle nombre.
Antonio de Vicente, un psicólogo asturiano nacido en Cornellana que estudió en la Universidad de Oviedo y que, de forma casi paradójica, se ha hecho popular gracias a las redes sociales. Allí comparte reflexiones claras, directas y muy reconocibles para quienes han vivido relaciones tóxicas y buscan entender qué les ha pasado.
@antoniodevicente0 Reacción del narcisista cuando lo abandonas
♬ sonido original – Antonio de vicente
Si sientes que has estado con un narcisista -o si necesitas una explicación para ciertos comportamientos que aún te remueven-, este artículo puede ayudarte a ver con más claridad lo que Antonio de Vicente describe.
El shock inicial
La primera reacción llega como un golpe seco. “¿Pero cómo te atreves?”, resume De Vicente para ilustrar ese momento en el que el narcisista siente que pierde su control. No te percibía como una pareja, sino como una “posesión emocional”.

Cuando te vas, vive el final como una humillación. No aparece la tristeza. Lo que aparece es la herida narcisista. Ese vacío que ves desde fuera no tiene que ver con el amor, sino con el control que deja de tener sobre ti.
La teatroterapia
Después del shock, llega la función. El narcisista regresa arrepentido, a veces llorando, a veces interpretándolo todo. Su estrategia se llena de mensajes extensos, disculpas dramáticas y promesas que suenan perfectas. Pero no están ahí por un cambio real. “No es un cambio, es miedo a quedarse sin el suministro”, explica De Vicente.

Necesita recuperar aquello que lo alimentaba emocionalmente. Promete de todo porque no soporta perder su fuente. Por eso, insiste: no vuelvas por compasión. Forma parte de su guion.
La ira explosiva o silenciosa
Cuando la manipulación emocional no funciona, llega la tercera reacción: la ira. En esta fase la máscara cae y aparece una mezcla de acusaciones, insultos o un silencio frío que pretende castigarte. De Vicente señala que “la ira del narcisista no es de dolor, es una forma de castigarte”.
No reacciona así porque te quiera, sino porque ya no puede imponerse. En este punto, conviene recordar algo que él repite con mucha claridad: el enfado del narcisista refleja su fragilidad interna.
La sustitución exprés
La cuarta reacción suele desconcertar. De repente aparece alguien nuevo. Todo ocurre demasiado rápido. Demasiado perfecto. Demasiado sospechoso. Según De Vicente, esto no tiene nada que ver con un enamoramiento. “No es amor, es escapismo emocional”, recalca.

El narcisista necesita anestesiar su vacío y busca a una persona que cumpla ese papel. No te compares. No te culpes. Lo que hizo contigo lo repetirá con la siguiente.
La desaparición estratégica
La última reacción llega como un cierre aparentemente elegante, pero está cargada de intención. El narcisista bloquea, borra o niega tu existencia. Y no ocurre porque ya no le importes. Ocurre porque no tolera perder. Para De Vicente, esta fase es “una manera infantil de ganar una guerra que solo existe en su cabeza”.
Sin embargo, aquí aparece una lectura poderosa: cuando el narcisista decide borrarte, reconoce que ya no puede controlarte. Ese gesto que parece final es, en realidad, el principio de tu recuperación.
La conclusión de Antonio de Vicente es clara. No pierdes a alguien que te amaba. Pierdes a alguien que te consumía. Y recuperas algo esencial: tu libertad emocional. Quien necesite profundizar más puede encontrar el vídeo completo en su canal de YouTube.

