Cuando una marca se pone manos a la obra para preparar la que va a ser su siguiente gran producción para desarrollar la imagen de su próxima campaña, muchos interrogantes se manifiestan súbitamente: ¿Con qué presupuesto cuenta la marca? ¿De cuánto tiempo disponen para realizar la producción? ¿Cuándo la presentarán a los medios y al público? ¿Quién será el fotógrafo? ¿En qué localización se realizarán las fotografías? ¿Durante qué fechas se realizará la producción? Y lo más importante… ¿quién será el rostro que la protagonizará? Ante esta incógnita, El Corte Inglés lo tuvo claro: Antonio Banderas (Málaga, 1960).
Es domingo 7 de octubre y nos citamos en el madrileño Hotel Westing Palace, dónde los principales directores de las revistas masculinas españolas hemos sido invitados para compartir un brunch con el malagueño y conocer de primera mano al protagonista de la imagen de marca de todas las firmas de hombre que se venden en El Corte Inglés. Hemos llegado advertidos: Antonio sólo podría compartir con nosotros media hora (de 14:00 a 14:30) debido a su ajetreada agenda, sin embargo, no todos los días se tiene la oportunidad de compartir un buen vino y canapés de salmón y queso azul con Antonio Banderas, así que media hora nos parece un tiempo más que suficiente para conocer en persona al que un día se cruzó con Pedro Almodóvar (allá por el año 1981) y hoy lleva a sus espaldas más de 99 películas.
A las 14:00 horas, con rigurosa puntualidad y según lo previsto, las puertas del salón comedor del Palace se abren y la presencia de Antonio Banderas se hace notar. Todos los periodistas nos giramos para comprobar que el malagueño ha hecho acto de presencia en el salón donde nos encontramos el resto de los mortales. Aunque la edad le ha encogido un poco y ya no conserva la espesura de su melena como en Laberinto de pasiones, Antonio sigue manteniendo esa fulgurante apariencia con la que un día emigró a Hollywood sin apenas hablar inglés y aun así, se convirtió en una de sus estrellas más reconocidas.
Antonio se acerca a nosotros rodeado de un séquito de directivos de El Corte Inglés y se detiene uno a uno con todos los periodistas que allí nos encontramos para estrecharnos la mano y agradecernos nuestra asistencia al evento. Su representante, pelirroja y muy seria lo escolta en todo momento. Antonio es indiscutiblemente imponente pero de repente, la afectuosidad de su mirada y la calidez de su mano hacen que te resulte un tipo cercano.
En segundo plano se encuentra su actual pareja, Nicole Kimpel, que por alguna extraña razón me recuerda un poco a la que fue su compañera de vida durante más de 20 años, Melanie Griffith, aunque un poco más joven (23 años más joven, exactamente). Cuando Banderas ha terminado los saludos y los agradecimientos, se escapa de su comitiva y se acerca al círculo de periodistas que, todavía perplejos, intentamos reaccionar ante la presencia del actor. “¿Qué tal te encuentras, Antonio?” En ese momento, Antonio se quita su cartel de icono de Hollywood y, cómo si se encontrara en el salón de su casa y rodeado de amigos nos habla sobre su viaje a Los Ángeles para ver al cardiólogo, sobre sus problemas del corazón, sobre el colesterol y de cómo una aspirina que le metió Nicole en la boca le salvó de lo que iba a ser una muerte segura como consecuencia de un repentino ataque al corazón. Y es que, desde que Antonio comenzara su carrera en el mundo del séptimo arte, hace ya más de 35 años, no ha dejado de rodar ni un solo año, habiendo temporadas en las que se le juntaban más de 3 y 4 rodajes. Y este ritmo de vida a cualquiera le pasa factura. Nos damos cuenta así de que Antonio, como cualquier hijo de vecino, también siente y padece, acercándose así un poco más al plano terrestres donde nos encontramos el resto de los humanos, lejos del brillo del Star System de Hollywood y nos percatamos que quizás, por esta razón (entre otras muchas) Antonio ha sido elegido como imagen de las marcas de los grandes almacenes, porque a pesar de su incuestionable trayectoria hacia el firmamento de las grandes estrellas de Hollywood, Antonio no deja de resultarnos muy humano y muy cercano.
El fotógrafo portugués Frederico Martin (responsable de nuestra portada con Francisco Henriques) fue el encargado de fotografiar al actor malagueño durante el viernes pasado para la campaña de El Corte Inglés, bajo la dirección creativa de la Agencia Zapping y de la mano de la productora The Gang.
El acuerdo entre Banderas y los grandes almacenes se ha firmado por dos años y aunque aún no se han presentado las creatividades finales de la campaña a los medios, está previsto que a mediados del mes de octubre, la imagen de Antonio vestido con las marcas de El Corte Inglés inunde las marquesinas de Madrid e invada la televisión española durante los próximos meses.
«Todos los hombres, todas las marcas en un único lugar» es el eslogan con el que El Corte Inglés ha presentado la que promete ser una de las campañas más populares de los almacenes y uno de sus principales portavoces ha explicado que la elección de Banderas como imagen de sus firmas masculinas obedece a su proyección internacional y a la excelente imagen que tiene entre el público en general.
Y no es para menos, cuando el brunch va llegando a su fin, las fotos con la prensa finalizan y las bandejas de canapés se encuentras ya vacías, Antonio se despide uno a uno con una sonrisa que evoca a su personaje de El Gato en Shrek y cuando quiero darme cuenta, miro el reloj y veo que he pasado más de una hora y media conversando con Banderas, lejos de las advertencias de cualquier representante con cara de estar trabajando en domingo, porque una estrella como Antonio se puede permitir romper las normas del firmamento para mezclarse entre los que, efímeros mortales, recordaremos este día como uno inolvidable.