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Jordan Barrett es la portada de Rísbel Magazine otoño/invierno 2025

El top model internacional Jordan Barrett posa para la revista masculina Rísbel Magazine El top model internacional Jordan Barrett posa para la revista masculina Rísbel Magazine

El modelo internacional Jordan Barrett viajó hasta Madrid para reunirse con el equipo de la revista Rísbel y fotografiar la portada del número de otoño/invierno 2025.

Aunque en la actualidad las portadas de las revistas están monopolizadas por los actores y los cantantes, sigo creyendo en el magnetismo de un top model para vender en el kiosco. Y sepan ustedes que cada vez es más difícil dar con uno que no hayamos sacado ya en Rísbel. Si a finales de los 90 y principios de los 2000 fueron los modelos masculinos los que gozaron del respeto de la industria de la moda hasta convertirse en auténticas celebridades, tuvo que llegar la crisis de 2008 para reajustar también las normas de este, nuestro juego, y fulminar el reinado de los top models.

Portada de la revista Rísbel Magazine otoño 2025 protagonizada por el modelo Jordan Barrett
Portada Rísbel Magazine nº 25, otoño/invierno 2025

A partir de entonces, las carreras de los modelos (que antes eran un futuro) comenzaron a ser cada vez más efímeras. Ya no se buscaban rostros y cuerpos objetivamente guapos, sino andróginos y anodinos: ningún modelo podía destacar más que la ropa que vestía, porque —en teoría— de eso trata esta industria: de vender ropa, ¿no? Pues no. También trata de belleza, y por supuesto, de sueños.

Campaña Jordan Barrett Paco Rabanne
Campaña de la fragancia de Paco Rabanne, marzo 2018, protagonizada por Jordan Barret.

Cuando ya parecía que el término top model había quedado completamente en el olvido, apareció él: Jordan. Corría el año 2011. Los desfiles de moda se habían inundado de caras ambiguas, el feísmo reinaba en las pasarelas y, por supuesto, ninguna marca estaba dispuesta a pagar, en plena crisis, las fortunas que antes se destinaban a un modelo. Pero allí estaba Jordan, con apenas 15 años y recién llegado a Europa desde Australia. Unas imágenes suyas, fotografiadas por Thor Elias Engelstad se hicieron virales antes incluso de que existieran las redes sociales. Y, de repente… ¡Boom! Ocurrió la magia.

Campaña Jordan Barrett Pepe Jeans primavera/verano 2017
Campaña de Pepe Jeans primavera/verano 2017, protagonizada por Jordan Barret.

Para el lector ajeno a su leyenda, el primer contacto con Jordan Barrett es cuantitativo. La cifra de su fortuna personal (vuela en su propio avión privado) es astronómica: con menos de 30 años, Jordan ha protagonizado más de 53 portadas de las mejores revistas; ha sido imagen de más de 54 campañas de moda y ha desfilado en más de 50 ocasiones para las firmas más conocidas del mundo… Desde que apareció por primera vez en esta industria, no se ha movido de la cima del modelaje. Sea cual sea el tema, Jordan Barrett rompe récords: de éxito, de escándalos, de notoriedad, de dinero acumulado, de ocioso… Es actualmente el modelo masculino mejor pagado, el más fotografiado, pero, sobre todo, el más copiado.

Jordan Barrett desfile Boss otoño 2022
Jordan Barrett desfilando para Boss, temporada otoño 2022

Cuando alguien evoca su personalidad, sus asuntos o su talento, siempre resulta demasiado: demasiado cool, demasiado guapo, demasiado rico, demasiado divertido, demasiado escandaloso… Su leyenda se construye sobre el exceso. Es el rebelde integrado. El exceso asumido. No la transgresión de los códigos, sino un nuevo código contradictorio que convierte la transgresión en una norma social.
¿Qué tendrá Jordan de tan fascinante para que, a pesar de que periódicos como El País o la revista Vanity Fair publicaran en sus titulares que era hijo de un narcotraficante, diseñadores como Tom Ford o Balmain lo eligieran imagen de sus marcas? ¿Será la indefinición de una anatomía infantil en la que ya asomaban tímidamente los signos de la masculinidad, o la ambigüedad sexual de una morfología andrógina que la moda y el cine cultivan desde la posguerra? ¿Es Jordan Barrett una reencarnación del Dorian Gray de Oscar Wilde o del Georges Duroy de la novela Bel Ami (1885) de Guy de Maupassant?

Jordan Barrett desfile Isabel Marant primavera 2018
Jordan Barrett desfilando para Isabel Marant, temporada primavera 2018

Hay algo en Jordan Barrett que no es simplemente belleza. Tiene personalidad, elegancia natural y sarcasmo. Tiene un universo del que uno querría formar parte y, cuando estás con él, de alguna manera, sientes que vives la vida más intensamente. Hay gente así. Y podríamos aplicar a Jordan lo que Mario Testino dijo en su día sobre Kate Moss: “Da la impresión de que su vida es más emocionante que la nuestra, un poco más fascinante, un poco más bendecida por Dios. Eso es lo que los convierte en iconos”.

El equipo de la revista Rísbel preparando la producción de moda con Jordan Barrett.
El equipo de moda de la revista Rísbel preparando la producción de portada con el modelo Jordan Barrett.

Tal vez sean sus contradicciones las que explican la repercusión de Jordan en nuestro tiempo. Es, a la vez, accesible e inalcanzable, vulnerable y fuerte, real y fantástico, delicado y agresivo, sexual y andrógino.

Su magnetismo, que no dejará de crecer con los años, no está ligado al prestigio de las marcas que representa; es Jordan quien les transmite su aura, y no al revés. Tampoco es el embajador de un estilo, como lo es Oriol Elcacho, ni siquiera un sex symbol como David Gandy.
Jordan Barrett hace tambalear los superlativos. Todo le sienta bien: tanto las prendas que viste como los significados que atrae.

El equipo de moda de la revista Rísbel preparando la producción de portada con el modelo Jordan Barrett.
El fotógrafo Pepe herreros y Berta Fdez.-Abascal durante la producción de portada con el modelo Jordan Barrett.

Confieso que traer a Jordan a Madrid no fue tarea fácil. Durante meses, su equipo y el nuestro cruzaron correos, gestionaron vuelos, buscaron suites de hotel en Madrid en plena temporada alta y ajustaron agendas con la esperanza de que todo encajara. Pero con Jordan, nada es previsible, y eso forma parte de su leyenda. A siete días de la producción, aún no teníamos confirmación de su vuelo. A tres días, tampoco. Ni siquiera a dos. Fue el día de antes cuando su agente nos confirmó desde dónde volaba y a qué hora llegaba a Madrid. Y un servidor (que conoce a este protagonista desde hace años y ya es precavido) se fue a buscarlo al aeropuerto a su llegada a Barajas para llevarlo directo al hotel a descansar (no fuera a ser que se entretuviera por el camino…). Pero Jordan no apareció.

El equipo de moda de la revista Rísbel preparando la producción de portada con el modelo Jordan Barrett.
Mateo Carrasco y Andrea Estirado durante la sesión de fotos para la portada del número de otoño de Rísbel Magazine

A pesar de que su agente me juró y perjuró que Jordan iba a venir a disparar la portada, y que había cogido el vuelo para venir a Madrid, Jordan no salió por la puerta de llegadas de la Terminal 4 de Barajas. Y cuando ya creíamos que la portada se nos escapaba entre los dedos, supimos que Jordan estaba en Madrid. Dormido en su hotel. Tranquilo. Ajeno al pánico logístico, al estrés de producción, a los nervios que recorren cualquier redacción cuando hay una portada en juego. ¿Cómo llegó? Quién sabe… ¿Desde dónde llegó? Nunca lo sabremos.
Pero así es él: llega cuando a él le parece que tiene que llegar. Aparece sin anunciarse y, sin darse cuenta, lo cambia todo. Porque Jordan Barrett sigue formando parte de ese universo de mitos que la moda creó el siglo pasado y que, a pesar de las crisis y de los cambios permanentes de este sector, incluso a día de hoy sigue existiendo.
Y es que, en cuanto Jordan se pone frente a la cámara, el caos se ordena, el tiempo se detiene y la foto ocurre.

Lo que vino después ya lo verán ustedes: una portada en un castillo a las afueras de Madrid que habla por sí sola, un equipo que se entregó, una historia que ahora ya forma parte de las muchas que contaremos cuando hablemos del otoño de 2025.

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