La nueva temporada 2025 del restaurante Mugaritz en Gipuzkoa, con 23 pases y una carta líquida inédita, arranca el 26 de abril con el concepto de la transparencia como guía.
Desde su fundación en 1998, el restaurante Mugaritz no ha funcionado como un restaurante al uso. Lo de Andoni Luis Aduriz ha sido, desde el principio, otra cosa: una propuesta efímera, libre de etiquetas, que no busca complacer sino sacudir. Ubicado entre Astigarraga y Errenteria, en Gipuzkoa, este rincón rodeado de naturaleza ha sido escenario de una de las experiencias gastronómicas más influyentes del mundo.
Con dos estrellas Michelin y una trayectoria que lo ha mantenido durante más de una década entre los mejores del mundo, Mugaritz no ofrece carta ni cocina platos reconocibles. No hay pan, no hay postre. No hay apenas cubiertos. En su lugar, hay preguntas, hay juego, hay ideas que se comen y que se digieren.
Como cada año, el restaurante ha estado cerrado durante seis meses. Seis meses para pensar, experimentar, romper y volver a empezar. Porque en Mugaritz cada temporada es única. Y la de 2025 ya tiene fecha de estreno: el 26 de abril.
La cocina como espejo y provocación
Andoni Luis Aduriz habla de su propuesta como “un banquete para disidentes”. Y no es solo una frase bonita. Aquí los comensales son invitados a tocar, lamer, romper, sorber… a dejar de comer con las reglas de siempre para empezar a sentir con todo el cuerpo.
La temporada 2025 gira en torno a una palabra: transparencia. Pero no se trata de una técnica, ni de un efecto óptico. Es una actitud. Una forma de mirar más allá del plato. ¿Qué hay detrás de una textura? ¿Qué despierta un gesto? ¿Qué significa comerse un prejuicio?
Con un precio de 297€ (más el maridaje, si se elige), el menú se despliega en 23-25 pases que no buscan simplemente sorprender. Quieren remover. Quieren que el comensal se cuestione, se ría, se incomode o se emocione. No hay una estructura fija ni una lógica evidente. Cada plato, cada gesto, está ahí para sacudir certezas.
Una cocina que se piensa tanto como se prueba
Durante el proceso de creación, que se extiende desde noviembre hasta abril, el equipo de Mugaritz convierte la cocina en un laboratorio. Cada temporada nace desde cero, sin repetir fórmulas. Como dijo el propio Aduriz: “Cada temporada es como una primavera entre cerezos en flor: nace, florece y desaparece”.
Para el equipo, lo importante no es solo lo que hay en el plato, sino lo que ese plato provoca. Desde el movimiento que emulsiona un pil pil hasta las manos que han cosechado un cacao en Etiopía, todo lo que rodea la experiencia importa.
Por eso, para entender bien Mugaritz, hay que pensar en él como un proyecto cultural más que gastronómico. Como una performance comestible. Como una provocación servida en 25 actos.
Una carta líquida que no se repite
A la altura del menú está la propuesta enológica. Este año, la carta líquida de Mugaritz gira en torno al proyecto Vis à Vis, una colección de vinos inéditos desarrollados por el equipo de sumillería e I+D del restaurante junto a bodegas cómplices como la catalana Ca N’Estruc.
No son vinos convencionales. Son botellas pensadas para este menú, para esta temporada. Botellas que no se pueden probar en ningún otro sitio. Un maridaje que, como la cocina, se mueve entre el arte, la emoción y el riesgo.
Un ensayo general, seis privilegiados
Una de las grandes novedades de la reapertura es que tres personas (y sus acompañantes) podrán probar el menú antes que nadie, el 25 de abril, un día antes de la apertura oficial. Lo harán gratis, durante el ensayo general. Para participar, basta con estar suscrito a la newsletter del restaurante y esperar ser uno de los seleccionados.
¿El motivo? Compartir. Incluir. Invitar a vivir desde dentro lo que tantas veces parece reservado a unos pocos. Porque, al final, Mugaritz no quiere solo servir comida. Quiere generar comunidad, pensamiento, movimiento.
Mugaritz 2025: pensar, comer, volver a empezar
Cada visita a Mugaritz es única porque cada temporada desaparece al terminar. No hay archivo, no hay platos estrella que se repiten. Solo queda lo vivido. Y en esta nueva etapa, ese vivir se tiñe de transparencia: como símbolo, como actitud, como provocación.
Mugaritz no es para todo el mundo. Y eso está bien. Porque tampoco pretende gustar. Pretende hacer pensar.
Reservar mesa en Mugaritz
- Dirección: Aldura Gunea Aldea, 20, 20100 Errenteria, Gipuzkoa, España
- Teléfono: +34 943 52 24 55
- Web: mugaritz.com
- Horario: Cierra a las 17:00