Anoche, durante el pop-up de Marty Supreme en el Soho, la entrada del actor Timothée Chalamet estuvo llena de momentos peculiares… pero nada llamó más la atención que su elección de zapatillas.
La noche del 21 de noviembre en el Soho dejó una imagen difícil de olvidar: Timothée Chalamet caminando entre un grupo de hombres con cabezas de pelotas de ping-pong naranjas rumbo al pop-up de Marty Supreme. La escena parecía salida de un fotograma, pero lo más comentado no fueron ni las máscaras, ni el caos amable de flashes. Fueron sus zapatillas. Y no unas cualquiera.
El actor decidió estrenar uno de los modelos más esperados de la nueva etapa de Dior Men: las zapatillas pastel de la primera colección de Jonathan Anderson al frente de la línea masculina. Un debut tan calculado como fiel a su intuición estética. Chalamet sabe cuándo una pieza tiene potencial para marcar conversación, y anoche lo volvió a demostrar.
El look de Timothée Chalamet, al detalle
Su look tenía muchas capas, literalmente. Llevó la chaqueta rosa pastel diseñada junto a su amigo Doni Nahmias para el merchandising oficial de Marty Supreme. Un rosa muy suyo, con el título de la película bordado en el pecho y estrellas naranjas que conectaban con toda la narrativa visual de la cinta. Debajo, un suéter rosa de punto trenzado, jeans de tiro bajo y un cinturón del mismo tono con una hebilla cargada de brillo. Nada tímido. Nada casual. Todo pensado para ser visto.
En ese escenario tan maximalista, las zapatillas se convirtieron en el detalle que cerraba la ecuación. El nuevo modelo de Anderson parte del clásico sneaker de caña alta, pero lo lleva a un terreno más suave gracias a una paleta de pistacho, lila y beige. El logo de Dior aparece en la lengüeta y el tobillo, discreto pero presente, como un guiño a los códigos históricos de la casa. La forma redondeada en la punta y la silueta que se ensancha hacia arriba le dan un aire urbano con esencia de senderismo, mientras que las agujetas ligeramente torcidas aportan esa sensación de pieza tocada por la mano de un diseñador inquieto.
El estilo de Chalamet durante la gira de prensa demuestra que juega en dos direcciones: su propia identidad y el universo deportivo de Marty Supreme, la película de Josh Safdie que revive la historia de un joven empeñado en convertirse en campeón de tenis de mesa en los años cincuenta. Hace unos días en Los Ángeles apareció con un conjunto reflectante, hecho a medida por Haider Ackermann para Canada Goose, teñido en un naranja que recordaba al protagonista del filme. Una elección que contrastaba con el negro sobrio de su compañera de reparto.
La colaboración con Doni Nahmias
Esta colaboración con el fundador de NAHMIAS, Doni Nahmias, no es nueva. Ambos lanzaron este año una sudadera para la película sobre Bob Dylan, A Complete Unknown, y ahora amplían esa idea con piezas deportivas en azul marino, naranja mandarina y rosa neón, que ya han lucido Kylie Jenner, Kendall Jenner, Kid Cudi y Misty Copeland.
El diseñador Jonathan Anderson, por su parte, ha construido esta colección de Dior desde un punto que mezcla códigos clásicos y referencias culturales con un toque juguetón. Para él, el estilo está en cómo se combinan las prendas, y ese principio encaja de forma natural con la forma de vestir de Chalamet.
Por eso las zapatillas Roadie ya suenan como el nuevo objeto de deseo de medio Hollywood. Un modelo plano, grueso, con guiños dosmileros y un encanto extraño que muchos no esperaban en Dior. Quizá ahí está la clave de su éxito: aparecen donde nadie las imagina y acompañan al actor que mejor sabe llevarlas.
