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Pau Simon: “Aunque parezca ciencia ficción, El refugio atómico es un reflejo de la corrupción actual”

El actor Pau Simon vestido de traje en el set de rodaje de la serie El Refugio Atómico de Netflix El actor Pau Simon vestido de traje en el set de rodaje de la serie El Refugio Atómico de Netflix

Apenas una semana después de su estreno, la nueva serie de Netflix El refugio atómico se ha colocado en el podio de series más vistas de la temporada. Su trama, bajo la apariencia de ciencia ficción, conecta más con nuestra sociedad de lo que podría pensarse. Charlamos con su protagonista, el actor Pau Simon, para descubrir qué hay de realidad en este proyecto de los creadores de La casa de papel.

Netflix acaba de estrenar su última gran apuesta nacional, El refugio atómico. Un thriller distópico creado por Álex Pina y Esther Martínez Lobato. La ficción se colocó el fin de semana entre las series más vistas en España.

Quedamos con Pau Simon, su protagonista indiscutible, en el set de rodaje en el que se ha grabado la serie, entre focos y atrezo, para que nos cuente en primera persona cómo está llevando estrenarse en la interpretación con un proyecto como este. ¿Empezar a lo grande es es «llegar y besar el santo» o en esto de la actuación es mejor ir paso a paso?

Aunque tiene packaging de distopía, en realidad, trata temas sociales que no se alejan tanto de nuestra realidad actual, y si no, que nos lo cuente el mismo…

El actor Pau Simón vestido con un traje marrón en el set de rodaje de la serie El Refugio atómico, de Netflix, durante una entrevista para la revista Rísbel.

He visto que te has formado mucho en interpretación, ¿de dónde te viene esta pasión por la profesión?

Desde siempre. De pequeño me gustaba muchísimo pero nunca había pensado que se pudiera llegar a ser actor estudiando. De hecho, estudié cine, pero detrás de cámaras. Y durante ese tiempo me di cuenta de que realmente tenía que estudiar interpretación porque mi cuerpo y mi corazón me pedía hacerlo. Entonces puse en mi cabeza en lo que es mi pasión y decidí que tenía que centrarme y focalizarme al 100%, porque es imposible hacerlo a medias. Es este magnetismo que tengo hacia la interpretación lo que me ha llevado hasta aquí, es por necesidad, un poco por supervivencia.

En tu caso sí que te has formado bastante, pero hoy en día también parece muy fácil quizás darle más importancia en algunos castings al número de seguidores o al físico de la persona, ¿cómo de importante crees realmente que es la formación para este tipo de trabajo?

Para mí es imprescindible. Sí que es verdad que hay directores que les gusta coger a gente que no ha estudiado nunca, como los Javis o Carla Simón. Y bueno, son muy buenos directores de actores y se les da bien dirigir a las personas hacia ese personaje porque realmente lo buscan. Pero yo siento que necesitas herramientas, a lo mejor para un papel concreto te las puedes arreglar, pero si quieres una carrera a largo plazo es tan complicado que necesitas conocerte a ti en todos los aspectos. Necesitas poder solucionar lo que te salga en rodaje porque no estás jugando. Entonces para mí es imprescindible estudiar y no parar de estudiar nunca, siempre formarte y siempre tener el cuerpo entrenado.

“Desde fuera, trabajar para Netflix parece épico, pero luego lo normalizas”

Antes de esta serie hiciste un pequeño proyecto, pero te estrenas en la profesión de la mano de Netflix, con Alex Pina y Esther Martínez Lobato ¿Cómo te sientes?

Al principio de todo sí que estaba muy en las nubes, no me lo creía. De hecho, tuve un poco de ansiedad porque tenía tanto miedo de que esto se fuera a romper que estaba como muy alerta, no me permití disfrutar y llegó un momento en el que tuve que decidir “o bajas los pies en la tierra o si sigues aquí vas a terminar mal”. Antes de empezar a rodar, tuvimos una cena con el elenco principal, con Netflix, con los directores y allí fue donde dije “vale, cambiamos” y desde entonces lo he normalizado. Desde fuera entiendo que ves “Netflix, los de la casa de papel…” super épico, pero cuando estás dentro es como si estuvieras trabajando con el vecino al lado de tu casa; gente muy normal, muy humilde y humana.

“Estoy disfrutando de la acogida del público, pero no me dejo llevar por la gran ola”

Aún así, lleva esos nombres detrás por lo que se espera que la repercusión sea mayor y como en cualquier trabajo hay opiniones de todo tipo, ¿cómo has recibido la acogida por parte del público?

Estoy recibiendo un montón de mensajes muy bonitos muy positivos. Ayudan mucho y uno se siente halagado y con más confianza. Pero intento que eso no me defina tampoco, no dejarme otra vez como flotar en todo esto porque al final es una opinión. Todo se embellece mucho, pero yo tengo que seguir focalizado en mis estudios y en lo que yo creo que hago bien y lo que hago mal. Disfruto un poco de la opinión pública, pero sigo mi intuición y no me dejo llevar por la gran ola.

El actor Pau Simón vestido con un traje marrón en el set de rodaje de la serie El Refugio atómico, de Netflix, durante una entrevista para la revista Rísbel.

Hay un punto de la serie que recuerda a La casa de papel… ¿Esto es solo cosa mía o tú también lo has notado?

Sí, yo siento que Vancouver tiene una forma de trabajar que es obvia. La forma de narrar las historias y los diálogos incluso te recuerdan porque son los mismos escritores, al final hay esa huella. Les funciona y ellos son conscientes de ello. Este proyecto yo siento que lo han estudiado un montón desde Netflix, querían que fuera lo que estáis viendo. Hay gente detrás que es consciente de que se están replicando cosas de esta forma de trabajar, pero tiran para adelante porque entiendo que les gusta. Yo siento que a lo mejor no es tanto por las tramas, sino que te puede recordar en algunos personajes o a veces por la parte esta, de la banda. Creo que a Álex Pina le gusta todo esto de crear los planes y de que haya una serie de personajes que cada uno esté especializado en algo. Sí, te puede recordar La Casa de Papel, pero las historias van por otro lado.

Has mencionado la presión y la ansiedad que puede generar trabajar con una plataforma como Netflix, por su enorme visibilidad. ¿Cómo has gestionado esa exposición y el fenómeno fan? En tu caso, por ejemplo, ya has notado un aumento importante de seguidores.

Lo hablamos mucho, porque desde Netflix nos decían: “nuestra intención es que esto lo pete”. Pero siempre estaba la incertidumbre: la serie, desde dentro, nos parecía rara y pensábamos “¿quién va a ver esto?”.

Al final lo llevábamos a tierra: pasara lo que pasara, íbamos a estar juntos. Lo disfrutamos, formamos una familia increíble y preferimos no crearnos expectativas. Evidentemente, queríamos que funcionara y que ayudara a nuestras carreras —porque esto es muy difícil—, pero también sabíamos que, si no salía bien, era lo que había.

No nos preparamos de ninguna manera especial; simplemente nos apoyamos mucho entre nosotros y mantuvimos los pies en la tierra.

El actor Pau Simón vestido con un traje marrón en el set de rodaje de la serie El Refugio atómico, de Netflix, durante una entrevista para la revista Rísbel.

¿Cómo te llegó este proyecto?

Lo vi en Instagram y mandé el vídeo. Empecé a hacer pruebas con separatas muy cortas, pero sin contexto: no sabías dónde estaban los personajes ni qué estaba pasando. Con cada prueba nos daban un poco más de información y creo que fue en la tercera cuando ya aparecía el título El Búnker. Lo busqué en Google y vi artículos de 2020 o 2021 que hablaban de que los creadores de La casa de papel querían hacer esta serie. A partir de ahí nos fueron contando más cosas, pero hasta que no nos dieron el papel no tuvimos acceso al primer guion. Había una privacidad extrema y nadie podía saber absolutamente nada.

Tu relación con Asia, el personaje de Alicia, es muy importante, ¿cómo habéis trabajado esta conexión?

No lo trabajamos. Yo creo que hay algo un poco como de “amor a primera vista”, como una energía de que tú no la piensas, no la trabajas, Igual que tú te llevas bien con una persona y no tanto con otra o conectas con la gente. Con Alicia estaba, había un magnetismo increíble y desde el inicio eso se veía en los castings. Nos ayudó a favor y cuando nos cogieron ya fue entender esa química a través de los personajes.  

“Lo que ocurre en El Refugio Atómico podría ser una realidad muy pronto”

La trama de la serie es distópica, pero después de las pandemias y apagones que hemos vivido, quizá no lo sea tanto… ¿Qué opinas?

No lo es, de hecho, cuando hubo el apagón ya habíamos grabado todo y estaban planteando la promoción y nos preguntamos “¿esto no habrá sido Netflix antes de lanzar el primer anuncio del búnker?”. Aunque parezca ciencia ficción, El refugio atómico es un reflejo de la corrupción política actual. Lo que la serie plantea, le está pasando ahora mismo a otras personas ¡incluso a los millonarios que se están construyendo búnkers!

Pero en ese sentido, ¿tú crees que sería tan fácil engañar a la gente como parece aquí?

Eso ya tiene que tener una infraestructura y mucho dinero para poder conseguir hacer algo así. Hacer entrar a los millonarios en un búnker me parece muy difícil.  Pero una vez dentro engañarles es más fácil porque no tienen acceso a internet y no pueden escapar de ahí.  

En la serie aparece un lado oscuro de la sociedad: la mezquindad humana y la división entre quienes sirven y quienes mandan. ¿Crees que es un reflejo de la sociedad actual?

Bueno… lo interesante es que los personajes son millonarios y que, evidentemente yo, como clase obrera media, hay cosas que no entiendo de sus discursos. Sí que refleja toda la parte ésta de corrupción, de lo que hace el dinero, del poder y de lo que pasa que cuando la gente que lo tiene todo, de repente no tiene nada. Sí que podría ser un reflejo en ese sentido.

El actor Pau Simón vestido con un traje marrón en el set de rodaje de la serie El Refugio atómico, de Netflix, durante una entrevista para la revista Rísbel.

Es una serie de entretenimiento, pero también tiene un trasfondo de realidad importante. ¿Con qué conclusiones te gustaría que se quedara el público?

Es una pregunta que no me había planteado… Yo no sé si tengo algo concreto, hay muchas cosas, pero yo como espectador, habiendo visto la serie e intentando ser objetivo -que a veces cuesta porque le tengo un cariño especial-, me gusta el aspecto social. Y el aspecto de la transformación que hacen algunos personajes, como el de Frida (Natalia Verbeke), de mi madre. Para mí lo interesante es que es como un experimento social.

Como actor, ¿cómo fue tu preparación previa para una serie con tanta carga emocional y también física?

Tuve que subir unos ocho o nueve kilos en solo tres meses. Empecé a entrenar intensamente en el gimnasio, acompañado por una nutricionista y un entrenador, y también tomé clases de kickboxing para preparar las escenas de lucha y aprender la técnica. En el casting final pensé que no me iban a coger, porque Jesús Colmenar, el director, me dijo que me faltaba la energía con la que Max entra en una sala y lo domina todo. Tenía el resto, pero me faltaba esa presencia tan característica del personaje. Trabajé mucho en ello y, cuando llegó el rodaje, ya tenía a Max completamente integrado.

Y como Pau, en lo personal, ¿cómo fue volver a la realidad después de grabar una serie así?

Bien, estoy viviendo esto como separando todo un poco. La parte más sensible puedo ser más como Max, pero no tanto en lo físico; nos diferenciamos en muchas cosas y es fácil tomar distancia. Cuando acabé el rodaje estaba muy anclado a él porque es un personaje muy bonito y la relación con Alicia fue muy especial, entonces nos costó un montón.

Después de Netflix has empezado un proyecto con Amazon Prime Video, reflejo de cómo está cambiando la ficción. Las plataformas guardan todo y pueden revivir una serie años después. ¿Cómo lo vives tú como actor?

No lo había pensado así. Sí que en verano rodé mi primera película y cuando terminé pensaba que la iban a poder ver mis nietos o los hijos de mis nietos, va a quedar por toda la vida. Sí que me gustó muchísimo la idea de quedar en el recuerdo, pero me da un poco de miedo también por la parte de si la cagas o si hay algo que no te gusta. Pero bien, me gusta lo que has dicho, no lo había planteado nunca, pero si en 10 años nuevas generaciones vuelven a ver El refugio atómico sería como muy guay, eso me hace ilusión.

“Me encantaría que se volviera a lo de antes de poder ver un capítulo por semana”

En Netflix todo se consume de forma inmediata, con los capítulos disponibles el mismo día. ¿Tú, como espectador, eres de los que hacen maratón?

Sí y no. Como hago tantas cosas, a veces prefiero ir paso a paso: ver un par de capítulos y digerirlos. Me encantaría que volviera el modelo de un capítulo por semana, como ya hacen algunas plataformas, o al menos que se dividiera la temporada. Creo que en el futuro se tendrá que volver a eso.

Con El refugio atómico pasó algo muy claro: a las seis horas del estreno ya recibía mensajes de gente que la había visto entera. Está bien, pero a la vez ya pedían una segunda temporada cuando nosotros aún no sabemos nada. Esa inmediatez obliga a tener siempre un proyecto tras otro y, del mismo modo que subes, bajas. Toda la atención se concentra en ti, pero dura muy poco y la gente enseguida busca otra cosa.

A mí me gusta el formato semanal, porque permite comentar cada episodio, da aire al proyecto y también a los actores. Y en cuanto a los spoilers, es horrible: se comparte todo masivamente en redes y se pierde la novedad de descubrirlo en el momento.

¿Cuándo estrenarás esta primera película de la que has hablado?

Yo creo que será el año que viene seguro. Se llama Días de agosto y quieren intentar presentarla en el Festival de Málaga. Es una película intimista con un toque muy realista.

Y ya para terminar, ¿qué es lo próximo que te gustaría hacer?

Realmente de todo, cuando eres actor tienes como una idea de lo que te gustaría hacer o con quién te gustaría trabajar, y es tan ambicioso que buscas cosas. Con Max en El refugio atómico toqué de todo, me fui del rodaje habiendo vivido 40 rodajes en uno. Entonces pensé que quería rodar una película más intimista y realista y me salió Días de agosto y me encantó. Y ahora me ha salido este próximo proyecto en Amazon que es muy diferente.


Fotógrafo: Juan Miguel Herrero
Muah: David López
Traje: Mans
Estilista: Logga


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